Saber que nuestra gata está embarazada es primordial para su salud y la de las crías. Cuando esté embarazada nos dará algunos síntomas o pistas para notar su estado.
Una gata tiene su primer celo, de manera general, entre los 8 y 10 meses de edad (depende de la gata y la raza). Esto quiere decir que, a partir de este momento, un embarazo puede ocurrir. En el momento del celo, las gatas estarán más cariñosas y nerviosas y es muy probable que tiendan a escaparse en busca de algún macho si no hay ninguno en el hogar. Es por esto, que es muy importante que entendamos que si queremos evitar que nuestra gata se quede embarazada, la esterilización es básica.
Debemos destacar que las gatas son animales muy fértiles, por lo que es posible que tengan varias gestaciones a lo largo de su vida que dén lugar a camadas.
Hay cosas que debemos entender para darnos cuenta y estar más informados del estado del animal: durante las dos semanas de gestación de la gata, aun estando embarazada, puede tener el celo, por lo que es probable que siga buscando a algún macho.
Es importante que comprendamos que nuestro animal tendrá cambios en su comportamiento y signos físicos claros de su estado. Por ello, el animal tendrá unas necesidades específicas de su estado y una actitud normalmente distinta de la que suele presentar.
Frente a un embarazo, el dueño debe tener unas consideraciones previas y estar al tanto de cosas tan necesarias como la temperatura del animal o un aumento del apetito. El parto de la gata será de manera inminente (es decir, normalmente un veterinario hará una estimación pero no deja de ser algo estimado, no algo concreto) pero hay algunos síntomas que el animal nos mostrará para decirnos que el momento se acerca y, así, ayudar y facilitar todo lo necesario para que este sea lo más tranquilo, natural y cómodo posible.
¿Cómo sé si mi gata está embarazada?
Los primeros síntomas de embarazo en una gata aparecen tras 15 días de su fecundación. Para saberlo, la gata nos dará una serie de síntomas físicos claros. Te los desvelamos.
Aumento mamario
Este es normalmente el primer síntoma y el más común a todas las gatas. Podemos observar que las mamas comienzan a crecerle considerablemente e igualmente, ella buscará estimularse lamiéndose, para generar más adelante la subida de leche.
¿Náuseas?
Como cualquier ser vivo, nuestra gata en el caso de que esté embarazada puede sufrir náuseas y vomitar pero, si esto ocurre con mucha frecuencia, debes acudir inmediatamente a un veterinario.
Aumento de peso
La futura madre aumentará unos 2 ó 3 kilos de peso. Debemos tener en cuenta que normalmente experimentan un aumento del apetito temprano, por eso es importante que consultemos a un veterinario para que nos explique qué tipo de dieta seguir.
Vulva
Esta parte de los genitales se hace más visible ya que se inflama considerablemente.
Vientre
El vientre comienza a aumentar a medida que el embarazo avanza. Es importante no tocarlo para no lastimarla ni a ella ni a los futuros gatitos.
¿Cambios en el comportamiento?
Como cualquier embarazada, las hormonas harán que desarrolle un poco más el “instinto maternal”, pudiendo mostrarse más cariñosa o intentando llamar un poco más tu atención. Igualmente se sentirá muy cansada y dormirá muchas más horas.
A tener en cuenta
Pese a que haya síntomas claros, lo más común para saber si tu gata va a ser madre es que el veterinario realice una ecografía (siempre después de los primeros 15 días de gestación) y, es incluso común que se realice otra sobre el día 40 de gestación para ver cuántas crías vienen.
¿Qué hacer si está embarazada?
La recomendación fundamental es acudir a un veterinario ya que, como todo, cada gata tiene un peso y unas características distintas y por ello hay que tener consideraciones profesionales sacadas de diagnóstico, como la dieta o incluso si es necesario algún tipo de tratamiento.
¿Cuánto dura el embarazo?
Normalmente el periodo de gestación se compone de algo más de 60 días y el límite para que se provoque el embarazo se estima en unos 72 días. Si fuera de este tiempo la gata no ha tenido ni contracciones, es necesario que acudamos a un veterinario.
Síntomas de parto inminente
Hay síntomas claros que nos demuestran que nuestra gata está preparada para dar a luz y las crías a nacer.
Cambios de actitud
Nuestra gata estará más inquieta y molesta. Le oirás maullidos y llantos, que cuanto más cerca esté el parto, más fuertes y constantes serán.
Temperatura corporal
Cuando se acerque el momento del parto, su temperatura corporal descenderá.
Consideración importante
Expulsará el tapón mucoso de aspecto amarillento, comenzará a tener contracciones que podrás ver en su vientre y ella se lamerá incesantemente.
Cuando comienza el parto…
Normalmente las gatas no requieren de ayuda para parir pero es positivo que estés cerca de ella, sin molestarla, habiéndole preparado lo que podría ser su nido (una toalla por ejemplo).
¿Qué hacer ante un parto?
Sobre todo mantener la calma, la gata debe estar tranquila ya que ella será la encargada de casi todo, por lo que debemos intervenir lo menos posible. Si ves que hay algún tipo de complicación, es totalmente necesario que la lleves lo más rápido posible al veterinario, por su propia salud y la de las crías.
Síntomas de problemas en el parto
Si observamos cosas como que los cachorros no son expulsados a pesar de sus esfuerzos, aparece un líquido de color oscuro, la gata se adormila, tiene fiebre, fuertes hemorragias, malestar excesivo, diarrea o vómitos, es necesario que acudamos a un veterinario lo más rápido posible.
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