El samoyedo es un perro espectacular, con un pelaje precioso y blanco que requiere de muchos cuidados. ¿Quieres saber más sobre cómo cuidar de esta raza?
El samoyedo es una de las razas más impresionantes por su blanco y hermoso pelaje, pero es mucho más que eso. Su origen se remonta a unos 3.000 años atrás, a la zona de Siberia, donde al parecer vivía con pueblos indígenas de esas regiones. Era para ellos un perro de trabajo, que se dedicaba a cuidar los rebaños, tirar carros, como guardián y como animal de compañía.
El explorador británico Ernest Kilburn Scott debió quedar enamorado de estos perros durante una de sus expediciones al Ártico en 1889 y cuando regresó a Inglaterra se llevó consigo un cachorro. El origen de la raza (fuera de su región de nacimiento) parece estar en este investigador, al que podríamos considerar el “padre” de la raza, que inició la fascinación por el perro samoyedo, sobre todo de las clases más pudientes.
Además, los mismos exploradores que pasaban largas temporadas en esas zonas debieron comenzar a emplear ellos también al samoyedo como perro de tiro o de compañía. Pese a esta historia, su reconocimiento como raza no llegó hasta principios del siglo XX, en concreto en 1909.
En cuanto a su carácter, son perros observadores e independientes, pero también dóciles y alegres. Como siempre, esto también depende del carácter de cada perro, pero en general es una raza equilibrada y sin problemas graves de comportamiento.
Su aspecto es muy característico, con un manto entre el blanco puro y el blanco crema que será espeso y largo, orejas pequeñas y puntiagudas y ojos redondos y expresivos. Su peso oscila entre los 20 y 30 kg y no es una raza alta, llegando a medir como máximo 60 cm a la cruz.
Se trata de una raza bastante fuerte con una esperanza de vida media en torno a los 12 años. Aunque su salud es buena, requiere de revisiones periódicas para descartar algunas patologías a las que la raza es especialmente propensa.
El samoyedo será feliz jugando en el exterior, como cualquier perro, pero su progresiva domesticación le ha hecho ideal para convivir con una familia en una casa. Si tienes uno o te planteas adoptar uno (recuerda: adoptar mejor que comprar), te damos algunos consejos sobre su cuidado.
Cepillado diario
Una de las cosas más importantes a tener en cuenta si tenemos un perro de esta raza es el cuidado de su pelo, que requiere de nuestra atención. Un cepillado diario evitará enredos y eliminará parte de la suciedad. Lo mejor es emplear un cepillo metálico, pues arrastrará mejor el pelo muerto.
Mejor no raparlo
Si lo rapamos entero, puede presentar problemas de piel, ya que es sensible y está acostumbrada a tener ese manto de protección. Con un recorte bastará.
Atención a los parásitos
Esto vale para cualquier perro, pero es especialmente importante en perros con el pelo tan largo y denso como el samoyedo. Es más fácil que garrapatas y pulgas queden ocultas bajo su manto, por lo que es importante revisarle con frecuencia para evitar males mayores.
Caluroso
Por su origen en zonas de climas fríos (aunque ya está aclimatado a nuestras temperaturas) y su abundante manto, es un perro que pasará bastante calor en verano. Evita pasear con él en las horas de más calor y refréscalo con un ventilador de potencia suave o un difusor de agua fresca.
Higiene
Se suele decir que su pelo parece estar hecho "a prueba de agua". Es muy duro y denso y cuesta mojarlo por completo. Es muy importante que aclaremos bien el jabón para que no quede apelmazado y su pelo luzca limpio y sin enredos.
Importante: el secado
Es uno de los pasos más importantes del baño: el secado. Por la dificultad de que hablábamos con su pelo, también costará secarlo, pero es importante hacerlo con atención.
Cada tres meses
Aproximadamente esa es la frecuencia que debemos seguir para bañar a un perro samoyedo. Como siempre, es relativo: depende de lo activo que sea nuestro perro, etc.
Educación
La educación del cachorro de samoyedo es importante porque es un animal bastante independiente y algo testarudo en sus primeros meses, durante los cuales debemos imponer nuestra autoridad. Sin embargo, de adulto es dócil, equilibrado y obediente.
Muy inteligente
Es una raza muy inteligente, por lo que se aburrirá con facilidad durante su educación. Intenta emplear diversas técnicas y siempre el refuerzo positivo.
Cuidado con la comida
Tiene tendencia a engordar, por lo que debemos proporcionarle una alimentación equilibrada y controlar sus cantidades de comida. También puede padecer diabetes.
Sensible
El samoyedo es especialmente sensible a los ruidos extraños y a los estímulos externos en general. Una buena socialización desde cachorro evitará que se convierta en un perro asustadizo.
Fuertes
Tienen por lo general una buena salud y son resistentes, aunque tienen tendencia a la displasia de cadera y a padecer alergias, sobre todo en la piel. Los chequeos periódicos son una buena idea.
Buen carácter
Es juguetón y dócil y es muy raro que un samoyedo sea agresivo, por lo que necesita juego y afecto, lo cual no está reñido con su carácter independiente.
Dosis de ejercicio
No es una raza especialmente activa, pero sí necesita su dosis de ejercicio diaria, en gran medida para prevenir la obesidad. Sin embargo, no precisa de ejercicio intenso; con unos veinte minutos de paseo o media hora quedará satisfecho y se mantendrá sano.
Respeta su carácter
Por último, respeta su personalidad: es un animal inteligente e independiente, pero eso no quiere decir que te quiera menos o sea menos dócil. No le atosigues y tendrás un compañero perfecto.
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