Hay enfermedades que los pequeños mamíferos sufren con mayor frecuencia, hay otras más comunes en una sola especie. Vamos a conocerlas y ponerles prevención.
Todos los animales domésticos que conviven con nosotros en nuestros hogares tienen la desgraciada posibilidad de padecer alguna que otra enfermedad a lo largo de su vida, y los pequeños mamíferos no son una excepción.
En el manejo de las patologías de estos animales, los veterinarios solemos encontrarnos con un mismo problema: los propietarios acuden con el animal a la clínica cuando el problema lleva demasiado tiempo afectando al individuo.
La escasa observación de la mascota a lo largo del día, los hábitos nocturnos de estos animales y la dejadez por parte del humano son algunas de las causas por las que en demasiadas ocasiones los conejos y roedores llegan a las clínicas veterinarias en muy mal estado. Entonces nos toca a nosotros, los profesionales de la salud animal, arreglar el problema que podría haber sido mucho más leve de haberse cogido a tiempo.
Hay una serie de enfermedades comunes entre estos pequeños mamíferos y otras que va a padecer con mayor frecuencia una determinada especie de roedor. Por ejemplo, las pulgas, la diarrea, los problemas en la piel y el mal crecimiento de los dientes son algunas de las patologías que más sufren los roedores en general, sin excepción de especie. Sin embargo, la falta de vitamina C es más común en cobayas, la epilepsia en los jerbos sometidos a estrés o las heridas provocadas por peleas en las ardillas coreanas, entre otras cosas.
Aun así, en los apartados dedicados a una especie concreta, recordad que estamos hablando de las más comunes en ella, no que sean enfermedades exclusivas de este roedor.
A partir de este momento, intentaremos conocer cuáles son las principales patologías que pueden afectar a estos buenos amigos, procuraremos conocer sus síntomas y, sobre todo, intentaremos mentalizarnos que al más mínimo síntoma de problema deberemos acudir al profesional.
Trastornos digestivos
La diarrea puede obedecer a distintos gérmenes y otros variados factores (alimentación inadecuada, alimentos en mal estado...). El estreñimiento se puede observar sobre todo en los animales más jóvenes que empiezan a destetarse y que sólo disponen de comida seca. Deben tener siempre agua a su alcance. Sus síntomas son abatimiento, hinchazón de la tripa y abultamiento en el ano. Uno de estos trastornos mas comunes es el denominado Síndrome de la cola húmeda que suelen padecerlo jerbos y hámsteres. Se trata de una diarrea persistente y debilitante debida a una afección gastrointestinal cuyas causas parecen complejas. Se culpa en la mayoría de los casos a una mala alimentación, al estrés y a varias clases de bacterias. Su tratamiento parte por cuidar los hábitos alimenticios y las condiciones de vida del hámster. Si lo aconseja el veterinario, pondremos antibiótico en el agua del bebedero.
Enfermedades o heridas en la piel
Pueden deberse a infecciones por hongos, bacterias (normalmente debido a una mala higiene del entorno del animal), piojos, pulgas o ácaros (parásitos externos) y se controlan con productos que nos recomendará el veterinario. No deberíamos comprar y administrar estos productos sin la prescripción del profesional. En el caso de tener parásitos externos, habrá que eliminar todo el lecho y desinfectar la jaula del animal. Las heridas se pueden producir por las peleas o algunos alambrados defectuosos de la jaula. Hay que procurar no poner juntos a las ratas macho, tampoco a las ardillas, son bastante peleonas.
Problemas con los dientes
Los problemas dentales pueden deberse a traumatismos que provocan la caída total o parcial de las piezas dentales, a deformidades en la estructura de la boca, a no tener una dieta rica en fibra que le permita un buen desgaste de la dentadura o a no tener nada que roer en la jaula. Será en estos casos en los que habrá que recortar las piezas que den problemas para ajustarlas a una mordida adecuada y fisiológicamente correcta. Son susceptibles de padecer este problema todas aquellas mascotas que poseen una dentición de crecimiento continuo: conejos, chinchillas, hámster, jerbos, etc.
Problemas en las patas de la cobaya
Las cobayas pueden padecer inflamaciones e incluso úlceras en las patas si tienen el suelo de su habitáculo sucio, húmedo o áspero. Se recomienda cambiar el suelo por un lecho más mullido, pero también acudiremos al veterinario para que le aplique un tratamiento.
