15 enfermedades que puede padecer tu mascota y que quizá no conoces
Displasia de cadera, otitis, alergia... se encuentran entre las dolencias más comunes en perros, pero hay otras enfermedades menos conocidas. Te contamos más sobre algunas de ellas.
La prevención es un factor fundamental en la salud de nuestros animales y, como ya sabemos, las visitas frecuentes al veterinario son obligatorias. Debemos tener presente que nuestras mascotas deben estar sanas, no sólo por ellas mismas, sino también porque conviven con nosotros.
Muchas de las enfermedades más comunes que pueden padecer las mascotas también las sufrimos nosotros, como los problemas articulares, la artrosis, las alergias, patologías cardíacas… Sin embargo, algunas de las más peligrosas para ellos son las provocadas por parásitos y picaduras de mosquitos, y ahí sí que podemos prevenir mediante vacunas y otros productos que el veterinario deberá indicarnos. Afortunadamente, la vacunación en mascotas está bastante avanzada y extendida y hoy en día supone una buena barrera frente a este tipo de enfermedades.
Entre las más comunes se encuentran algunas leves, como la otitis (muy frecuente entre perros de orejas largas y/o delicadas) o los resfriados, otras graves pero que pueden controlarse, como la diabetes, el reumatismo y la epilepsia, y otras para las que la prevención es fundamental porque pueden ser potencialmente mortales, como el parvovirus o la rabia, aunque estas están muy poco presentes debido al éxito de la vacunación y la concienciación entre los dueños de mascotas.
Sin embargo, también hay otras que, si bien son más comunes de lo que creemos, son poco conocidas y por ello nos puede sorprender su diagnóstico en algún momento. No se trata de creer que nuestra mascota tiene todas las enfermedades del mundo, sino de estar siempre atentos a cambios en su comportamiento o en sus hábitos que pueden ser indicadores de alguna enfermedad (o no, pero es bueno saberlo).
Hay muchas enfermedades que están casi erradicadas gracias al alcance de las vacunaciones, pero hay otras que aún persisten y cuyo contagio es muy fácil. Ante cualquier duda, lo único seguro es consultar con tu veterinario, que sabrá decirte métodos de prevención (adecuados también a tu zona geográfica, pues hay algunas más propensas que otras, por ejemplo, a algunos mosquitos), así como diagnóstico y tratamiento correcto.
No es bueno preocuparse en exceso, pero sí estar atentos a la salud de nuestros mejores amigos. Al fin y al cabo, lo que todos queremos es que nuestras mascotas estén sanas y fuertes y que tengan la mejor calidad de vida posible.
Enfermedad de Addison
Llamada también de forma más técnica hipoadrenocorticismo, aparece por la incapacidad del cuerpo del animal de segregar ciertas hormonas, como la adrenocorticotropica (ACTH). Algunos de sus síntomas son la disminución del apetito, apatía, vómitos y diarreas, mayor ingesta de líquidos y frecuencia de micción, y dolor abdominal. Es más frecuente en los perros.
Ictus felino o canino
Se trata, como en los humanos, de un accidente cerebrovascular provocado por una ruptura o un bloqueo de un vaso sanguíneo del cerebro. No es algo muy común en las mascotas, pero conviene tenerlo en cuenta. En casos leves, mediante rehabilitación, el animal puede volver casi a la normalidad.
Síndrome de la cola rota o cola de Limber
Es una enfermedad bastante rara que suele darse en perros de razas que han sido tradicionalmente de trabajo, como el labrador o el beagle. Los perros que la padecen tienen la cola baja y lánguida, en lugar de erguida. El movimiento de la cola para estos perros es doloroso y difícil, pero la recuperación es bastante rápida.
Tumor venéreo transmisible
Es un tumor que se presenta en los perros y que se contagia a través del contacto entre las mucosas genitales, por lo que se transmite durante el coito. Las lesiones adoptan un aspecto muy característico, por lo cual es relativamente fácil de detectar para el experto. Es muy importante consultar con el veterinario para ver el tipo de tratamiento a seguir.
