Como cualquier ser vivo, los gatos tienen unos síntomas específicos que nos hablan del estado de su salud. Tu mascota hará una serie de cosas para alertar a su entorno de que no está bien. ¿O acaso nosotros no lo hacemos? Pues ellos igual.
Ahora bien, ¿sabemos con exactitud cuándo nuestro gato puede estar pasando por un mal momento de salud? En ocasiones es vital que detectemos una serie de síntomas lo antes posible para que la vida de nuestra mascota no corra peligro pero... ¿qué debemos saber?
Lo primero que debemos entender son dos puntos básicos que nos van a hablar de la salud de nuestro minino:
Debemos observar con mucha frecuencia al gato. Si detectamos alguna anomalía notable en su comportamiento o en sus necesidades básicas y biológicas, es posible que le ocurra algo al animal. Debemos estar atentos.
Revisa su salud en el veterinario. Si notamos cualquier síntoma anómalo, lo más acertado es acudir a un profesional para que nos explique qué le puede estar ocurriendo al animal. Pese a eso, es positivo que nuestro gato tenga algunas revisiones de vez en cuando para ver su estado total de salud e igualmente que tenga todas sus vacunas en regla con su cartilla de vacunación.
El estado de salud de un animal puede cambiar de la noche a la mañana pero, a diferencia de las personas, un gato no nos podrá decir qué le duele o qué le ocurre. Lo que nos lo dirá será su comportamiento, sus cambios y, ante todo, el diagnóstico profesional que le realice un experto.
Para que os quedéis mas tranquilos y sepáis qué debéis observar de vuestro minino, qué cosas pueden cambiar y de qué aspectos tenemos que estar más pendientes, desde Muy Mascotas os traemos 15 puntos básicos que nos hablan acerca de la salud de nuestro gato pero, insistimos, ante cualquier anomalía, se debe consultar y visitar a un experto veterinario que analice y nos cuente qué le ocurre. La salud de tu gato requiere de tu responsabilidad, tiempo y atención.
¿Duerme más de lo habitual?
Cada gato es un mundo pero cada dueño conoce a su gato perfectamente. Los gatos, de media, duermen unas 12 horas diarias. Tu gato, por personalidad, puede ser más inquieto (y dormir menos) o más dormilón (y dormir más) pero, sea como sea, si notamos algún cambio notable en la actividad y actitud del gato, puede que nos esté diciendo algo, mucho cuidado.
¿Está bebiendo suficiente agua?
Que un gato esté hidratado es básico para su salud, especialmente en épocas de más calor ya que puede sufrir más riesgo de deshidratación o golpe de calor (pero es importantísimo siempre). Debemos asegurarnos de que siempre tengan acceso a agua y también hidratarles a través de los alimentos. Recordemos que la hidratación es básica para la regulación de la temperatura corporal del minino y además básica para su salud.
Su pelaje nos habla
Observa su pelaje. ¿Está como siempre? ¿Se está cayendo con más frecuencia? ¿Tiene calvas? ¿Alguna herida? Su pelo y su piel nos hablan enormemente de su estado de salud. Revisa todo lo posible su pelo y, en caso de que encuentres algo anormal, visita a un experto. Un buen momento para hacerlo es en un rato de caricias o a la hora del cepillado.
Excesivo rascado
Si el gato no para de rascarse o lamerse, puede que nos esté alertando de que hay algo que le molesta. Obsérvalo y acude a un experto planteándole el problema e indicando la zona en la que el gato se rasca. Puede tener alguna reacción cutánea, herida o anomalía.
Secreción
Si observamos secreción en sus ojos, nariz u orejas es importante que acudamos inmediatamente a un veterinario para que le revise esas zonas. Puede tener algún tipo de infección.
Ronroneo frecuente
¿Tu gato maúlla con frecuencia? ¿No para de ronronear? Puede que esté sintiendo molestias o dolor e intente expresarse. Tu gato puede estar quejándose. Una opinión experta puede decirnos con exactitud qué le ocurre.
Tos
Si notamos que nuestro gato tose en exceso, se atraganta o su maullido se ha vuelto más grave, puede que tenga algún problema nasal, pulmonar o algún tipo de resfriado. Debemos acudir a un veterinario.
Respiración anormal
Como dueño, debes conocer la respiración de tu animal. Si notamos que le cuesta respirar o que, por el contrario, lo hace de forma agitada, es de vital importancia que acudamos al veterinario. Podemos estar hablando de algo serio.
Olor fuerte en orín y heces
Si notamos un olor fuerte y anómalo de su bandeja sanitaria, podemos estar hablando de algún tipo de problema intestinal o excretor severo. Igualmente si notamos anomalías en sus frecuencias o en los aspectos básicos de sus desechos, es importante que lo anotemos y acudamos a un experto.
Mal aliento
Si al gato le huele mal el aliento, podemos estar hablando de un problema bucal, dental o incluso intestinal.
Desequilibrio
Si notamos mareos, rareza al caminar, falta de coordinación o desequilibrio es imprescindible que acudamos a un experto, podemos estar hablando desde un problema nutricional que le produzca un bajo estado vitamínico a problemas más serios como un problema neuronal.
Vómitos o arcadas
¿Tu gato está vomitando con frecuencia o notas que tenga arcadas? Debes acudir a un veterinario de inmediato ya que puede tratarse de algún tipo de anomalía intestinal o incluso que haya algún tipo de alimento que el animal no tolere.
Cambios en su actividad
Los gatos pueden ser más o menos activos en función de su personalidad pero, si observamos cambios en su actividad como que el gato está más adormilado o, de lo contrario, está enormemente inquieto, puede que nos esté alertando de alguna anomalía.
Cambios en su apetito
Si tu gato no se encuentra bien uno de sus primeros síntomas será la inapetencia o, de lo contrario, un deseo incontrolable por comer, dando pie a engordar.
Almohadillas, nariz, orejas...
Las zonas que los gatos tienen más expuestas al exterior y están más desprotegidas son las almohadillas, nariz y orejas. Es positivo y necesario que las observemos con frecuencia ya que heridas en esas zonas son bastante comunes y pueden desembocar en algún tipo de infección.
RECIBE CADA SEMANA LAS NEWSLETTERS DE MUY INTERESANTE