¿Qué es la bursitis de codo que pueden sufrir los perros?
Se presenta mayormente en perros grandes y puede ser fruto de un traumatismo fuerte o de leves y continuados, como dejarse caer al suelo sobre los codos.
Hay patologías que debemos conocer con exactitud y tener presente que a lo largo de la vida de nuestro perro pueden aparecer. Más aun si nuestro perro es un can de tamaño grande. Cada tipo de perro tendrá unas patologías más marcadas pero, en este sentido, debemos conocer y reconocer cuándo nuestro can sufre bursitis de codo.
La bursitis de codo es una patología bastante común y es frecuente que el veterinario tenga problemas a la hora de tratarla. Es primordial que se diagnostique a tiempo, ya que la movilidad y la calidad de vida del perro dependerán de un diagnóstico temprano.
Con esto, no queremos decir que sea excesivamente peligrosa pero, como toda patología, si un perro la sufre puede tener una serie de síntomas nada positivos para él.
Observa el codo de tu perro, ¿tiene algún bulto? Bien, ese bulto no es normal, no debería estar ahí y es muy probable que tenga esta patología. Incidimos en la idea de que la bursitis puede llegar a ser un problema crónico en la vida del animal generándole dificultad de movimiento y otros síntomas.
Nuestros animales en sus codos tienen una especie de almohadilla conocida como bursa, cuya función es amortiguar la fricción de los tendones, los músculos y las articulaciones. Es una especie de bolsa blanda que sirve como elemento protector. Pero, en ocasiones, esta bursa puede obstruirse o inflamarse.
Como todo, no todos los perros reaccionan de igual manera ante la aparición de bursitis pero, normalmente, esta patología le suele causar dolor e incomodidad al perro y dolor de cabeza al dueño, por la preocupación por esa especie de “pelota” en el codo de su mejor amigo.
Para evitar esto, la prevención comienza desde que son cachorros. Con unos cuidados adecuados desde su más temprana edad evitaremos que el can desarrolle esta patología.
Desde Muy Mascotas te contamos todo lo que necesitas saber para detectar, entender y prevenir la bursitis de codo.
Qué es
La bursitis de codo es técnicamente conocida como bursitis olecraniana o higroma de codo y es una inflamación notable en las “bursas” o almohadillas de los codos del animal que dificulta la amortiguación de las mismas.
¿Qué significa bursitis?
Bursitis significa inflamación de la bursa sinovial la cual es la responsable de la producción del líquido sinovial, básico para el correcto funcionamiento motor de nuestro perro.
Síntomas
La bursitis tendrá un primer síntoma con la aparición de un bulto o inflamación en la zona (algo así como una pelota) que le dificultará el movimiento.
Causa
Lo más normal es que la bursitis haya aparecido por algún tipo de traumatismo fuerte o por un traumatismo más leve pero que ha ocurrido de manera continuada. Por ejemplo, que nuestro can cada vez que quiera echarse en el suelo a descansar, se deje caer sobre sus codos acabará haciendo que las bursas se inflamen.
¿Tiene tratamiento?
Existen múltiples tratamientos para la bursitis, aunque el tratamiento idóneo dependerá del estadio de la bursitis ya que puede ser leve o grave y también de otros síntomas que pueden surgir de la misma, como una infección.
Vendaje de presión
Los vendajes o los protectores de codo serán el primer tratamiento más común. El veterinario será el encargado de vendar y el dueño deberá asegurarse de que el animal no se quite el vendaje.
Reposo absoluto
Un paciente canino con bursitis necesitará reposo absoluto. Únicamente y solo bajo recomendación veterinaria (depende del estado del animal) podrá dar un pequeño paseo para hacer sus necesidades, pero nada más. Tengamos en cuenta que cuanto más se mueva peor será para la inflamación
Antibiótico
Si se ha diagnosticado que la inflamación de las bursas ha desembocado en una infección y hay presencia de pus, antes de establecer otro tratamiento, deberá tener una dosis de antibiótico.
Drenaje
Como método para frenar la inflamación o para acabar con bursitis de codo más graves, se llevará a cabo un drenaje en el cual con una aguja fina el experto sacará el líquido sinovial que está provocando la inflamación.
Posibilidad de cirugía
Si estamos hablando de bursitis más graves, se sopesará el llevar a cabo una operación. Esto ocurrirá en los casos en que los que ya exista infección de la bursa y tejidos adyacentes o exista la presencia de una úlcera en los tejidos de la zona.
Prevención
Desde que son cachorros debemos proporcionarle una cama o superficie suave, firme pero acolchada, para que duerma y descanse, ya que, los perros al tumbarse se dejan caer, por ello, un traumatismo leve pero continuado puede provocar una bursitis. Igualmente hay que controlar el peso de los canes, especialmente los grandes, ya que, si las articulaciones aguantan mucho peso puede que desemboque en un estrés articular que provoque la bursitis.
Consideración
Si nuestra casa cuenta con un patio en el que el perro juega y pasa bastante tiempo, el suelo de madera o asfalto puede provocarle traumatismos leves continuados. Lo mejor es que tenga una zona de césped o arena donde los golpes sean amortiguados y pueda descansar tranquilo.
Principales afectados
Hay razas más propensas a sufrir esta patología. Hablamos de razas grandes y gigantes cuyas articulaciones aguantan mucho peso aunque, poco a poco, se ha visto que los perros pequeños también están sufriendo esta patología.
Perros con sobrepeso
Los perros con sobrepeso, independientemente de su tamaño, serán propensos a sufrir bursitis de codo ya que su articulación soportará más peso del necesario y puede desembocar en inflamación de la bursa. Por ello y por otros posibles problemas debemos controlar el peso del can para que esté en el adecuado.
Diagnóstico veterinario
En el momento que veamos algo anormal en el movimiento o en el aspecto del codo de nuestro can, deberemos acudir a un especialista para que diagnostique el problema, el grado y el tratamiento a seguir. En primer lugar se pueda evitar que desemboque en problemas mayores y en segundo lugar se pueda solucionar el ya presente. Igualmente, si hay complicaciones nuestro perro necesitará visitas regulares al veterinario.
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