Curiosidades sorprendentes del teckel, el perro salchicha
El teckel o dachshund es uno de los perros más populares y con un físico muy característico. ¿Sabías que es muy listos o que sufre de problemas de espalda?
El teckel es un perro cuya capacidad de adaptación es impresionante, pues será igual de feliz en un piso que en una casa con terrenos donde correr y jugar. Por eso, es una raza tan apreciada, además de por su carácter cariñoso, listo y equilibrado y por su aspecto físico tan peculiar.
Sus orígenes se remontan hasta el siglo XVIII en los países germánicos, y desciende de perros cazadores y rastreadores de tamaño pequeño y baja estatura. Parece ser que en sus inicios su tarea principal era la caza bajo tierra, de ahí su particular morfología.
En cuanto a su carácter, son perros inteligentes y que pueden ser algo testarudos, por lo que una buena educación y socialización son claves en su desarrollo. No obstante, son animales fáciles de educar y que comprenden rápidamente las órdenes nuevas, por lo que no son perros problemáticos por lo general. Además, la personalidad de cada perro y sus experiencias, como sabemos, también influyen en su carácter de adulto.
Les gusta mucho estar en compañía de su familia, y como también son activos, sus “humanos” ideales serán aquellos con los que pueda compartir muchos momentos, desde largos paseos hasta una tarde de sofá y manta. No llevan muy bien eso de la soledad, algo que tendremos que tener en cuenta antes de adoptar un perro de esta raza.
Aunque son perros de salud fuerte, son propensos a sufrir problemas de espalda. Como tienen la espina dorsal tan larga y las patas muy cortas en proporción, hay que tener cuidado con los saltos bruscos y las carreras muy intensas, pues puede sufrir graves lesiones.
Como hay varias variantes de teckel, su peso también varía, pero en general suelen oscilar entre los 3,5 y los 9 kg. En cuanto a su pelaje, también puede variar, desde el pelo corto, brillante y liso (el que todos tenemos en mente cuando hablamos del “perro salchicha”), al pelo largo duro, pasando por el largo y fino.
Si te planteas adoptar uno de estos simpáticos paticortos, te contamos algunas de las curiosidades más interesantes sobre esta raza y su cuidado.

Su gran característica es la desproporción entre su cuerpo alargado y las patas cortas. Esto se debe a una mutación genética parecida al enanismo, llamada bassetismo.

Es muy importante no dejar que engorde, pues el sobrepeso es mucho más perjudicial en esta raza que en otras, por su pequeño tamaño y su fisonomía particular. Puede llegar a sufrir hernias discales si llega a pesar mucho.

El teckel tiende a sufrir problemas de espalda, pues su espina dorsal tiene muy poca flexibilidad. No debemos permitirle saltar grandes distancias ni subir o bajar escaleras a una velocidad descontrolada.

No debemos levantarlo de las axilas, como a otros perros, sino colocando una mano en el pecho y otra en el trasero, para repartir la carga de su cuerpo y no hacerle daño en la espalda.

Necesita hacer ejercicio, pero sus patas y su espalda marcan un límite para él. Tu perro encontrará el suyo propio y no debemos forzarle más allá.

Al margen de esos posibles problemas de espalda, por lo demás son perros de salud muy fuerte y pueden llegar a vivir hasta 16 años.

Las orejas son una de sus zonas más delicadas, ya que al estar caídas es fácil que se acumule la suciedad y los parásitos, pudiendo causar infecciones.

El pelaje puede ser unicolor (rojizo, castaño o negro), o bicolor, con manchas o atigrado. Hay muchas variantes, aunque la más conocida es la de pelo corto liso, muy brillante y rojizo.

Los teckel tienen un olfato extraordinario; no podrás engañarle con dónde está la comida. Esto es debido a su pasado de gran cazador bajo tierra.

Conserva su instinto cazador, por lo que debemos estar atentos cuando lo soltemos. Eso sí, con una correcta educación no tendría por qué desobedecer a nuestras órdenes.

Necesita cariño y compañía y es una raza muy sociable. Además, al teckel le gusta mucho jugar y tiene una rápida capacidad de aprendizaje.

Es bastante valiente y no le tiene miedo a nada, por lo que tendremos que vigilarle para que no tome excesivos riesgos con su delicada espalda.

Tienen una personalidad fuerte, por lo que tienen fama de testarudos y difíciles de educar. Es cierto que son algo "cabezotas", pero nada que no pueda arreglarse con una educación básica.

Es muy inteligente y avispado. Por su fisonomía, quizá tendamos a sobreprotegerle, pero no olvidemos que no es indefenso y que no debemos dejar que piense que es el líder.

Tienen que sentirse valorados y queridos, por lo que no les gusta pasar mucho tiempo solos. El humano ideal para un teckel es el que tenga tiempo libre para pasear con su perro y para pasar ratos tranquilos en casa, siempre en su compañía.