El hurón es un animal cada vez más extendido como mascota, sociable y simpático, pero con algunos cuidados específicos. ¿Quieres conocer más sobre este mustélido?
El hurón es un simpático animal que fue domesticado hace aproximadamente 2.500 años y que cada vez con más frecuencia adoptamos como mascota. Existe una gran variedad de hurones a los que podemos diferenciar por el tamaño del pelo, por su color o su complexión. Sin embargo, curiosamente, no hay razas de hurones establecidas como tal.
Son animales sociables y muy curiosos, que disfrutarán mucho descubriendo mundo, por lo que una vez que esté socializado y bien educado, desde pequeño, podemos incluso llevarlo a pasear con correa. También son juguetones y muy dormilones, aunque en las horas que estén despiertos derrochan energía y no paran quietos.
Existe el mito de que el hurón presenta cierto comportamiento agresivo, pero esto no tiene por qué ser cierto en todos los casos, siendo animales bastante dóciles y fáciles de acostumbrar a la convivencia con la familia. Mediante el refuerzo positivo, algo a lo que responden positivamente, lograremos educarlo bien y que se acostumbre al hogar. Con los niños suele mantener una buena relación, siempre que enseñemos a los pequeños que el hurón (y cualquier mascota) no es un juguete y no pueden estrujarlo ni jugar con él a su antojo, y que deben respetarlo. Por supuesto, aquí entra también en juego la personalidad de cada animal.
Tienen tendencia a sufrir ciertas enfermedades que debemos tener en cuenta de cara a sus revisiones veterinarias. El moquillo, las infecciones por parásitos o la colitis crónica deben entrar dentro de las prevenciones. En cualquier caso, lo importante son las visitas al veterinario, que mantendrá su calendario de vacunas al día. También podemos plantearnos la castración de nuestro hurón.
Es muy pequeño y ágil, y se introduce en los rincones más insospechados. También debemos tener en cuenta que son animales cazadores por naturaleza, por lo que si tenemos animales más pequeños en casa (hámsters, conejos, etc) debemos tener especial cuidado con ellos. Como curiosidad, es posible entrenarlos para hacer sus necesidades en una caja de arena como a los gatos, aunque debemos saber que por instinto no lo harán de primeras.
Si te planteas adoptar un hurón, hay algunas curiosidades que te gustará saber. Echa un vistazo a nuestra galería.
Olor fuerte
Los hurones tienen un olor corporal muy marcado, debido a sus glándulas sebáceas. Hay quienes se las extirpan, pero no sólo es contraproducente y no elimina su olor, sino que les puede producir problemas de salud. Debemos centrarnos en mantener limpia su jaula y su entorno.
Olfato y oído potentes
Tienen muy mala vista, pero sin embargo su olfato y su oído están altamente desarrollados.
Horas de sueño
Son unos dormilones: ¡pueden dormir de 14 a 18 horas al día! Debemos, por tanto, respetar su tiempo de descanso.
Una peculiaridad
Una curiosidad: los hurones suelen dormir con la punta de la lengua fuera. Si tienes uno, seguro que lo has comprobado.
Animales de terapia
Se recomiendan para terapias asistidas con niños autistas, ya que son animales dóciles y con los que los niños pueden comenzar a asociar conceptos primarios.
Pelaje cambiante
El color del pelo de los hurones puede cambiar de forma drástica varias veces a lo largo de su vida.
Vida media
Su esperanza de vida suele estar entre 6 y 10 años, aunque con suerte pueden llegar a vivir hasta los 12 años.
Nada ruidosos
Son animales muy silenciosos por lo que tenemos que estar pendientes al mínimo que hagan por si indican alguna anomalía.
Propensos al hipo
Los hurones tienen hipo con mucha frecuencia, por lo que no te asustes si a tu hurón le pasa; es algo normal.
Activos y curiosos
Son testarudos y muy curiosos, y les gusta meterse por todas partes. Te lo encontrarás entre muebles, debajo de sillones...
Estornudos frecuentes
Estornudan mucho y son muy escandalosos cuando lo hacen. Es normal, pero si persiste puede ser que padezca alguna alergia y debemos consultar con el veterinario.
Ladrones
A los hurones les encanta “robar” todo lo que está a su alcance, y además suelen esconderlo bien. De hecho, "ferret", su nombre en inglés, proviene del latín furonem, que significa ladrón.
Marcando su territorio
Arrastran el cuerpo y el trasero por el suelo después de hacer sus necesidades para marcar su territorio y señalar su paso por allí.
Juego intenso
Son muy juguetones y les gusta mucho morder como parte del juego. A los humanos nos pueden hacer daño, pero entre ellos apenas se rozan, pues tienen la piel muy dura.
Propensos a golpes de calor
Son extremadamente sensibles al calor, siendo más propenso que otras especies a sufrir golpes. Es uno de los aspectos más importantes de su cuidado.
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