Lee en exclusiva el primer capítulo del libro ‘El lenguaje corporal de los perros’
¿Tienes perro? ¿Te gustaría entenderle aún mejor y reforzar vuestro vínculo? ¿Enseñarle de la forma más eficaz? Este libro de la editorial Pinolia te ayuda a lograrlo explorando el mundo interior de los perros. No puedes perderte esta divertida guía ilustrada que funciona como un auténtico descodificador de perros. Te dejamos el primer capítulo para que vayas abriendo boca.
Miles de años de domesticación han desempeñado un papel importante en la relación entre humanos y perros, a medida que los perros han evolucionado con los humanos, se han adaptado y han adquirido las habilidades que necesitan para vivir con nosotros con éxito. Entre sus muchas capacidades cognitivas, los perros pueden hacer inferencias, entender los gestos humanos, leer nuestras intenciones y ser sensibles a nuestros estados atencionales y emocionales.

Perro marrón corriendo
También pueden entender palabras sencillas e imitar el lenguaje físico humano, pueden empatizar con nuestras emociones. Me centraré más en estos aspectos a lo largo del libro, pero por ahora es importante entender cómo han evolucionado los perros hasta convertirse no solo en la especie animal domesticada de más éxito del planeta, sino también en nuestros compañeros más cercanos y queridos.
El éxito de la evolución depende de la selección natural, de la capacidad de adaptación de una especie al entorno cambiante que la rodea. En términos de adaptación evolutiva, los perros son extraordinarios. Estos increíbles animales han evolucionado con éxito durante miles de años a medida que sus capacidades de lobo se transformaban por los retos de la convivencia con los humanos.
Esta convivencia creó una relación mutuamente beneficiosa. Los perros eran un eficaz sistema de alarma y ayudaban a sus compañeros humanos a cazar y recolectar alimentos. También fueron el primer sistema eficaz de eliminación de basura, ya que se comían las sobras que dejaban los humanos. Sin embargo, su labor más importante era y sigue siendo la de compañero y amigo. Los perros nos hacen sentir bien, y la vida es mejor cuando la compartimos con ellos.
¿Su perro le quiere?
Cuando un perro le mira con sus grandes ojos marrones, le saluda emocionado al final del día y se acurruca a su lado cuando duerme, ¿es esto una prueba de que le quiere o solo está formando un apego por la seguridad, el confort y la comida que le proporciona? A los humanos les encanta antropomorfizar, es decir, atribuir características, motivaciones o comportamientos humanos a otras especies, y aunque esto no suele suponer ningún problema, se convierte en un problema cuando el deseo humano de dominar a otros o ascender de rango se utiliza para explicar el comportamiento canino, o cuando se trata a un perro demasiado como a un bebé o un niño. Lo cierto es que cuando un perro muestra un comportamiento «cariñoso», los mecanismos que están en juego son similares a los que están en juego cuando una persona siente amor.
La oxitocina es la hormona responsable del vínculo social. Cuando una madre da a luz y tiene a su bebé en brazos por primera vez, la liberación de oxitocina, entre otras hormonas, es la responsable de la vinculación con su bebé. Cuando dos personas se enamoran, experimentan una serie de síntomas físicos, como la pérdida de apetito y el aumento del ritmo cardíaco y la producción de sudor, todo ello gracias a la oxitocina. Un estudio de 2003 demuestra que la oxitocina también desempeña un papel importante en el vínculo social y emocional entre perros y humanos.
Cuando los dueños acarician a los perros, los niveles de oxitocina en la sangre aumentan entre cinco y veinticuatro minutos después de la sesión de caricias, lo que demuestra que el contacto social positivo es beneficioso para ambas especies.
La oxitocina también refuerza los recuerdos sociales en el cerebro, lo que permite a los perros establecer vínculos durante las interacciones sociales y recordar la experiencia. Sin embargo, esto no siempre es positivo, ya que las investigaciones demuestran que la oxitocina también puede causar dolor emocional.
Esta hormona parece ser la razón por la que recordamos situaciones estresantes mucho tiempo después del suceso, y estos recuerdos pueden desencadenar miedo y ansiedad en el futuro. Si una experiencia social es negativa o estresante, la hormona activa una parte del cerebro que intensifica el recuerdo. La oxitocina también nos hace más propensos a sentir miedo y ansiedad durante eventos estresantes en el futuro.
Por tanto, sea consciente de cómo la oxitocina y otras potentes hormonas pueden influir en las experiencias positivas y negativas de la vida de su perro. Ayude a su perro a adquirir confianza social y ambiental dándole muchas experiencias positivas en diferentes situaciones.
Sea un apego seguro
El apego de un perro a un humano es como el de un niño a sus padres. De hecho, los perros se comportan de forma muy parecida a los niños pequeños en el sentido de que son más propensos a explorar nuevas situaciones y entornos cuando un humano en el que confían está cerca que si ese humano está ausente. Este apego en los niños se demuestra con la prueba de la «situación extraña», en la que un niño explorará con confianza un entorno extraño cuando la madre esté presente, pero dejará de explorar y esperará ansiosamente a que la madre regrese si se marcha durante un periodo de tiempo. Cuando se somete a los perros a una prueba similar, se comportan exactamente igual.
No quiero decir que todos los perros vayan a tener una reacción similar, pero los perros con un alto grado de apego a los humanos tendrán realmente más confianza para explorar situaciones novedosas si alguien que conocen y en quien confían está cerca.
El lenguaje de un perro cariñoso es fácil de entender porque es muy similar a la forma en que los humanos expresan su afecto. Aparte del abrazo humano, que a veces puede resultar amenazante para un perro (sobre todo si viene de un desconocido), el comportamiento cariñoso se manifiesta a través del deseo del perro de estar físicamente cerca de una persona. Un lenguaje corporal relajado y fluido, unos ojos suaves y parpadeantes y un comportamiento tranquilo y feliz son indicios de que un perro se siente seguro y cómodo en presencia de una persona.

Portada del libro 'El lenguaje corporal de los perros'
El lenguaje corporal de los perros
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