
Estrés en peces: signos y causas
El estrés puede ser muy peligroso para los peces ya que puede provocarles serias enfermedades. Te lo contamos todo al respecto.
Los peces son unas mascotas muy tranquilas y queridas por todo el mundo pero ¿somos conscientes de que ellos también pueden sufrir estrés? Pues sí, pese a que no son expresivos, hay una serie de conductas que debemos tener en cuenta para determinar si nuestro pez está estresado o no. Su determinación es enormemente importante ya que ese estrés puede derivarle en enfermedades muy graves o incluso la muerte, sin saber exactamente el motivo. Es importante que entendamos que son otros los desencadenantes de esa muerte repentina pero, el estrés genera y acrecienta esos factores y diversos problemas al animal.
Técnicamente, el estrés se compone de una serie de alteraciones que sufre cualquier ser vivo en un estado de cansancio mental o físico, provocado por ambientes que no nos reconfortan o un exceso de actividad superior al que estamos acostumbrados. Los peces, por consiguiente, tienen sus propios factores que pueden provocarles ese peligroso estrés.
Como decíamos, los peces que sufren esta alteración pueden sufrir patologías graves sin que, por desgracia, nos demos cuenta e incluso, pueden morir sin esperarlo. ¿Por qué? Pues bien, ese estrés desencadena una serie de factores que hacen que su sistema orgánico se altere, afectando a su sistema inmunológico gravemente, el cual, se debilita y provoca que el pez se quede de ese modo indefenso frente a los posibles agentes patógenos.
Destacar que el nivel de estrés depende mucho de la especie de pez ya que hay especies que se adaptan mejor a esos desniveles pero, si quieres o tienes un acuario, deberías informarte de la propensión al estrés que tiene cada tipo de pez.
Con esto, no queremos decir que solucionando su problema de estrés, garanticemos que todos los peces del acuario estén sanos ya que son sensibles a determinados factores en función del tipo o raza pero, ciertamente, reducimos y garantizamos una calidad de vida positiva en muchos de ellos. Teniendo en cuenta de que debemos cuidar los factores básicos como la alimentación o la limpieza.
Si quieres saber todo lo necesario para que los peces no sufran estrés o saber si tus peces están padeciendo esas alteraciones tan peligrosas, en Muy Interesante os contamos todo lo necesario.

Es importante entender que los peces no nos van a dar signos claros como otro animal de cualquier enfermedad y que siempre intentarán tener un aspecto sano. Esto es un mecanismo de defensa que han creado con su evolución para evitar verse “débiles” y que sean presa fácil para su depredador.

Para poder detectar esta alteración en los peces es necesario que se lleve a cabo un tiempo de observación del animal para detectar cambios claros.

Cambian sus funciones biológicas específicas afectando así a otros puntos del pez e incluso llegan a tener cambios en su comportamiento.

Los puntos más importantes para detectar el estrés y que debemos supervisar son: la respiración, el apetito, la mentación o conciencia del pez, la actividad e, incluso, sus colores.

Este es el punto de observación más importante, si observamos que la ingesta de nuestro pez es mucho menor, es alarmante ya que ello puede desencadenar problemas serios derivados con poca movilidad o problemas en sus escamas.

Esto únicamente se puede saber sabiendo algo de las costumbres o comportamientos del pez. Hay peces más activos y peces menos, unos gustan más de estar en continuo movimiento y otros parados, unos son nocturnos y otros diurnos… Si observamos algún cambio notable en la actitud del pez será un gran síntoma de alarma.

Como cualquier ser estresado, bajo un periodo de alteración, la tasa de respiración y el ritmo aumentan considerablemente.

Si ves que la actividad de natación ha aumentado o ha disminuido, puede ser un síntoma claro de estrés.

Sus escamas, como el pelaje o la piel de cualquier animal, puede verse afectada por alguna alteración cambiando su color a colores más apagados e incluso sufriendo caídas continuas de escamas. Esto está muy determinado por el sistema endocrino.

Hay factores muy claros que pueden determinar el estrés pero, como todo, hay algunas ocasiones en que los animales sufren estrés sin motivo aparente. Esto tiene mucha relación con el tipo de raza.

Este es uno de los factores determinantes que pueden provocar estrés en los peces. Cada pez necesita unos parámetros químicos en el agua, quizás el pez en cuestión está nadando en un agua en la cual se siente incómodo. Para determinar esto, hay que leer sobre la raza en cuestión y hacer un control del parámetro acuoso químico de nuestra pecera.

Si la iluminación de nuestro acuario no es adecuada para su tipo, puede provocar serias alteraciones y estrés al animal.

Esto es sumamente importante porque la decoración debe sumistrar un entorno estable y agradable al pez así que no es únicamente poner un montón de piedras y un barco pirata, ¡es mucho más! Hay que saber si a nuestros peces les gusta el ambiente o no y esto se puede ver en función de su comportamiento y relación con su entorno.

Hay especies que están bien en un acuario más pequeño, pero hay otras que necesitan mucho más espacio para sentirse bien y nadar cómodas. De lo contrario, se sentirán agobiadas y limitadas.

Esto es muy importante, ¡no todas las especies son compatibles! Hay que conocer los hábitos y comportamientos de cada raza para saber si pueden congeniar o no.

Como en cualquier ser vivo, este es un factor primordial para el estrés. Debemos tener en cuenta que un pez bien alimentado tiene más posibilidades de sobrevivir que los que no, por ello, hay que saber qué les damos de comer, qué cantidad y cuándo.

Siempre se debe medicar un acuario o un pez bajo supervisión y bajo diagnóstico previo de un veterinario ya que puede ser peor el remedio que la enfermedad.

En primer lugar, si vemos alteraciones en nuestro pez, es importante que consultemos al experto, tengamos un ritmo de observación previa y sobre todo conozcamos al animal y sus hábitos.