15 curiosidades que quizá no sepas sobre el gato mau egipcio
El mau egipcio es un felino con un pelaje característico, unos ojos preciosos y origen "sagrado". Te contamos algunas curiosidades sobre este gato tímido e independiente.
El gato mau egipcio se destaca por la elegancia de su físico y su impresionante manto moteado. Sus orígenes están en la civilización egipcia, donde se le consideraba un gato de culto sagrado, y como tal aparece en representaciones del arte egipcio. Fue una princesa rusa, Natalia Troubetzkoy, la responsable de la introducción de la raza en Europa, ya que se trajo consigo desde El Cairo hasta Roma una pareja de gatos mau. Posteriormente, también llegaría a Estados Unidos. La raza fue reconocida poco a poco por distintas asociaciones independientes y finalmente de forma oficial.
Como curiosidad, sus patas traseras son ligeramente más alargadas y finas que las delanteras. Su musculatura es potente y son fuertes y veloces, lo cual, unido a su instinto, le convierten en un importante cazador. Debemos tener cuidado, por tanto, si tenemos animales más pequeños en casa, y no dejarlos solos en la misma habitación para evitar posibles accidentes.
Respecto a su pelaje, se reconocen cuatro variantes: gris plateado con manchas gris oscuro, bronce con manchas marrones, amarillo con manchas marrones (aunque también pueden ser grises) y gris oscuro con manchas negras. Aunque son similares a razas como el ocicat o el bengalí, podemos distinguir a un mau egipcio por la “M” que aparece en su frente, más pronunciada que en las otras, por sus ojos y por las variantes de color de su pelo. De estas tres razas, quizá el mau egipcio es el que tiene una apariencia menos “salvaje”.
Es muy sensible a las bajas temperaturas y a los cambios climáticos bruscos, por lo que tendremos que tener especial atención en los cambios de estación o con las corrientes fuertes de aire, que pueden perjudicar su salud.
En cuanto a su carácter, es un felino bastante tímido y reservado con los extraños, aunque no hostil. Simplemente les mostrará su indiferencia. Con los miembros de su familia, por el contrario, es afectuoso, aunque, como la mayoría de gatos, será cariñoso cuando él quiera serlo. Es bastante independiente y no le gusta que le atosiguen. Tiene además un gran instinto explorador y cazador, por lo que disfrutará mucho si dispone de un pequeño jardín o espacio al aire libre.
¿Quieres saber más sobre este precioso gato? Te contamos algunas curiosidades.

Su origen está en Egipto. Los que serían sus antepasados, gatos salvajes que fueron domesticándose por el contacto con los humanos, aparecen ya en representaciones del arte egipcio como gatos sagrados.

Se le comenzó a llamar Mau, una palabra asociada en Egipto al gato, porque, como animales sagrados que se les consideraba, se creía que veían más allá de este mundo y de la muerte.

Llegó a Europa, concretamente a Italia, alrededor de 1950, momento en que comenzó la crianza y perpetuación de la raza, y a partir de ahí se extendió por el resto del continente.

Lo más característico es su manto moteado, con manchas redondeadas oscuras sobre un fondo más claro, normalmente gris plateado, humo o color bronce. El pelo es corto, resistente y brillante.

Tienen una marca en el pelaje de la frente en forma de M que es imprescindible según los expertos para que a un gato se le considere un mau egipcio.

Sus ojos son grandes, redondeados y de forma ligeramente almendrada. El color suele estar entre el verde y el ámbar (excepto en los cachorritos, que normalmente son azules y van cambiando según crece). Las orejas son erguidas, puntiagudas y ligeramente grandes para el tamaño de su cabeza.

Algunos pueden tener tendencia a la obesidad, por lo que tendremos que controlar sus raciones de comida.

Aunque tienen esa tendencia a engordar, en principio el cuerpo del mau egipcio es alargado, de tamaño mediano y estilizado, pero bastante musculoso. Recuerda al cuerpo del gato abisinio.

Una de las características más curiosas del mau egipcio es que tienen las patas traseras ligeramente más largas y finas que las delanteras.

La esperanza de vida del gato mau egipcio está entre los 15 y los 18 años y no presenta problemas graves de salud.

Es un felino muy sensible al frío, por las temperaturas mayoritariamente cálidas de su lugar de origen, y a los cambios bruscos de temperatura.

Es independiente y tímido pero convive bien y es afectuoso con todos los miembros de la familia. Sin embargo, con los desconocidos es algo desconfiado y reservado.

El mau egipcio es además muy inteligente y puede ser bastante territorial y posesivo. La socialización es imprescindible desde cachorro para que esto no se convierta en un problema.

Le gusta mucho jugar y en general es un gato activo, que disfruta explorando a su aire. Sin embargo, no es un gato nervioso; por el contrario, su carácter tiende a ser tranquilo y equilibrado (siempre que controlemos sus instintos territoriales desde cachorro). Foto: IG @granttheegyptianmau.

Es muy buen cazador, por lo que no es buena idea que conviva con animales más pequeños. Su instinto puede provocar algún accidente.