Conoce al cornish rex, uno de los gatos más raros del mundo

Los orígenes del cornish rex son bastante curiosos. En el verano de 1950, una gata doméstica de pelo corto dio a luz a una camada de gatitos, de los cuales había uno con un pelaje rizado y corto muy particular. La dueña de la gata contactó con un genetista, que le explicó que este pelaje era muy similar al del conejo rex (de ahí su nombre).

Por lo tanto, el origen de esta raza tan peculiar está en una mutación espontánea de origen natural, en la que no intervino la mano humana, pero posteriormente se llevaron a cabo varios cruces con el objetivo de establecer y perpetuar la raza. En la década de los 60 la raza cornish rex se extendió por Estados Unidos y fue reconocida de forma oficial.

Dentro del grupo de los rex hay otras variantes: el devon rex, el german rex y el selkirk rex son las más conocidas. Según parece, las mutaciones que provocaron el tipo de pelo en cada una de estas razas son incompatibles, pues los intentos de cruce resultaron infructuosos. El cornish rex, en concreto, procede, según se cree, de cruces de varias razas de gatos de pelo corto. Curioso, ¿verdad?

Es un gato que tiene una gran capacidad de adaptación, aunque prefiere el hogar, y en general los lugares de interior. No es un gato, como muchos otros, que adore el exterior y explorar. Aunque son juguetones (y por ello son buenos compañeros para los niños), son felinos bastante tranquilos y que disfrutan de la casa y la familia.

Su gran característica, ese pelaje corto y rizado de textura ligeramente lanosa, le convierte en uno de los gatos más peculiares del mundo, y por eso, precisamente, muy popular. Entre las razas cuyos cruces se llevaron a cabo para perpetuar la raza, y que han dado el cornish rex que hoy vemos, están el gato birmano y el británico de pelo corto.

Este felino es un animal independiente pero cariñoso, con madera de líder y bueno con los niños. Si te planteas adoptar uno, te contamos algunas curiosidades sobre este gato y su cuidado.