Estamos seguros que las fotografías que vas a ver a continuación te suenan bastante. Cualquier parecido con la realidad es totalmente real. Es una galería basada en hechos reales.
¡Los perros son unos food lovers de nacimiento! Y lo dejan claro todo el día. Da igual la hora, el lugar, el momento, si un perro escucha que has cogido ese paquete de galletitas que tanto le gusta… ¡Prepárate para su mirada tierna exigiéndote un trocito!
Y es que saben cómo manejarnos, saben que nos gusta mimarlos y también saben que su carita de pena pidiendo comida nos produce una ternura tan intensa que tenemos que aguantar las ganas de darles un trozo de ese filete tan apetitoso que nos hemos preparado para cenar. ¡Y no es por hambre! Es más bien por gula o, mejor, por instinto. Además, los perros tienen un olfato tan sensible que para ellos la comida es irresistible.
¿Te suena esta situación? Preparas tu mesa, sirves la cena, llenas tu vaso de agua y de pronto bajas la mirada y… ¡ahí esta! ¡Con esos ojos! Sí… ¡Te lo está pidiendo! “Dame un trocito de eso, porfi, que nadie se va a enterar”, parecen decir sus ojillos.
Otros son unos verdaderos ninjas en eso de robar algo de comida y su amor por lo que come su humano es tal que… ¡nos dejan imágenes de lo más graciosas!
¿Te quieres reír un rato? Prepárate para una galería de fotos cargada de comida y perros. ¡Son incorregibles!
Oye, eso tiene buena pinta
Le decía con su mirada el tierno cachorro a su dueño, que intentaba disfrutar de una cena tranquila.
¿Y te lo vas a comer todo?
Preguntaba el perro mientras observaba pacientemente las tortitas de su dueño, deseando que por casualidad un trozo cayese en su boca.
¿Qué es eso? ¿Por qué huele tan bien?
Preguntaba el desesperado perro con la lengua fuera mientras… ¡se le hacía la boca agua!
Esto… ¿a qué sabe?
Comentaba el curioso can a su dueño mientras este intentaba disfrutar de una comida amena la cual iba a sufrir las consecuencias de una tierna mirada.
Yo quiero de eso
Mandíbulas le exigía a su dueño mientras este intentaba comer algo de helado en una calurosa tarde de verano.
¡Es que huele tan bien!
Decía la bóxer mientras se relamía sin parar al notar el olor de la comida.
Dueño, no me quites la mirada
“Estoy hablando seriamente contigo, yo también merezco esa merienda”, exigía el can mientras miraba a su dueño fijamente.
¿Puedo unirme a la peli? ¿Y a las palomitas?
Creemos que lo que menos interesaba a Toby era la película.
Enamórate de quien te mire como un perro mira a unos ganchitos
“Creo que estoy enamorado”.
Esta situación seguro que te suena
“Hola, no te preocupes, si se cae algo accidentalmente (guiño, guiño), yo lo recogeré”.
“Creo que estoy viendo el paraíso”
Comentaba el perro al lado de la barbacoa mientras su boca se volvía agua observando lo que se estaba cocinando.
¡Ahora!
Gritaba el pequeño Bruce al actuar como un ninja para saborear los cereales de su dueño una vez este se había despistado.
¿Nos das?
Preguntaban los hermanos Ladriditos junto a su pequeña dueña, a la que tampoco le disgustaría probar un poco de esa comida.
¡Es mío! ¡Victoria!
“Fui a por un vaso de agua a la cocina. Fui muy inocente. Dejé la pizza encima de la mesa. Al volver esta era la situación”, explicaba un hambriento dueño tras la captura "pizzera" realizada por Lanitas.
“Me siento observado”
Comentaba el dueño de Stinky, el cual observaba pacientemente al final de la mesa una apetecible salchicha.
RECIBE CADA SEMANA LAS NEWSLETTERS DE MUY INTERESANTE