Jerbo, curiosidades y cuidados
El jerbo es un roedor que pertenece a la familia de los múridos, igual que ratas y ratones. En libertad habita en zonas desérticas, en túneles que excava para protegerse de las temperaturas extremas. ¿Quieres saber más sobre este animal?
El jerbo es un simpático animalillo doméstico pariente de ratas y ratones. Es muy inteligente y, por eso, durante años se usó en pruebas de laboratorio llegando a superar a las ratas. La situación llegó a su fin cuando los investigadores se quedaron prendados de estos animales y se los empezaron a llevar a casa como mascotas. De esta manera empezó su vida de animal de compañía. Nunca más ha vuelto a pisar una sala de laboratorio.
El jerbo no suele morder y en los casos aislados en que lo haga, será por miedo, porque se sienta muy amenazado. Es un poco asustadizo así que si hay niños en casa, habrá que prevenirlos de esto, para que no sean bruscos cuando jueguen con él.
Esta mascota es muy curiosa, por lo que en más de una ocasión te lo encontrarás alzado sobre sus patitas traseras vigilando todo lo que ocurre a su alrededor.
Este animal tiene muy desarrollado el sentido del oído y muchas veces emite ruidos en frecuencias que los humanos no podemos apreciar. Los que sí somos capaces de percibir se asemejan a cuando un pájaro pía. También pueden dar golpes con sus patas traseras para llamar tu atención.
¿Sabes que las hembras tienen más carácter que los machos? Si ella está en celo, lo cual ocurre cada cuatro días, y ve a otra en la misma situación, tratará de que esta no se aparee para asegurase ella la fecundación. Cuando la hembra se ve inmersa en el periodo de celo entra en un estado de gran nerviosismo y solo piensa en aparearse. De hecho el macho la monta cada pocos segundos. Según La Madriguera, Asociación Protectora de Pequeños Animales, los jerbos tienen el récord de apareamientos por hora de todo el mundo animal.
El jerbo aún no es demasiado conocido como mascota por lo que si sospechas que el tuyo tiene algún problema de salud, tendrás que llevarlo a un veterinario especializado en exóticos. Es muy importante que la clínica esté cerca de la casa porque cuando un jerbo se pone malito puede empeorar rápidamente. Aquí más que nunca, el tiempo es oro.

El mejor juguete que puedes darle a un jerbo es un rollo de cartón de papel higiénico o de papel de cocina. Tendrá asegurada la diversión hasta que lo haga trizas con sus potentes incisivos. ¡Más barato imposible!

El jerbo se lo pasa bomba excavando o, al menos, intentándolo y es que en la naturaleza este animal construye túneles que le sirven de madriguera.

El jerbo es un animal muy limpio que se acicala él mismo y al resto de miembros del grupo. No tiene olor fuerte.

¿Has visto al jerbo arrastrando la panza por el suelo? Pues por muy raro que te parezca este comportamiento, lo que está haciendo es marcar el territorio con una glándula odorífera que está alojada justo en esa zona de su cuerpo. También lo hace con otros miembros del grupo o con tu mano si la tiene cerca.

El jerbo es todo un atleta: es rápido, buen saltador (es capaz de elevarse más de medio metro del suelo), se pone a dos patas, a veces, perfectamente erguido y también trepa.

Si el jerbo está solo se pondrá triste. Lo ideal es buscarle un compañero de su mismo sexo para que vivan felices y no se reproduzcan.

¿Sabes que una de las técnicas que tiene el jerbo para escapar de sus depredadores es desprenderse de la cola? Por tanto ni se te ocurra sujetar a uno por esta zona de su anatomía… no le vuelve a crecer.

Ojito con dejar al alcance del jerbo objetos de plástico, los muerde a conciencia, hasta hacerlos papilla.

La temperatura del jerbo debe rondar los 18ºC-28ºC y nunca debes dejarlo expuesto al aire libre o a las corrientes de aire. Está bien que le dé un poco el sol todos los días para absorber vitaminas y que el calcio se fije en sus dientes pero que no lo haga cuando hace mucho calor.

Ante cualquier problema de salud de nuestro jerbo, deberemos llevarlo lo antes posible a un veterinario especializado en animales exóticos. Es importante tomárselo en serio ya que cuando este animal enferma, cualquier cosa que le produzca estrés le hará empeorar muy rápidamente.

Las camadas de los jerbos suelen ser de entre 2 y 10 individuos aunque raramente pasan de los 7. Cuando se produce una camada de pocos individuos, las probabilidades de que mueran son altas ya que no estimulan lo suficiente a la madre para que produzca leche.

Desde la Asociación Protectora de Pequeños Animales La Madriguera se pide no criar jerbos ni ningún otro animal de compañía. Hoy en día se producen demasiados abandonos y justo el control de la natalidad es una de las medidas para que animales que esperan en protectoras sean adoptados.

Generalmente los jerbos hembra tienen más carácter que los de sexo masculino.

En la naturaleza, el jerbo habita zonas desérticas, donde reinan las temperaturas extremas.

Hace más de 50 años se usaron en pruebas de laboratorio debido a su inteligencia. Sin embargo, su carácter dócil y fácil cuidado enamoraron a muchos investigadores, que empezaron a adoptarlos como mascota.