Brucelosis
Aunque hasta hace poco sólo se habían encontrado casos de brucelosis en perros, el año pasado se detectaron los primeros casos en gatos en Argentina. Se trata de una infección que se contrae a través de una bacteria llamada brucella canis, y provoca atrofia e inflamación en los testículos y abortos. Se contagia por la mucosa y, aunque tiene tratamiento, es difícil de detectar en su primera etapa.
Pododermatitis
Es un proceso inflamatorio en las patas tanto de perros como de gatos, y las causas pueden ser variadas: de una dermatitis corriente a parásitos como la Leishmania. El veterinario deberá determinar la causa y en consecuencia el tratamiento, pues puede ser algo derivado de una enfermedad mayor.
Inmunodeficiencia felina
El FIV o virus de la inmunodeficiencia felina es exclusivo de los gatos, y no puede transmitirse a los humanos ni a otros animales. Tampoco se puede transmitir entre gatos por jugar en el mismo sitio ni por comer del mismo plato, sino sólo por una mordedura que traspase la piel. Al no haber cura, lo mejor que podemos hacer es proporcionar a nuestro gato la mejor calidad de vida.
Cardiomiopatía hipertrófica felina
Es la patología cardiaca más frecuente entre los gatos. Se cree que tiene un componente hereditario, y provoca una reducción del volumen de la cámara cardíaca y del volumen de sangre que el corazón es capaz de bombear. Los síntomas pueden ser la inactividad, las dificultades para respirar y, en su fase más avanzada, parálisis de los miembros posteriores, entre otros.
Torsión gástrica
Es un síndrome provocado por causas como la acumulación de gases, líquidos o alimentos, que suele producirse en razas de perro de gran tamaño como el san Bernardo o el gran danés. Se trata de una importante torsión y dilatación del estómago, y en casos extremos puede provocar la interrupción de las funciones de los órganos.
Calicivirosis felina
Es un tipo de gripe, una enfermedad muy infecciosa con una alta capacidad de contagio. Sus síntomas son sobre todo respiratorios, pero también pueden aparecer otros como la conjuntivitis o úlceras en la boca, sobre todo en la zona del paladar. La vacuna se considera obligatoria, pero al existir distintas cepas, cabe la posibilidad de contagio.
Dirofilariosis
También conocida como filaria, puede aparecer tanto en gatos como en perros, aunque son estos últimos los más afectados. Se transmite por la picadura de un mosquito y las filarias se alojan en la cavidad pulmonar y en el ventrículo derecho y provocan una infección potencialmente mortal. La vacunación en esta enfermedad es lo más importante.
Vitíligo
No es una enfermedad como tal, ya que no produce síntomas ni tiene consecuencias negativas en el perro. Es un trastorno de la pigmentación que aparece sobre todo en la nariz y los labios, pero también puede aparecer en otras partes del cuerpo. Afecta sobre todo a determinadas razas, como el husky o el labrador. Foto: IG @a_r_a_g_o_n_b_u_l_l_y.
Leucemia felina
Es bastante común en los gatos y la provoca un virus que recibe el mismo nombre y que se transmite a través de saliva, lágrimas y secreciones nasales. Como el humano, es un cáncer que afecta a los leucocitos y debilita enormemente el sistema inmunitario del gato, por lo que cualquier enfermedad puede convertirse en potencialmente mortal.
Tos de las perreras
Es una enfermedad común y habitual entre los perros, el equivalente a la gripe de los humanos, por lo que no debemos preocuparnos demasiado, ya que sólo requiere de un tratamiento sencillo. Lo contagia la bacteria bordetella y es muy fácil de detectar, ya que el mayor síntoma es la tos fuerte y seca, aunque también pueden aparecer vómitos debido a la irritación de la garganta.
Psitacosis
Es una enfermedad causada por una bacteria y afecta sobre todo a loros, periquitos y papagayos. Debemos tenerla en cuenta ya que se propaga con gran facilidad y disminuye las defensas del ave por lo que cualquier dolencia mínima puede convertirse en peligrosa.
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