Muchos perros se marean en los viajes en coche, sobre todo los cachorros y los más jóvenes, exactamente igual que las personas. Puede deberse a muchas causas: falta de costumbre, conducción brusca, exceso de nervios, comidas copiosas, sobreexcitación… Nosotros tenemos un papel fundamental en la prevención de estos mareos, estableciendo un hábito para nuestro perro y tomando algunas medidas que no le hagan pasar ese mal rato.
Una de las grandes causas de los posibles mareos es la ansiedad, provocada por un desconocimiento del animal tanto del entorno del coche como del sitio al que nos dirigimos. De hecho, la ansiedad es un mal que afecta a muchos perros y como tal debe consultarse con el veterinario.
En estos casos, el control de la ansiedad pasa por pasar tiempo con él durante el viaje, o al menos atenderle periódicamente. Esta cuestión es complicada pues debemos encontrar un equilibrio entre estar pendientes de él para que no tenga episodios de ansiedad y mareos y no mimarlo demasiado, pues asociaría su estado a nuestras caricias y mimos.
Para los perros es muy importante establecer patrones y hábitos de costumbre, en este caso en lo relativo a los trayectos en coche. Que reconozca el entorno, que haya objetos suyos y que huelan a casa en el vehículo o que vaya acostumbrándose periódicamente serán pasos clave para que el animal pueda viajar en coche sin traumas de por medio.
Por ello, también es esencial que desde pequeño le vayamos acostumbrando al coche con viajes cortos y a lugares agradables. Además, para reducir su ansiedad, podemos asegurarnos de que hace ejercicio antes del viaje, pero, ¡ojo!, no justo antes, pues puede sobreexcitarse. Lo mismo ocurre con mantenerle entretenido durante el viaje. Es buena idea, pero que no sea una sesión de juego muy intensa, pues puede provocar el efecto contrario.
En todo caso, recuerda: los pasos fundamentales para que nuestro perro se acostumbre al coche son crearle el hábito, generarle una asociación positiva con el vehículo y premiarle tras el viaje. Con estos y otros sencillos pasos, estaréis listos para emprender montones de viajes juntos.
Primeros síntomas
Las primeras señales de que nuestro perro se va a marear son fáciles de captar: lloriqueos, nerviosismo, agitación, se revuelve constantemente en el asiento... y por supuesto las arcadas.
Primer contacto
El primer paso debe ser familiarizar a nuestro perro con el coche aparcado, para que vaya reconociendo los olores y el entorno.
Entorno seguro
Debemos crear su espacio propio dentro del coche, con su manta y alguno de sus juguetes favoritos, para que se sienta cómodo y seguro y lo asocie con un entorno familiar.
¡A cansarlo!
Tenemos que intentar que esté relajado cuando suba al coche. Podemos jugar antes un rato o simplemente dar un buen paseo. Disminuirá su tensión y si está cansado además irá dormido durante gran parte del viaje.
En positivo
Es buena idea emplear el refuerzo positivo cuando se relaje dentro del coche mediante caricias, palabras cariñosas o algún premio. No obstante, si se mantiene estresado, acariciarle o mimarle mucho puede ser contraproducente.
Buena asociación
También podemos jugar con él y hacerle monerías para mantenerle relajado. Además contribuirá a que asocie positivamente el coche al juego y a pasar tiempo con nosotros.
Primeras veces
Los primeros trayectos deben ser cortos y frecuentes y a sitios con connotaciones positivas, como el parque o la playa. No es buena idea que el primer viaje sea al veterinario; creará una asociación negativa.
Al veterinario, andando
Si quieres que viaje en coche sin problemas, no lo subas exclusivamente para ir a sitios que él asocie con momentos incómodos. Asociará el coche a algo desagradable para él.
La comida, tres horas antes
Si vamos a emprender un viaje largo, no es buena idea que coma en las dos o tres horas anteriores al viaje, para disminuir en lo posible las probabilidades de que vomite y pase un mal rato.
Con cuidado
Por supuesto, también está en nuestra mano evitar que se maree procurando conducir suavemente y sin movimientos bruscos, frenazos ni acelerones repentinos.
Accesorios
Debemos atarle con un arnés y un cinturón específico. Encontramos varios modelos en el mercado y cada vez hay más accesorios para perros viajeros. También podemos, en caso de que nuestro perro se maree mucho, consultar con nuestro veterinario sobre medicamentos para él.
Temperatura e hidratación
Los perros soportan muy mal los cambios bruscos de temperatura y el calor excesivo, por lo que debemos mantener una temperatura estable dentro del coche, así como llevar abundante agua fresca para él, especialmente en los meses de calor.
Cuestión de costumbre
Si quieres que se acostumbre para luego acometer viajes largos, llévalo en el coche con frecuencia, aunque sea a sitios cercanos. No podemos pretender que no se maree si viaja en coche una vez al año, por ejemplo.
Importante: las paradas
Si nos disponemos a hacer un viaje largo, tendremos que planear las frecuentes paradas y adaptar nuestro viaje a ellas, por nuestro perro y también por nosotros.
Al final, el premio
Al llegar a nuestro destino, aunque estemos cansados, es buena idea procurar que el perro se lo pase bien. Podemos hacerle carantoñas o jugar un poco nada más bajar del coche, o darle algún premio.
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