Curiosidades y cuidados del podenco ibicenco, el orejón más elegante
El podenco ibicenco, una variante de la gran familia de los podencos, es estilizado, de tamaño mediano y carácter independiente y cariñoso.
El ibicenco es una raza variante de la “familia” del podenco originaria, como su nombre indica, de las Islas Baleares. Se cree que su origen (y el de los podencos en general) está en el Antiguo Egipto, ya que se han encontrado trazas de este tipo de perros en el arte e incluso restos de animales con una fisonomía muy parecida a la de esta raza. Parece que los egipcios los empleaban para cazar.
Aun así hay varias hipótesis en cuanto al origen de esta raza. Aunque no está del todo claro, una posibilidad es que los comerciantes fenicios establecidos en Cádiz trajeran a los podencos a las islas en sus viajes como perros de compañía. Otra hipótesis que se suele citar es que llegaron allí simplemente por múltiples viajes y cruces, la cual parece la más plausible.
En cualquier caso, sí parece claro que está emparentado con el resto de perros de caza europeos (galgos, otras variantes del podenco, etc) y que su origen es el mismo que el de estos.
Sin embargo, al igual que los galgos, está comprobado que no tienen por qué tener instinto cazador; de hecho, esta concepción es la que hace que muchos de ellos hayan sido empleados en temporadas de caza y, cuando los cazadores ven que “no sirven”, los abandonan. Es más, son perros que por lo general disfrutan estando en casa.
Aunque no es una raza muy conocida fuera de España, sí que ha traspasado nuestras fronteras, sobre todo a Francia, Reino Unido y Estados Unidos, llegando a haber incluso en Inglaterra un club llamado English Ibizan Hound Club. En Francia reciben el nombre de “Charnigue”.
Actualmente, son bastante comunes, y ya han perdido algo sus características más propias por los cruces con otros perros, pero siguen manteniendo varios rasgos definitorios. Son unos perros estupendos para el hogar, porque aunque son independientes, son muy fieles y quieren mucho a su familia.
Si te planteas llevar a tu casa a un perro de esta raza o similar, ten presente que en los refugios hay muchos esperando un hogar, pues son una de las razas que más sufren las consecuencias de las temporadas de caza.

No son especialmente nerviosos pero sí muy activos. Necesitan su buena dosis de ejercicio diario.

Disfrutan estando con su familia pero son desconfiados con los extraños; por eso tenemos que socializarlo bien desde cachorro.

Su característica física más notable son sus orejas, grandes, alargadas, puntiagudas y erguidas. Debemos revisarlas con frecuencia y limpiarlas, pues las tienen siempre expuestas.

No tienen problemas específicos de salud, pero sí tienen la piel muy sensible y propensa a rojeces, erupciones, etc.

Los podencos ibicencos son perros de tamaño mediano, cruz alta, delgados y muy estilizados, lo cual les diferencia del resto de podencos. Su peso oscila entre los 15 y los 25 kg.

Aunque no todos son iguales (y la mayoría son más de "casa" que de "caza"), es una raza que presenta instinto cazador. Es mejor no soltarles en lugares peligrosos, por si acaso, ya que si ven algo que identifiquen como presa pueden salir corriendo y no atender a órdenes.

Cuando son jóvenes son bastante activos y despiertos. Querrán verlo todo y no dudarán en meterse en los rincones más insospechados.

La mayoría son muy independientes pero cariñosos con su familia. Necesitarán algo de tiempo a solas para jugar y hacer de las suyas (por lo que una casa con jardín sería ideal para ellos), pero no les gusta quedarse solos.

Son grandes saltadores, por lo que cuidado con los muros o vallas bajos. Para él no supondrán ningún obstáculo.

Los ojos del podenco ibicenco son pequeños, algo rasgados y de color oscilante entre el ámbar y el verde. Son bastante similares al del resto de las variantes de podenco.

Sin embargo, a pesar de sus altos niveles de energía, el podenco ibicenco, por su inteligencia, es dócil y fácil de adiestrar, sobre todo mediante el refuerzo positivo.

Otro de los rasgos que más le diferencia del resto de podencos es el color rojo de su pelaje. No obstante, presentan varias variantes: su pelaje puede ser blanco unicolor, rojo (o cobrizo) casi unicolor, o, lo más común, a partes iguales, como los dos perros de la foto.

Son tímidos y serios (característica que comparten casi todos los perros que descienden de cazadores) pero les encanta estar en compañía de sus "humanos". Su lugar no es el campo (aunque disfruten enormemente en él); es la familia.

Su relación con otros perros es bastante buena, aunque por su desconfianza natural al principio puede costarle desenvolverse y jugar. Una buena socialización desde pequeño mejorará ese aspecto.

No necesita grandes cuidados específicos; con las visitas regulares al veterinario y un cepillado semanal bastará, ya que tiene el pelo liso, corto y duro. Lo único que debemos tener en cuenta es su necesidad de ejercicio.