Todo aquel que quiere poner un felino doméstico en su vida y su hogar debe tener en cuenta que este, como cualquier animal, puede sufrir enfermedades muy graves que pueden afectarle tanto a él como a su entorno.
De todas esas enfermedades, una de las más importantes es la toxoplasmosis ya que, aunque no es enormemente común, según datos de GEMFE (Grupo de Estudio de Medicina Felina de AVEPA) el 60% de los gatos callejeros se ha visto afectado por esta enfermedad y sólo posteriormente un porcentaje muy bajo de personas afectadas ha dado síntomas notables a tiempo para frenarla.
Es una enfermedad compleja ya que es parasitaria pero asintomática, por lo que únicamente sabremos que el animal la posee con una visita veterinaria.
La enfermedad es, sobretodo, muy peligrosa para mujeres embarazadas y fetos ya que puede provocar efectos muy negativos en el periodo de gestación e incluso afectar al desarrollo y posterior crecimiento del bebé tras el parto.
Actualmente hay veterinarios (pocos) que recomiendan el sacrificio del animal o la expulsión del hogar del mismo, pues bien, esto no debe ser así ya que si se toman una serie de precauciones, mejoraremos el estado de nuestro amigo gatuno y no afectará al ambiente del hogar.
Se debe entender que cualquier gato puede contraer toxoplasmosis pero que el periodo de vida dentro del organismo del animal no es muy extenso. Su peligrosidad reside en el hecho de que los gatos pueden transmitir la enfermedad a muchos más seres vivos ya que con sus heces infectadas liberan el parásito transmitiéndose por aire y medio ambiente.
Es de considerar que una embarazada puede sufrir muy negativamente si se tiene que separar de su mascota, ya que cualquier alteración mental en un estado tan complejo como un embarazo es negativa no solo para ella, sino incluso para el feto. Por lo que es importante entender que si se toman las precauciones necesarias y se lleva un buen seguimiento médico, la enfermedad puede ser tratada sin problemas y la relación de humanos y gato será la misma que con un gato sano en poco tiempo.
Te contamos más en la galería de fotos a continuación.
¿Qué es la toxoplasmosis?
La toxoplasmosis es una enfermedad producida por un parásito microscópico que afecta a las células muy gravemente y que por lo general no suele producir síntomas muy claros.
¿En qué consiste?
La toxoplasmosis es una enfermedad provocada por un parásito alojado en, sobretodo, carne cruda que posee quistas con bradizoitos (la forma de replicación lenta del parásito).
¿A quién afecta?
Afecta sobre todo a animales de sangre caliente, especialmente a gatos domésticos y otros felinos. Es importante destacar que puede afectar muy negativamente también a mujeres embarazadas y a sus fetos. Otros animales como anfibios o insectos actúan como intermediarios y medio de transporte del protozoo.
¿Qué felinos son más propensos a esta enfermedad?
Un gato casero que únicamente come alimentos comerciales es casi imposible que se contagie, el problema son los gatos no caseros ya que en muchas ocasiones la infección se contagia por la ingesta cruda de roedores, coleópteros u otras especies de vertebrados. Igualmente es más común en gatos jóvenes.
¿Cómo se transmite?
Lo más normal es que se transmita por la ingesta de carne cruda, en caso de gatos, por la ingesta de ratones o algún otro hospedador intermediario que posea quistes de la enfermedad. Es importante que diferenciemos que la enfermedad puede afectar y se puede desarrollar en dos ciclos distintos.
¿Es común?
No es alarmantemente común pero sí lo bastante como para tomar conciencia de que es peligrosa tanto para animales como para humanos.
¿Cuáles son sus causas?
La toxoplasmosis está causada por un parásito muy concreto llamado Toxoplasma gondii, un protozoo que vive y se reproduce en las células de manera rápida.
¿Qué puede ocurrir si no se trata?
Le puede provocar al gato problemas muy serios como anorexia, letargia, fiebre, vómitos , problemas respiratorios, alteraciones locomotoras, problemas serios en el sistema nervioso, problemas oculares, trastornos cardiacos e incluso, muerte súbita. Todo eso sin contar que puede infectar a muchos más seres vivos incluyendo los humanos.
