Alimentos, sustancias y acciones que nos parecen de lo más comunes pueden ser peligrosas e incluso letales para nuestros perros. No está de más conocerlas.
Los perros pueden ser, sobre todo durante sus primeros años, un torbellino que arrase la casa. Esto no tiene por qué provocar problemas, y generalmente no irá más allá de alguna pata de mueble mordida o algún zapato que pase a mejor vida, pero hay ciertos elementos con los que debemos tener especial cuidado.
Hay algunos que son de pura lógica, como los productos de limpieza o los insecticidas, pues también son venenosos para nosotros, pero la cuestión de la alimentación ya es más compleja. Con la tendencia a una alimentación más natural, quizá optemos por dar a nuestro perro algunos de los alimentos que consumimos nosotros, pero debemos saber que hay algunos que no tienen el mismo efecto en ellos que en nosotros.
Las frutas y verduras son los alimentos más controvertidos en este sentido. Algunas, como los cítricos, no son letales pero su consumo excesivo resiente el estómago del perro, mientras que el nuestro no, por lo que lo mejor es evitarles las molestias. Sin embargo, hay otras, como algunas de las que mostramos en la galería de fotos, que son especialmente peligrosas.
Otro de los elementos del hogar que pueden pasar desapercibidos pero que hay que tener en cuenta son las plantas. Es muy habitual tener una planta o flores que decoren nuestra casa, pero ¿te has parado a pensar si es tóxica para tu mascota? Esto también vale para los gatos, que son muy sensibles a ciertas plantas. Antes de comprar una planta (o de adoptar a tu mascota), piensa, consulta e infórmate sobre sus efectos en los animales.
Además de las sustancias y alimentos que mostramos en la galería, hay otras acciones que pueden ser muy peligrosas para nuestros perros, como llevarles sin correa por lugares poco seguros, descuidar las atenciones que les damos y darles una mala educación que les conviertan en animales miedosos o agresivos.
En definitiva, hay que tener en cuenta ciertas cosas (nuestras acciones, los cuidados que les proporcionamos o lo que tenemos en casa) que pueden afectar a nuestras mascotas. En el caso de los perros, a continuación te mostramos algunas de las más peligrosas.
No desparasitar ni vacunar
La falta de prevención y de un calendario de vacunas, así como de frecuentes revisiones de su piel y pelo para ver si tiene parásitos, son aún hoy una de las causas más frecuentes de mortandad entre los perros. Las vacunas son indispensables en la vida de tu perro, no sólo por su salud sino también por la tuya.
El calor excesivo
En los meses de más calor debemos tomar las precauciones y medidas necesarias para que nuestro perro no sufra. Medidas como evitar los paseos en las horas de sol más intenso, no dejarle solo en el coche cuando el calor aprieta o mantenerle hidratado (si le cuesta beber agua, puedes optar por que chupe un hielo o, en casos extremos, por el suero) son fundamentales.
Juguetes inadecuados
Sobre todo cuando son cachorros, la elección de sus juguetes es importante. No deben tener componentes pequeños que se puedan salir o romper con facilidad, pues se pueden ahogar, así como también es muy importante el material con el que estén hechos y que no lleve componentes tóxicos para ellos.
Complicaciones durante el parto
Es habitual encontrar gente que no acude al veterinario cuando su perra se pone de parto, lo cual puede ser nefasto tanto para ella como para los cachorritos, en caso de complicaciones. Lo ideal es que el veterinario la atienda en todo momento.
Una mala alimentación
La alimentación es la base de una buena salud tanto en animales como en humanos y, por supuesto, en los perros. Una dieta rica en proteínas e hidratos y, sobre todo, adaptada a la edad y el tamaño de nuestro perro, nos garantizará el mantenimiento de su salud.
Chocolate, dulces industriales y café
Por un lado, el chocolate contiene una sustancia llamada teobromina que es tóxica para los perros. El chocolate negro es el que más porcentaje contiene, por lo que es el más peligroso. En cuanto a la cafeína, los perros son extremadamente sensibles a sus efectos y les puede provocar desde diarrea a aceleración del ritmo cardiaco e incluso la muerte.
