
Curiosidades sobre el carlino
¿Sabes que su origen está en las altas esferas de la China Imperial? ¿Y que Josefina Bonaparte tenía uno y odiaba a Napoleón?
El pequeño y chato carlino es uno de los perros más populares y conocidos del mundo. Su origen se remonta al año 1000 a.C, cuando empezó a codearse con las altas esferas de la China Imperial (antes vivía con los monjes budistas en monasterios tibetanos). Fue en este país, China, amante de los canes chatos, donde los más distinguidos lo usaban como regalo para momentos importantes de la vida. La boda de un príncipe, por ejemplo.
El carlino no solo sirvió como presente, sino que se creía que podía predecir acontecimientos a través de las características arrugas de su piel. Los defensores de esta creencia afirmaban ver frecuentemente la palabra “príncipe” entre los pliegues de la dermis del can. Bueno, el perro también es buen cazador y eso tampoco les venía mal…
A partir del 1500 d.C, la raza se popularizó y todo aquel que lo deseó, pudo tener un carlino en casa. Fue entonces cuando comenzó la expansión de este perro chato por todo el mundo. Se cree que los primeros en dar a conocer la raza al resto de la humanidad fueron los comerciantes de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales y es que se llevaron varios ejemplares de China a los Países Bajos. Al poco, la Casa Real holandesa adoptó al carlino como perro oficial. En Inglaterra, fue Guillermo III quien catapultó la raza a la fama cuando accedió al trono y es que sus ejemplares causaron sensación entre la aristocracia y más tarde triunfaron en los círculos de la nobleza.
El carlino ha sido inmortalizado en cuadros de Goya y Josefina Bonaparte tenía uno inseparable que se llamaba Fortune y, que se dice, odiaba a Napoleón.
Dueño de un carácter curioso, alegre y enérgico, el carlino forma parte del grupo 9 de la Fédération Cynologique Internationale (FCI), es decir, del grupo de perros toy. Lo curioso es que con lo pequeño que es supuestamente tiene la misma ascendencia que los grandotes mastines. Sorprendente ¿verdad?
Si quieres conocer más curiosidades sobre este perro de apariencia tan particular, no te pierdas la galería de fotos que te hemos preparado a continuación. ¡Vas a alucinar!

Antes de que el carlino llegara a la corte de la China Imperial, fue el animal que vivía con los monjes budistas en el Tíbet y en China. Los budistas creían que estos animales mantenían a los malos espíritus alejados de sus casas.

Los más distinguidos de la corte imperial regalaban carlinos cuando sucedían acontecimientos tan importantes en sus vidas como el matrimonio de un príncipe.

Josefina Bonaparte tuvo un carlino llamado Fortune que le regaló el Vizconde Alexandre de Beauharnais, el anterior marido que tuvo antes de casarse con Napoleón. Precisamente fue a este último al que Fortune odiaba con todas sus fuerzas. Y el emperador a él.

Se cree que fueron unos comerciantes de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales quienes se llevaron varios ejemplares de China a los Países Bajos. Al poco, la Casa Real holandesa adoptó al carlino como su perro oficial.

El carlino aparece inmortalizado por Goya en algunos de sus cuadros. En la imagen, La marquesa de Pontejos. Foto: Miguel Hermoso Cuesta con licencia Creative Commons.

Los carlinos dieron nombre a una sociedad secreta formada por católicos en el siglo XVII.

En España y otros países europeos se le conoce como carlino por Carlo Bertinazzi, conocido como Carlin, un actor de comedias que en sus papeles de arlequín se ponía una máscara que recordaba a la cara del perro.

Al carlino también se le conoce con el nombre de pug. Esta palabra puede venir del latín pugnus, que quiere decir puño y que alude a la supuesta similitud que existe entre su cabeza y un puño cerrado. Pero también puede proceder de la palabra inglesa pugnoise cuyo significado es nariz chata. Por último, también se cree que puede proceder del mono tití al que antiguamente le pusieron el apodo de pug y cuya cara se parece a la del can.

El carlino suele vivir entre 12 y 15 años, recordemos que los perros pequeños generalmente tienen una esperanza de vida mayor que los canes grandes.

Su peso ideal se encuentra entre los 6,3 kg y los 8,1 kg, tanto en hembras como en machos.

El carlino es muy cercano cuando está en familia, no así con los desconocidos ante los que puede mostrar desconfianza. Protege con empeño su hogar y no dudará en ladrar si un extraño se acerca a la casa.

¿Y esto qué quiere decir? Los perros braquicéfalos son aquellos que tienen el hocico chato y, por tanto, presentan un cráneo más corto y ancho. Estos perros tienen los mismos tejidos que un perro de hocico "normal" o alargado, pero esos tejidos tienen que adaptarse a un espacio mucho menor que el de otros canes.

Como consecuencia de su hocico chato, el carlino puede presentar problemas respiratorios. De hecho, puedes reconocerlo por la calle por su fuerte respiración. Además, es famoso por sus portentosos ronquidos.

Lo ideal es que limpiemos regularmente (cada día o cada dos) entre las arrugas de su piel con una toallita húmeda, por ejemplo. La razón es que los pliegues acumulan suciedad.

La cola del carlino se enrosca fuertemente por encima del lomo y se mantiene alta. Los ejemplares que tienen como un doble tiburazón en la cola son muy codiciados.