Probablemente, en ocasiones sentirás que eres el centro del mundo de tu perro. Le has enseñado a darte la patita, a sentarse cuando se lo pides e, incluso, a hacer la croqueta. Tu mascota está aprendiendo continuamente y, seguramente, su vida no sería lo mismo sin ti. Sin embargo, pocas veces nos paramos a reflexionar sobre lo mucho que aprendemos de nuestras mascotas a diario. Algunas personas creen que solo los seres humanos somos capaces de enseñar a vivir a nuestro mejor amigo de cuatro patas. Y, aunque tenemos esa habilidad para enseñar y cuidar a nuestra mascota, lo cierto es que la mayoría de veces son ellas quienes nos dan lecciones de vida a nosotros.
Aunque no hablan, los perros son animales leales, generosos y puros que muestran su amor incondicional con su tierna mirada. Se alegran cada vez que te ven, aunque solo hayan pasado diez minutos desde la última vez que te fuiste de casa. Para ellos solo existe el presente, por lo que jamás te guardarán rencor aunque le hayas regañado la noche antes. Además, disfrutan del día como niños pequeños, y un simple paseo puede convertirse en una oportunidad perfecta para explorar el mundo.
Nuestras mascotas, más allá del cariño infinito y los momentos de diversión, saben que cada día es único y que siempre existe una razón por la que ser feliz, aunque los humanos nos atormentemos con problemas del día a día que la mayoría de veces tienen solución. Lo reconozcamos o no, los perros nos llevan años de ventaja en este sentido, ya que saben valorar lo verdaderamente importante.
Por ello, debemos dejar que sea nuestro perro el que de vez en cuando nos enseñe a vivir la vida. Debemos empaparnos del optimismo de nuestro mejor amigo, disfrutando de los pequeños placeres de la vida y, sobre todo, mostrando nuestro cariño a las personas que queremos y tenemos cerca. Si quieres saber más sobre las lecciones de nuestros peludos, no te pierdas la siguiente galería.
Amor incondicional
Da igual lo que hagas o lo mucho que te enfades. Tu perro estará ahí siempre que lo necesites, y pase lo que pase nunca te abandonará.
Divertirse es esencial
Cuando crecemos, abandonamos aficiones por miedo o falta de tiempo. Los perros nos enseñan que nunca es tarde y, sobre todo, que hay que encontrar un momento al día para ser felices.
Cada plato es un manjar
Puede que no valores demasiado el plato de macarrones que acabas de comerte, pero para tu perro cada comida es una explosión de sabor y disfrutará su alimento bocado a bocado (aunque lo engulla velozmente).
Lealtad a los seres queridos
A medida que crecemos, nos volvemos más independientes y nos olvidamos de los demás. Sin embargo, los peludos tienen claro que la familia es lo más importante y que ante todo hay que protegerla.
Viven el día a día
En ocasiones pensamos que nuestra vida será infinita, y damos por hecho que nuestros seres queridos estarán siempre con nosotros. Sin embargo, los perros muestran su amor a diario, porque no saben cuándo será la última vez.
Felicidad en lo cotidiano
Un paseo por la mañana, el aire fresco cuando montan en coche… los peludos disfrutan con las cosas sencillas del día a día, demostrándonos una vez más que saben vivir la vida.
No temen al amor
Puede que te cueste mostrar tus sentimientos, o que no lo hagas por miedo al rechazo. Sea como sea, los perros son animales generosos que muestran su amor sin barreras, ya que no saben reprimir lo que sienten.
Confianza ciega
Los perros confían ciegamente en nosotros porque para ellos somos lo más importante. Nos enseñan que, de vez en cuando, hay que confiar en los demás y dejar de pensar que todo el mundo tiene malas intenciones.
Se aceptan como son
No les importa su tamaño o apariencia. Ellos se aceptan tal y como son y se sienten felices por tener alguien a su lado. Igualmente, les dará igual tu apariencia, ya que solo se fijan en el interior de las personas.
Dejan atrás el pasado
Los seres humanos nos atormentamos con los errores del pasado, y gastamos mucho tiempo pensando en situaciones que no podemos modificar. En cambio, los perros saben que hay que centrarse en el presente, disfrutando lo que se tiene ahora.
Siguen su instinto
Las personas analizamos y razonamos mucho la conducta propia y la de los demás. Aunque no es malo, a veces es mejor dejarse llevar por el instinto y actuar conforme a lo que sentimos en ese momento.
¡Hay que moverse!
Puede que tengas un perro que no para quieto. Los canes nos recuerdan la importancia del ejercicio físico y la necesidad de no tener una actitud pasiva ante la vida.
Tiempo de relajación
Del mismo modo, los peludos saben que encontrar un momento solo para nosotros es crucial, y que es necesario relajarse para recargar las pilas y comenzar el día con energía.
¿Sabes escuchar?
Todos en algún momento hemos aburrido a algún amigo o amiga con nuestros problemas. Sin embargo, los perros saben escuchar a los demás, prestando atención a nuestras palabras y empatizando con nosotros.
Son agradecidos
Los peludos agradecen con lametones, abrazos y mimos todo lo que hacemos por ellos. Los seres humanos a veces nos olvidados de valorar aquellos gestos que las personas tienen con nosotros.
RECIBE CADA SEMANA LAS NEWSLETTERS DE MUY INTERESANTE