Nuestro felino se ocupa por sí mismo de su higiene externa pero nosotros debemos ayudarle con materiales de los que él no dispone. Toma nota de los consejos que hoy te damos. ¡Limpio y seguro!
Nuestro gato va a necesitar que llevemos a cabo diferentes cuidados respecto a su piel y a su pelo. Estos van a variar dependiendo de las características cutáneas del animal. Echa un ojo a lo que te contamos y actúa según lo que precise tu animal.
Según el tipo de pelo, tendremos que llevar a cabo unos cuidados u otros. Obviamente el pelo largo necesitará más dedicación: cepillado diario para quitar los enredos y posible suciedad que se puede quedar entre el pelaje y producir algún problema al animal. Seamos coherentes y elijamos una mascota con el pelo que vayamos a poder cuidar.
El odio al agua de los felinos no les viene de nacimiento, si les acostumbramos de pequeños a bañarse en el líquido elemento, de mayores les gustará chapotear en él. Báñale por primera vez después de haber pasado la primera fase de vacunación aunque puedes hacerlo también antes si está realmente sucio. Hazlo siempre con un champú específico y agua tibia, evita bañarle en una zona donde haya corriente o cambios extremos de temperatura.
Vigila bien que le secas perfectamente después del baño pues la humedad retenida podría causarle problemas dermatológicos. Hazlo con una toalla que solo usas para él y con un secador a baja potencia y con un aire no muy caliente.
Después tendrás que cepillarle bien e pelo para que la humedad no quede entre ellos y para desenredarlo. Elige el cepillo dependiendo del tipo de pelo que tenga tu animal, hay peines especiales para aquellos que tengan una larga melena. Si acostumbramos al animal desde pequeño a todo esto y lo hacemos acompañándolo de mimos y voz suave, agradecerá estos momentos de vínculo contigo toda la vida.
Respecto a los cortes de pelo, no será necesario hacerle ninguno, aunque uno anualmente, en los meses de calor, puede ayudar a que el pelo crezca más fuerte y sano. Además, aguantará mejor las altas temperaturas.
No te preocupes si en otoño o verano el pelo de tu felino se cae en abundancia, estará mudándolo. Sin embargo, si notas que llega a tener calvas, acude al veterinario porque esto ya no será normal.
Ten en cuenta su tipo de pelo
Piénsalo bien antes de adquirir un gato con el pelo largo, no puedes descuidar su pelaje. Si descuidamos el pelo largo puede ser nido para ciertas enfermedades.
La hora del baño
Podemos bañar a un gato, claro que sí, pero lo mejor es que le acostumbremos desde pequeño. El primer baño se hará cuando la etapa de vacunación esté acabada.
Usa productos especiales
Utiliza jabones específicos para gatos, incluso adaptados a su tipo de pelaje y siempre con agua tibia.
Frecuencia de los baños
Dependerá de su tipo de pelo, el estilo de vida que lleváis, el ambiente en el que se mueva... Tu gato será higiénico por instinto por lo que solo haría falta bañarle un par de veces al año y con un champú especial.
Sécale con una toalla
Hazlo siempre con una toalla o un secador que no esté muy caliente ni produzca un aire muy brusco porque podemos asustar al animal. Si no le secamos bien, la humedad retenida puede ser causante de enfermedades dermatológicas.
El lamido del pelo
El gato utiliza su lengua para atusarse con pelitos rasposos y sus patas delanteras .
Objetivo del atusado
Con este método el felino consigue estimular las glándulas cutáneas y la impermeabilización de la piel para así aislarse del frío y del calor. Además, sirve para eliminar los pelos muertos o rotos y relacionarse mejor con otros animales y personas, a través del atusado de los otros.
Consecuencia del lamido
Recuerda que el atusado puede producir bolas de pelo en el sistema gastrointestinal por eso es bueno administrarle malta de vez en cuando y así favorecer su tránsito. Cepíllale diariamente para eliminar los pelos muertos y que así no se los trague en el atusado.
El lamido excesivo
Un felino que se lame en exceso puede llegar a provocarse lesiones en la piel o calvas en algunas zonas de su cuerpo. La causa de esta manía suele ser el estrés. Lo llevaremos a la clínica veterinaria si observamos estas anomalías para conocer si se trata de un problema de conducta o de una enfermedad física.
Los bigotes de tu gato
Los bigotes son pelos incrustados en los lados del labio superior. Son largos, rígidos, el doble de gordos que el resto de los pelos y tienen terminaciones nerviosas. Nuestro felino los utiliza para el sentido del tacto y puede dirigirlos para orientarse en la oscuridad. También los utilizan para investigar y percibir amenazas para lo que los coloca hacia delante. Hacia atrás irán cuando vaya a atacar o no quiera tocar algo.
Ellos no sudan
Nuestros felinos no sudan sino que salivan para regular su temperatura. Cuando hace calor se lamen y orinan menos. Tengo en cuenta a la hora de observar su estado de salud.
El cepillado del pelo
Si tu gato tiene el pelo largo lo mejor es que se lo cepilles con un peine especial para este tipo de pelo a diario, ya que de lo contrario pueden crearse enredos o mantener suciedad que derive en algún trastorno. En los gatos de pelo corto también se debe seguir una rutina de cepillado aunque no tan frecuentemente, pero conseguiremos eliminar el pelo muerto y evitaremos tener la casa llena de pelos o que nuestro animal tenga bolas de pelo en su sistema digestivo. Con este método también visualizaremos alguna posible lesión dermatológica.
Caída del pelo
La muda del pelo se producirá en primavera así como a principios de otoño. Si notas una excesiva caída de pelo no te asustes, es totalmente natural pero si observas grandes caídas en otra época del año, sí será motivo para que acudas a la clínica veterinaria. Es bueno que cepillemos el pelo a diario en estas épocas porque ayudaremos al nacimiento del nuevo.
Cortes de pelo
No es necesario cortar el pelo a los gatos si lo mantenemos limpio y lo cepillamos con frecuencia. Aunque un corte al año, normalmente en verano, ayudará a que el pelo se fortalezca y crezca sano. Además, aguantará mejor las altas temperaturas.
Nadie escapa de los parásitos
Nuestros felinos no sudan sino que salivan para regular su temperatura. Cuando hace calor se lamen y orinan menos.