Ciclo intestinal
Únicamente afecta a felinos. Cuando un felino ingiere tejidos animales contaminados o huevas de toxoplasma, estos llegan al intestino, se reproducen y forman huevos llamados ooquistes, que no son aún infectantes y que se eliminan con la materia fecal. Al cabo de 1 a 5 días estos huevos maduran y se convierten en ooquistes infectantes que se esparcen por aire, agua o insectos (ciclo extraintestinal).
Ciclo extraintestinal
Afecta a otros animales aunque también se incluyen felinos. Si los ooquistes maduros son ingeridos por otros seres vivos, el parásito pasa del sistema intestinal a la sangre y se dirige a cualquier tejido celular del huésped. Una vez llegado al órgano, se reproduce y se desarrolla una estructura denominada quiste tisular que provoca una reacción inmunológica con la formación de anticuerpos quedando los parásitos de su interior en vida latente, durante toda la vida del huésped.
¿Qué síntomas tiene?
El problema y el peligro que tiene esta enfermedad es que es asintomática, es decir, apenas tiene muestras y síntomas para que se pueda detectar. Es por eso que siempre se deben llevar a cabo las precauciones necesarias.
¿Es peligrosa para las personas?
Es peligrosa especialmente para las embarazadas y sus fetos. La infección del feto, sobre todo durante el primer y segundo periodo de gestación puede tener graves consecuencias. Si no se aplica tratamiento, la mortalidad infantil puede alcanzar cotas del 10% y las secuelas en supervivientes son: ceguera, convulsiones y retraso mental.
Pero… ¿es necesaria la expulsión o el sacrificio del animal?
Es importante entender que no, no es necesaria su expulsión de casa ni el sacrificio del animal, ciertamente todos los gatos pueden ser portadores de esta enfermedad pero con una serie de consideraciones, la convivencia entre gato y persona no será distinta de la de un gato sano.
¿Cómo evitarlo en gatos caseros?
Si tu gato es casero, hay que evitar que coma alimentos cárnicos infectados por la bacteria, es decir, evitar que coma roedores salvajes u otros hospedadores intermediarios como anfibios callejeros o coleópteros.
Pero… ¿Y si he adoptado en gato callejero?
No te preocupes, pero siempre que se adopta a un animal que previamente ha sido salvaje, se debe llevar a cabo visitas al veterinario para que evalúe el estado del animal y detecte no únicamente esta enfermedad, sino muchas otras posibles.
¿Cuál es el método de diagnóstico llevado a cabo?
Se comienza con un análisis de sangre. Este test no ofrece una muestra de existencia de la enfermedad pero nos permite una referencia de los órganos y tejidos que han podido verse afectados por este protozoo. Una vez se detecta si el animal está infectado, se realizarán radiografías pertinentes, como la de tórax y análisis más específicos como los que buscan antígenos o si es pertinente análisis del líquido cefalorraquídeo.
¿Qué debe tener en cuenta una embarazada con un gato infectado?
Lo primero que debe realizarse es una prueba de anticuerpos de toxoplasmosis, si el resultado es positivo, el riesgo de infección es mínimo, pero si es negativo se debe llevar a cabo una serie de precauciones.
¿Qué precauciones?
El arenero y la bandeja de lecho absorbente deberá ser limpiada por otra persona y la embarazada debe evitar cualquier contacto con ella. Si no fuera posible, la embarazada usará guantes. Si es posible que otra persona limpie la bandeja, deberá lavarse concienzudamente manos y antebrazos tras la operación. Si tiene contacto con el animal, la embaraza deberá lavarse las manos inmediatamente. Por último no es recomendable incorporar un nuevo gato al hogar mientras haya una embarazada y si se hace, se debe llevar a cabo un análisis previo del animal.
Prevención
Tan sencillo como evitar que el animal consuma carne cruda, realizar las pruebas oportunas para descartar su presencia y, si es necesario, y siempre bajo receta veterinaria, utilizar el fármaco pertinente (normalmente clindamicina) para frenarlo.
Concepto importante
La convivencia con un gato no significa riesgo para sus propietarios si se tiene en cuenta una correcta alimentación y una correcta eliminación de su materia fecal.
RECIBE CADA SEMANA LAS NEWSLETTERS DE MUY INTERESANTE