Mi gato es muy nervioso, ¿cómo le ayudo?
Si tu felino eriza la cola, gruñe o no quiere mimos es bastante probable que tenga miedo o esté estresado por algún motivo.
Por norma general, los gatos son animales tranquilos que disfrutan relajándose dentro del hogar. El sofá, la cama o las cajas de cartón son sus lugares favoritos, donde pueden pasar horas y horas sin reclamar tu atención. Sin embargo, es posible que alguna vez te hayas encontrado ante un minino especialmente nervioso. Esto se debe a que algunos peludos no soportan los cambios en su entorno y se estresan fácilmente, por lo que podrían volverse agresivos o incluso atacar. Es la reacción natural al miedo que sienten en ese momento, por lo que no debemos gritarles o alterarles más aún.
Cualquier estímulo novedoso puede hacerles entrar en pánico. Los viajes en coche y las mudanzas no suelen ser bien recibidos por los mininos. Además, al igual que a los seres humanos, les incomodan ciertos objetos, ruidos y olores, por lo que será fundamental aprender a reconocer sus reacciones. Algunas conductas son clave para comprenderle: si eriza la cola, gruñe, no quiere mimos o se esconde, es bastante probable que se sienta estresado o que tenga miedo por alguna razón. ¡Mantente alerta!
Por otro lado, puede que el nerviosismo de tu gato esté relacionado con alguna enfermedad. Algunos felinos sufren estrés crónico, trastornos dermatológicos y problemas músculo esqueléticos. Acudir al veterinario para que determine qué le ocurre a tu mascota siempre será la mejor opción.
Cómo actuar ante un gato nervioso
Para evitarle sufrimiento a tu mascota, es importante ser previsor y eliminar todo aquello que pueda causarle estrés. No obstante, sabemos que no siempre es posible, por lo que tendrás que ayudarle a adaptarse poco a poco. Será fundamental que el peludo tenga un lugar en el que pueda sentirse protegido y que esté acorde a sus gustos. Además, deberás tener en cuenta la edad y el carácter del animal si pretendes incorporar otra mascota en casa.
Del mismo modo, podrás atraerlo con comida o probar a darle su juguete favorito. El animal se sentirá contento durante un buen rato y se olvidará de lo que tiene a su alrededor. Será igual de conveniente que emplees un tono de voz tranquilo y que tengas una actitud calmada. Recuerda que tu peludo no puede relajarse si tú estás estresado. Si quieres saber más sobre el nerviosismo en los gatos, no te pierdas la siguiente galería.

A los felinos no les gusta que alteren su entorno. Por ello, evita mover los muebles y objetos de casa continuamente.

Al igual que los humanos, los gatos detestan ciertos objetos y ruidos, por lo que podrían alterarse. ¡Aprende a reconocer sus señales!

Cuando un minino está muy nervioso, puede sentirse amenazado y llegar incluso a atacar. Ten cuidado y evita que tu mascota se estrese.

Cuando un gato está enfadado o se siente atacado, eriza la cola. Si tu mascota reacciona así, puede que no se sienta muy bien.

Igualmente, un gato nervioso o asustado tenderá a esconderse. Este es otro síntoma que deberá preocuparnos.

Puede que tu minino no sea especialmente cariñoso. Sin embargo, un gato nervioso estará más susceptible de lo normal y se volverá más arisco.

Algunos gatos sufren trastornos dermatológicos que están relacionados con la parasitosis. Vigila su piel y cuida su pelaje.

Del mismo modo, podría sufrir dolor espinal debido a la artritis o las hernias discales. Prevenir enfermedades acudiendo al veterinario es fundamental.

Si te mudas y no puedes evitarle el trastorno, reserva una zona especialmente para él donde pueda sentirse protegido y esté tranquilo.

Dos siempre es mejor que uno. Sin embargo, si vas a adoptar otro animal tendrás que valorar la edad y el carácter de tu gato. Si es demasiado mayor, puede que no sea muy buena idea alterarlo.

Si el minino está triste o nervioso debido a los cambios, prueba a darle su comida favorita. Se sentirá mejor y poco a poco lo irá asimilando.

Igualmente, se sentirá más tranquilo si le das su juguete favorito, ya que no se fijará tanto en lo que sucede alrededor.

Para evitar que tu gato se altere, será necesario hablarle en un tono de voz tranquilo. Lo mismo ocurre cuando debas llamarle por su nombre.

Los gatos son animales muy inteligentes que perciben lo que ocurre a su alrededor. No servirá de nada que juegues con él o le des su comida favorita si tú no estás relajado.

Como siempre, será necesario que el peludo reciba el diagnóstico de un profesional. Solo así sabremos realmente qué le ocurre a nuestra mascota.