He adoptado un animal, ¿cómo escojo su nombre?
Parece mentira pero una de las cosas que resultan más complicadas cuando adoptas una mascota es elegir cómo llamarla el resto de su vida. Hay temas a tu alrededor que te van a dar la solución, ¡te ayudamos a decidir!
Ponerle nombre a un animal no es fácil, sabemos que va a estar toda la vida con él y queremos que sea especial. Para que el pequeño se acostumbre rápido a su nombre este deberá ser corto, no pasar de dos o tres sílabas aunque tampoco nos quedaremos en una porque será más difícil de captar por el animal. No le pongamos un nombre parecido a un ruido común ni le nombremos con una palabra que utilicemos siempre. Por mucho que nos resulte molona, tu peludo se va a volver loco creyendo que le llamas.
Toda la familia deberá estar de acuerdo con el nombre. Esto no va a ser tarea fácil, lo digo por experiencia. La primera perra que tuve estuvo casi un mes sin nombre porque no nos poníamos de acuerdo. Cuando al final nos decidimos por Luna, el veterinario dijo que el parque estaba lleno de Lunas, que era el nombre que elegían todos los propietarios… Al final, nos decantamos por Lucky y cuando comenzamos a sacar a nuestra preciosa mestiza de manchas adalmatadas a la calle comenzamos a toparnos con un montón de Luckys y ninguna Luna.
Como ya os habéis dado cuenta, escogimos ese nombre por hacer homenaje a uno de los cachorritos más destacados de la película 101 dálmatas (nosotros y el resto del vecindario). Pensar en el cine para ponerle esa etiqueta a tu peludo es un recurso muy utilizado e igual de interesante. A través de la elección de un nombre cinéfilo estaremos contando muchas cosas de nuestra personalidad aunque no lo creamos. No es lo mismo que escojamos una Dorothy del Mago de Oz, que un Van Damme.
Pero, en general, la temática que elijamos para ponerle nombre a nuestro recién llegado va a hablar de nuestros hobbies e incluso de nuestra forma de pensar. Una película, un astro o una flor no van a hablar de nuestra opinión sobre la actualidad pero ¿y si nos da por ponerle el nombre de un político? No seríamos los primeros.
Vamos a repasar los temas en los que nos podemos basar para ponerle nombre a nuestro animal. Al final de esta galería se habrán ido las dudas.

El cine siempre ha sido un recurso muy usado y es genial. Recuerda una de las pelis que te hayan marcado y ponle el nombre de su protagonista. Además, las series están a la orden del día, no en vano últimamente proliferan las Khaleesi o las Arya animaleras. Tu peludo será un personaje muy especial.

Si practicas o te gusta ver algún deporte en particular seguro que tienes ídolos en esa destreza cuyo nombre pondrías a tu animal. Anda que no se han visto Zizous o Mourinhos entre los peludos de la casa…

A mí me viene a la cabeza Harry Potter pero hay un sinfín de libros cuyos personajes son merecedores de tener una copia real y peluda. El nombre de la rosa, Las Crónicas de Narnia, Los juegos del hambre… ¿Cuál es el tuyo?

Si eres adicto/a a las compras puedes ponerle el nombre de algún diseñador a tu animal. ¿Cuantos gatos llamados Karl Lagerfeld habrá? Más de dos y tres.

Es un tema bastante recurrente aunque no nos parezca. Aparte de que hay un millar de perritas, gatitas o tortuguitas llamadas Luna, también encontramos animales definidos por una constelación, planeta o estrella.

Parece mentira pero la política y el activismo han valido a muchos para nombrar a sus mascotas. Para no acordarse del nombre del perro de Torrente…

¿Y por qué no? Parece que la pintura no está tan al día en cuestión de nombres animaleros pero creemos que es buena idea llamar a tu mascota como a un artista. Que se lo digan a las Tortuga Ninja…

Un gran tema para nombrar a tu mascota. Claro que puede caer una maravilla de Bowie o Ringo, o que tu hija adolescente quiera llamarlo Justin…

Si en la casa hay niños, normalmente triunfará el nombre que estos le ponen así que preparémonos para que el nombre del peludo que va a vivir con nosotros más de 15 años sea el del dibujo animado de moda. Y los nombres son realmente feos a veces.

Si eres un nostálgico, y te lo permiten, tu animal acabará llamándose como aquel monigote que triunfaba en los 80 (hola, Fido Dido) o con el nombre de algún disco de los Beatles. Nos gusta cómo piensas.

El amor, que mueve montañas. Alegría, para despertarte contento… También puedes llamarle Místico, Siempre…

Igual que ocurre con las películas o los libros, si eres un viciado de los videojuegos y tienes un personaje favorito, ¿por qué no llamar Zelda a tu hámster?

Son nombres un tanto extraños pero quiénes somos nosotros para juzgar. Puedes llamar a tu colega como tu alimento favorito.

Aprovecha esa palabra chula en otro idioma que en español suena mal pero en inglés, italiano o ruso suena de fábula. Apple (como la hija de Gwyneth Paltrow) o Gioco (juego), por ejemplo.

Son nombres que inspiran paz y son bastante originales: rama, lluvia, sol…