15 preciosas fotos que demuestran que la amistad entre gatos y perros es posible
El perro y el gato son animales territoriales pero siguiendo unas pautas y con paciencia, la convivencia pacífica entre ambos en el mismo hogar es posible.
Todos conocemos la creencia popular de que los perros y los gatos se llevan fatal pero realmente esto no tiene por qué ser así si asentamos las bases de una buena relación entre ambos. ¿Quieres tener un perrito pero te da miedo que a tu felino no le siente bien? No te preocupes porque la convivencia es posible si sigues una serie de pautas para juntarlos en el hogar.
Tanto el perro como el gato son animales bastante territoriales así que para comenzar con los métodos que les ayudarán a adaptarse el uno al otro, tendrás que tener paciencia y entender qué es lo que necesita cada uno para que, progresivamente, tu hogar rebose paz y tranquilidad.
La clave de todo esto se encuentra en la presentación. Es importante que la casa tenga espacio porque en un principio necesitarás mantener a las dos mascotas separadas. Desde Muy Mascotas recomendamos meter a ambos animales en habitaciones distintas durante los primeros días. Es importante que el perro obedezca a órdenes básicas para facilitar el primer encuentro. Si no te presta atención, tendrás que reforzar su entrenamiento pero no permitas que la primera vez que se vean se convierta en un caos debido a un can agresivo o nervioso. Si tienes un cachorro será el momento perfecto para comenzar el adiestramiento básico.
Es un gran error querer presentarles el primer día porque eso lo que provocará es que el perro quiera perseguir al felino por toda la casa ya sea para jugar o porque quiera atacarlo. La razón de que las mascotas estén en habitaciones diferentes unos tres días es para que poco a poco vayan conociendo sus olores y sabiendo que hay alguien nuevo en el hogar.
No intentes forzarlos porque, por ejemplo, el carácter de los gatos les lleva a volverse agresivos si están en un sitio en el que no quieren estar. Ten paciencia y ve acariciando a uno en una habitación, luego sal, acaricia al otro y viceversa. Repite esta acción hasta que notes que tus peludos están calmados incluso mezclando sus olores.
Si quieres saber qué pasos debes seguir para el encuentro de perro y gato cara a cara, solo tienes que seguir leyendo porque a continuación te dejamos 15 consejos muy interesantes que necesitas saber.

Durante los días que estén separados es una buena idea alternar las habitaciones, es decir, cambia al perro donde estaba el gato y viceversa para que se acostumbren a los olores.

Analiza el comportamiento de ambos cuando se huelen por debajo de la puerta para ver si se acostumbran a su nuevo compañero de piso.

Los gatos normalmente son los que más se asustan. Observa a tu gato cuando el perro se acerca a la puerta. ¿Se aleja? No es el momento, dale más tiempo. ¿Está calmado? Es hora de presentarlos.

Sujeta al gato en brazos hasta que esté calmado y que otra persona sujete al perro con la correa. Id acercándolos para que se acostumbren a la presencia del otro pero no permitas el contacto físico.

¿Para qué forzar? Sepáralos de nuevo. Eso sí, asegúrate que el primer encuentro haya sido muy positivo cumpliendo los pasos anteriores.

Continúa con los encuentros hasta que estén calmados y una vez llegados a ese punt,o podrás soltar al minino por la habitación pero al can le mantendremos con la correa, por ahora.

Los animales también se ponen celosos. ¡Demuéstrales amor a los dos a partes por igual!

Premia al perro cuando tenga un comportamiento bueno con el felino para que asocie la presencia de éste con estímulos positivos. ¡Así siempre le tratará bien!

Las feromonas sintéticas se pueden comprar en el veterinario y sirven para ayudar a los animales a estar calmados. No son necesarios pero pueden utilizarse para el proceso. Consulta a un experto para ver si podrían ayudar a tus mascotas.

Facilita a tu felino sitios donde esté fuera del alcance del perro como un rascador tipo torre o puertas de seguridad al estilo de los bebés. ¿Por qué? Si el gato se ve arrinconado puede atacar al can.

Hasta que ambas mascotas hayan creado un gran vínculo no es recomendable que estén solos en casa. Sepáralos cuando no estés por seguridad. Nunca se sabe...

Las peleas entre estos animales suelen producirse por los celos, así que a pesar de que se hayan adaptado el uno al otro, procura no tener un favorito o darle más caricias a uno porque generarás tensión.

Hay que evitar los comportamientos negativos y corregirlos incluso si sólo forman parte del juego brusco del perro. El gato no los entederá y pueden ir a más. ¡Educamos en positivo!

Si hay una persecución tendrás que pararlos tan rápido como puedas. Es importante que ambos no asocien los primeros encuentros con algo negativo. Si ocurre no les riñas, sólo sepáralos y vuelve a intentarlo al día siguiente.

Lo mejor es juntarlos desde que son cachorros porque los animales pequeños se adaptan con más facilidad a las situaciones.