Por qué deberíamos prestar atención a las almohadillas del perro
Las almohadillas del perro son las grandes olvidadas y sin embargo son como los zapatos de los humanos. ¿Sabes que pueden agrietarse y quemarse? Te contamos cómo deberías cuidarlas.
Con el frío debemos tener en cuenta que los cuidados de los perros son distintos al de las otras estaciones. Uno de los aspectos más importantes, que no se nos debe pasar por alto, son las grietas que se producen en las almohadillas o cojines de las patas de los peludos a causa de las temperaturas gélidas.
A pesar de que las grietas, por norma general, están relacionadas con las temperaturas más bajas, también pueden aparecer como consecuencia de una herida o tratarse de una enfermedad grave como la leishmaniosis.
El buen estado de las almohadillas es clave, pues tienen la función de proteger las patas de nuestro can. Estos cojines les ayudan a mantenerse en equilibrio, soportar su peso, así como amortiguar golpes al correr y caminar evitando posibles lesiones.
Las grietas por frío
Las almohadillas son una de las partes más sensibles de los perros. Al estar en contacto con la superficie de forma directa se convierten en una zona de especial cuidado y protección para nuestros peludos, sobre todo en el caso de los cachorros.
En invierno, de igual manera que a las personas se les agrietan las manos y se les seca más la piel, los perros también sufren las consecuencias de las temperaturas hostiles. La parte más afectada son sus almohadillas, como consecuencia de la sequedad del clima, que les puede llevar a sufrir fuertes dolores si no se les trata de la forma correcta.
Cómo endurecer las almohadillas del perro
Como se suele decir, más vale prevenir que curar. Endurecer las almohadillas es de esencial importancia para evitar determinados problemas.
Uno de los principales métodos para prevenir lesiones en los cojines de las patas es alternar las superficies por donde pisan. De esta manera, se recomienda realizar paseos que combinen zonas ajardinadas con zonas de asfalto, arenosas o rocosas. Lo que se consigue es que las almohadillas se habitúen a distintas zonas de pisada. Aunque se aconseja realizar esta alternación durante todo el año, es muy importante en verano y en invierno, puesto que las almohadillas sufren más por los factores climatológicos. Además, se deberá de inspeccionar la zona por donde van a pisar. Que esté libre de elementos dañinos como cristales o componentes afilados es crucial. Una vez finalizado el paseo, es importante chequear las almohadillas de los peludos para comprobar que no tienen heridas ni llagas.
Las almohadillas no se agrietan rápidamente
Las grietas no suelen aparecer de un día para otro sino que van experimentando una evolución día tras día. Por eso, los remedios para curar estas lesiones serán distintos dependiendo del grado de la herida.
Primeros signos de agrietamiento
Los primeros signos que empiezan a descubrirse son la sequedad y el levantamiento de la piel en la zona.
Rutina antimolestias
Mantener la zona de las almohadillas limpia, curarlas y, posteriormente, hidratarlas se convertirá en una rutina diaria para todos aquellos canes que sufran lesiones en los cojines de sus patas.
No sirve cualquier producto hidratante
Hay que tener mucha precaución con el tipo de producto que se va a utilizar puesto que no debe ablandar la zona. Lo mejor es que te dejes asesorar por el veterinario.
Cremas con vitamina A
Para aquellas almohadillas que ya están completamente agrietadas, la vitamina A será su mejor aliada. De esta manera, es aconsejable hidratarlas con cremas que contengan este tipo de vitamina.
Aloe vera y rosa mosqueta
El aloe vera o rosa mosqueta contienen propiedades que ayudan a regenerar todo tipo de piel y ayudarán a que las grietas de las almohadillas de los peludos se recuperen. Dependiendo del tipo de pomada que se utilice, se deberá aplicar antes o después del paseo.
Una cura lenta
La cura de las lesiones en esta zona será lenta, ya que la cicatrización en este tipo de tejido es pausada y está siempre expuesta a fricción. Para protegerla durante la recuperación, se aconseja cubrir la almohadilla con un vendaje o una bota protectora, resguardando, aún más, la zona dañada.
Causas de heridas en las almohadillas
Aparte de las grietas, los perros pueden hacerse heridas en las almohadillas por pisar cristales, vidrio y residuos cortantes, piedrecitas y suelos duros y rocosos. También puede quemarse las almohadillas si el asfalto está muy caliente, por ejemplo en verano con un sol de justicia y con la nieve y el hielo.
Cuidado con el sobreesfuerzo
El exceso de ejercicio o de juego también puede provocarle al perro heridas en las almohadillas. La razón es muy sencilla y es que está sometiendo esta parte de su cuerpo a una fricción y fuerza excesivas contra el suelo.
Síntomas de que tiene una herida en la almohadilla
Está claro que si el perro cojea o no apoya una pata es que algo le pasa. También es síntoma de problemas en la almohadilla el hecho de que se muerda y lama las patas sin descanso. Si lo ves haciéndolo, revisa sus almohadillas.
Cómo curar las almohadillas del perro
Solo si se trata de una herida o rasguño superficial podrás curarle tú mismo. En este caso, lo primero que hay que hacer es lavar el rasguño con agua tibia para ver bien el daño que se ha hecho así como quitar posibles residuos. Luego, da toque suaves en la zona con una gasa que lleve un poco de agua oxigenada. A continuación, pon un poco de yodo diluido en agua o clorhexidina también rebajada en agua en una gasa limpia y aplica en la herida. Lo ideal es que la herida se cure al aire pero al ser esta una zona de mucho contacto, será necesario cubrirla con una venda que habrá que cambia 2-3 veces al día.
Ante heridas profundas… ¡Al veterinario!
Si el peludo presenta una herida muy profunda, sangra copiosamente, tiene una parte de la almohadilla levantada o se ha hecho una buena quemadura, ni lo pienses, llévalo al veterinario. Si sangra mucho, intenta detener o reducir la hemorragia colocando en la zona gasas estériles empapadas en agua oxigenada.
Botas para perros
Seguro que has visto más de un perro calzando botitas… y quizá hayas pensado que sea algo que el can no necesita, mero accesorio, fruto de la humanización que muchas personas hacen de sus peludos. Sin embargo, las botitas para perros son útiles si se van a hacer caminatas muy largas de varios días seguidos, practicar trekking o si temes que el pavimento (asfalto, aceras y suelos de hormigón) pueda ser abrasivo porque esté muy caliente o muy frío. Estos últimos casos, si se puede, deberíamos evitarlos, es decir, no saquemos al peludo cuando el sol cae a plomo y el suelo abrasa o cuando el suelo está helado y puede, igualmente, quemarse las almohadillas.
Acostumbrarse a las botas
Como es lógico, un perro se sentirá incómodo las primeras veces que le pongas unas botas. Es lo mismo que nos ocurre a nosotros con ciertos zapatos nuevos. Por eso, es recomendable ponérselas en casa para que se vaya haciendo a ellas antes de emprender la supercaminata o la jornada de trekking.
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