Falta de vitamina C en cobayas
Si existe un déficit de esta vitamina rápidamente aumenta la posibilidad de infección en el organismo de la cobaya. El aparato respiratorio se vuelve muy propenso a la infección por virus y bacterias.
Sarna en cobayas
Es una de las patologías que suelen padecer nuestras cobayas. Se caracteriza por la aparición de zonas con pérdida de pelo y descamación de la piel (sobre todo en la zona periocular, orejas y patas). Se debe a la presencia de ácaros en esas zonas y ha de ser tratada por un veterinario.
La resistencia de los jerbos
Los jerbos son bastante resistentes y aparentemente presentan menos problemas de salud que otros roedores criados como animales domésticos.
Resfriados en el jerbo
Estornudos, mocos y ojos irritados suelen deberse a la presencia de bacterias (estreptococos) que les transmitimos los seres humanos, principalmente los niños. El mejor tratamiento son los antibióticos, siempre y cuando lo recomiende el veterinario.
Ácaros en los jerbos
Pueden causar alopecia (pérdida de pelo), descamaciones y úlceras en la cola y las extremidades posteriores. La infestación por ácaros sólo es clínicamente importante en individuos viejos, en animales jóvenes malnutridos, en hembras en estado de gestación o en aquellos individuos que estén inmunodeprimidos. El diagnóstico se lleva a cabo efectuando un raspado de piel.
Epilepsia en los jerbos
Los jerbos sometidos a un estrés agudo debido a un cambio del entorno, ruidos o a un manejo diferente, pueden mostrar convulsiones o un estado cataléptico que pueden durar hasta uno o dos minutos. No se requiere ningún tratamiento, pero existe un componente hereditario que hace recomendable que los animales afectados gravemente no sean utilizados para la cría.
Glándulas sebáceas infectadas
A veces se infecta y se inflama la gran glándula sebácea que tienen los jerbos bajo la tripa. En la mayoría de los casos se da en animales con exceso de peso. El veterinario recetará una pomada de antibiótico para aplicarla sobre la zona afectada.
Enfermedades torácicas (respiratorias) en ratas y ratones
Resfriados, respiración pesada, lagrimeo y mocos, acompañados con frecuencia de pérdida de apetito y abatimiento son síntomas de una enfermedad torácica. Estas son las enfermedades más frecuentes en estos animales. Como tratamiento se tienen los antibióticos añadidos al agua del bebedero (bajo prescripción veterinaria).
Maloclusiones (inadecuado cierre dental) o babeos en chinchillas
Probablemente esta es la alteración que las chinchillas presentan con más frecuencia. El molar crece demasiado y los incisivos pierden su pigmento naranja y muestran rayas. Un síntoma clínico constante en las últimas etapas del problema es un babeo excesivo, con el pelo húmedo alrededor del mentón, el pecho y las extremidades anteriores. Acudid al veterinario.
Pérdida de pelo en chinchillas
Las chinchillas pierden áreas de pelo si se las sujeta bruscamente o durante peleas. La piel queda limpia y suave. El pelo puede tardar de 4 a 6 semanas en crecer.
Pelo mordido en chinchillas
El animal roe su propio pelo o el pelo de su pareja dejando el pelaje con una apariencia “apolillada”. Los factores que causan este fenómeno no están muy determinados, pero pueden ocasionarse debido a una mala dieta, aburrimiento, pelo sucio, desequilibrios dietéticos y factores hereditarios.
Enfermedades de la ardilla coreana
Mientras se le proporcione una dieta adecuada y un alojamiento en condiciones, las ardillas listadas son animales fuertes que se mantienen sanos con facilidad. No tienen ninguna enfermedad específica y la causa más frecuente de sus muertes son las peleas.
Neumonía en ardillas
El animal se puede ver afectado por esta enfermedad como consecuencia, entre otras razones, del estrés ocasionado por un cambio en el ambiente. Se consideran factores importantes para la aparición de esta patología un alojamiento en malas condiciones y un ambiente húmedo. Es de suma importancia que exista una buena ventilación en el lugar donde se encuentre el animal.
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