¿Conoces al agutí?
El agutí es un roedor ágil, rápido y despierto que vive sobre todo en las zonas de Sudamérica y Centroamérica. ¿Quieres saber más sobre él?
En ciertas selvas y bosques del Cono Sur y de América Central vive un roedor del tamaño aproximado de una liebre, con un pelaje peculiar, ojos redondos y unas patas traseras sorprendentemente fuertes. Ágil y rápido, el agutí es un animal trabajador y diurno, que además ayuda a replantar algunos árboles en esas zonas que de otra forma quizás ya se hubieran extinguido. La explicación a esto último es que algunas de las semillas que transporta de un lado a otro y de las que se alimenta quedan enterradas bajo la tierra y de ellas brotan árboles.
Este precioso roedor está en peligro de extinción debido a varios factores. Por un lado, por la caza natural de los depredadores con los que comparte hábitat. Por otro, por la progresiva eliminación de su entorno por la intervención humana. Y, por último, por la caza de este animal en ciertas zonas, debido a que su piel y su carne son muy apreciadas en algunas regiones de Centroamérica y Sudamérica.
Aunque es posible domesticarlo, el agutí no es una mascota, sino que necesita un entorno lo más natural posible para disfrutar de una vida plena. Su carácter es manso y algo tímido, pero también observador y activo durante las horas del día. Durante la noche se refugia en su madriguera. Sin embargo, se ha adaptado a la convivencia en zonas en las que se nota la mano del hombre cambiando sus hábitos y tomando costumbres más nocturnas. Prefiere vivir en zonas boscosas cálidas.
Es curioso que cuando se alimentan siempre se sientan, manteniendo el cuerpo recto sobre sus fuertes patas traseras, de forma que pueden mantenerse atentos si se acerca alguna amenaza. Otra peculiaridad es que los agutíes son monógamos y se instalan con su pareja (la cual les suele durar toda la vida) en un territorio donde establecen su “morada”.
Su pelaje es brillante, corto y bastante áspero. Es más largo en la grupa que en el resto del cuerpo, y en esa zona además es indicador de un cambio de estado de ánimo en el animal, ya que el pelo de la grupa se eleva ante situaciones inquietantes o de estrés. Sus tonos suelen ir del marrón al rojizo y amarillento, aunque esto suele variar de una especie a otra.
Como decíamos, no es un animal doméstico, y como tal debe vivir en su hábitat natural. Sin embargo, al ser parecido a ciertos roedores domésticos, te traemos algunas curiosidades para conocer mejor a este pequeño animal que está continuamente en peligro.

Su nombre científico es Dasyprocta y abarca once especies, entre las que se encuentran, entre otras, el agutí brasilero, el serete o el agutí centroamericano.

Es habitual y muy conocido en Centroamérica y Sudamérica, donde recibe varios nombres coloquiales según la especie: sereque (Dasyprocta mexicana), ñeque (Dasyprocta coibae), picure (Dasyprocta guamara)…

Su hábitat son las selvas tropicales, aunque se adapta también a otro tipo de entornos naturales. Sobre todo busca vivir en lugares poco alterados por la mano del hombre.

Está en peligro de extinción porque su carne y su pelo son muy apreciados. Además es objeto de caza sin control y por está perdiendo su hábitat, así que se están comenzando a preservar ejemplares en cautiverio para evitar su desaparición, sobre todo en México.

Se le confunde habitualmente con el conejillo de Indias gigante, pero el agutí tiene el hocico mucho más largo y su pelaje y sus patas son diferentes.

Es del tamaño aproximado de una liebre. Su cuerpo mide entre 40 y 66 cm de longitud (depende de la especie) y pesan entre 2 y 7 kg. Los machos son ligeramente mayores que las hembras.

Lo que diferencia al agutí de otros roedores similares es la forma de sus patas: las delanteras acaban en cuatro dedos muy flexibles, que usan para agarrar y coger los alimentos. Las traseras, por su parte, tienen tres dedos y son muy fuertes y más gruesas, y les permiten dar grandes saltos.

Su esperanza de vida está entre los 12 y los 13 años, aunque en cautiverio (el cual no es su hábitat natural, por lo que no se recomienda) puede vivir algunos más.

En cuanto a su alimentación, se basa principalmente en frutos y semillas, y suelen enterrar frutos secos y granos de reserva. Es curioso que, al hacer esto, los agutíes a veces no las encuentran y contribuyen así a la reforestación mediante la diseminación de semillas. También comen algunas flores y brotes.

Los agutíes son monógamos. Forman parejas estables que les duran prácticamente toda la vida y se establecen juntos en un pequeño territorio.

Son animales que concentran su actividad durante el día y duermen en madrigueras excavadas que suelen tener una profundidad de medio metro. Si se sienten amenazados por la presencia humana o de otros animales pueden cambiar sus hábitos.

Los agutíes son bastante tímidos y mansos, sobre todo cuando se les domestica desde muy jóvenes. Sin embargo, aunque puede ser un animal doméstico, su hábitat es el bosque, y no se recomienda tenerlo en cautividad.

Los patrones de su pelaje pueden variar bastante de una especie a otra, e incluso dentro de una misma especie. Pueden ser de color café con toques rojizos o amarillentos, de tonos grisáceos, anaranjados…

Es un gran trabajador; madruga mucho y pasa el día trabajando, buscando alimento, enterrándolo, recorriendo los bosques…

Es bastante rápido y ágil, gracias a sus fuertes patas traseras. También es un buen saltador y, si es necesario (por ejemplo, si se ve amenazado), puede llegar a alcanzar una gran velocidad en sus desplazamientos.