Algunos medicamentos
Hay varios medicamentos tóxicos para perros, como los antidepresivos, anticoagulantes o anticonceptivos, pero hay que tener especial cuidado con el paracetamol, pues les daña, entre otras cosas, el hígado.
Productos de limpieza
La lejía y muchos detergentes contienen una sustancia llamada álcalis que envenenará al perro de forma muy rápida. Los primeros síntomas son babeo repentino, pérdida de apetito y apatía e irritaciones en la mucosa bucal. Otro producto extremadamente venenoso son los suavizantes para la ropa.
Bolas de naftalina, bolsitas antihumedad...
Este tipo de productos para el hogar, que a primera vista parecen inofensivos, pueden provocar envenenamiento e incluso la muerte a un perro demasiado curioso. La naftalina puede llegar a afectar al sistema nervioso central, y el gel de sílice que llevan las bolsitas se expande una vez llega al estómago, por lo que hay que llevar al perro inmediatamente al veterinario.
Ácido bórico
Es un compuesto químico que generalmente se emplea como insecticida y antiséptico, y que está presente en algo que puede resultar muy atractivo para nuestros perros: el enjuague bucal. Tendremos que dejarlo fuera de su alcance para evitar accidentes, así como la pasta de dientes.
Blanqueadores y anticongelantes
Con los anticongelantes pasa como con el enjuague bucal: su olor atrae a los perros y son muy peligrosos, pues contienen etilenglicol, que afecta al hígado.
Semillas de frutas
Son nocivas tanto porque pueden obstruir su sistema respiratorio como por ser tóxicas en sí. De las últimas destacan las pepitas del durazno y el damasco. Parece ser que el sistema digestivo de los perros no procesa bien las semillas en general, por lo que mejor evitarlas en todo caso. Puedes darle fruta, pero elimina las semillas antes.
Algunas plantas
Muchas flores y plantas son nocivas para nuestros perros. Entre ellas se encuentran el narciso de otoño (una de las más peligrosas), la azalea, el cyclamen y, atención, los bulbos de tulipanes y jacintos. En cualquier caso, consulta siempre con un experto antes de introducir cualquier planta en casa.
Aguacate
Las hojas y el hueso del aguacate son extremadamente tóxicos para los perros ya que contienen una sustancia tóxica llamada persina. En cuanto a la pulpa, hay cierta controversia sobre si es perjudicial para ellos o no. Consulta ante todo con tu veterinario.
Huesos
Los huesos son peligrosos porque se pueden astillar y clavárseles en el estómago, lo cual puede ser letal. Son especialmente problemáticos los de pollo, ya que son más fáciles de romperse. Además, aunque no se astillen, pueden digerirse mal y luego provocarle problemas de evacuación.
Cebolla y ajo
También incluimos a los puerros en este grupo, pues los tres alimentos tienen una sustancia llamada tiosulfato que ellos no procesan bien y que puede ser muy nociva para su hígado. El efecto depende de la cantidad que haya comido, pero ante una ingestión espontánea lo mejor es acudir al veterinario inmediatamente.
Uvas y pasas
Contienen una sustancia tóxica que no se sabe bien cuál es pero que es muy perjudicial para los perros. Les puede llegar a provocar insuficiencia renal y en caso de haber ingerido grandes cantidades, incluso la muerte.
Insecticidas
Como para las personas, los insecticidas son extremadamente tóxicos y venenosos para los perros. Lo mejor es que todos los productos de limpieza, desinfectantes, insecticidas, etc, los mantengamos siempre en alto y en un armario aparte.
Monedas, cerillas...
Sobre todo cuando son cachorros, los perros, por su afán de exploración, pueden terminar ingiriendo pequeños objetos que, si bien no tienen por qué ser letales, son nocivos y tendríamos que llevarlos al veterinario a que les hicieran el correspondiente lavado de estómago. Así que mucho cuidado si tienes un pequeño explorador en casa.
Alcohol y drogas
Por supuesto, no debería hacer falta decir esto: los perros no pueden consumir bajo ningún concepto alcohol ni drogas.
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