Solo necesitas diez minutos con un gato ragdoll para quedarte locamente enamorado de esta raza. Son uno de los gatos perfectos para convivir con niños por ser tan cariñosos y dóciles. Podría hacer cambiar de opinión a aquellos que dicen eso de “es que no soy muy de gatos” y no solo porque a veces estos animales adopten comportamientos de perros como ir a recibirte a la puerta de casa sino porque te darán tanto cariño que incluso tendrás que decirle que deje de perseguirte por casa. Este es el gato ragdoll, un felino que puede llegar a pesar 10 kilos y medir casi un metro desde los bigotes a su cola.
Su origen es muy cuestionado pero se dice que surgieron en California en los años 60 y que se hicieron raza oficial a partir de los 70. La responsable de la creación fue una mujer llamada Ann Backer, que cruzó a su gata de angora blanca con un gato birmano. De este cruce surgieron unos gatitos con unas características muy peculiares: ojos azules y un precioso pelo sedoso y largo (que a veces les genera bolas de pelo en el intestino). Backer siguió realizando cruces entre las camadas hasta conseguir en las crías los rasgos que buscaba para crear una línea pura.
Los ragdoll nacen totalmente blancos y a partir de una semana de vida van apareciendo los colores en su manto. Pero a pesar de que el patrón en su pelaje salga pronto, esta raza puede tardar hasta tres años en alcanzar por completo su desarrollo físico. Muchos amantes de los gatos dicen que parece que este animal reúne lo mejor de cada raza: el carácter tranquilo del persa, el precioso pelo del angora y el cuerpo robusto y sano del bosque de Noruega.
¿Quieres conocer un dato muy curioso? “Ragdoll” significa en inglés “muñeca de trapo” y se le puso ese nombre porque esta raza tiene una característica muy especial. Cuando coges a un ejemplar en brazos, afloja los músculos de forma inmediata y deja caer su peso. Por esta razón, cuando la raza aún era reciente se pensaba que eran inmunes al dolor.
Hay muchas más características y curiosidades sobre los ragdolls. Si quieres conocerlas, sigue leyendo.
El más cariñoso y tranquilo
Las características principales de la raza ragdoll es que son gatos muy cariñosos, tranquilos y dependientes de sus dueños. Querrán que les acaricies todo el tiempo.
Perfecto para vivir con niños
Los gatos ragdoll son una de las razas que se suelen recomendar para familias con niños ya que la atención que los pequeños de la casa les brindan a estos gatos les hacen muy felices.
Amigo de otros animales
No sólo se llevan bien con los niños, también disfrutan compartiendo hogar con otros animales como los perros.
Diferentes colores y patrones
Los ragdoll pueden tener diferentes colores: chocolate, crema, gris, azulado, blanco, lila o marrón. Su cuerpo suele ser más claro y la cara, las patas y la cola de color más oscuro.
Esperanza de vida de un ragdoll
Los gatos ragdoll son uno de los mininos con más esperanza de vida que existen: pueden vivir desde 11 a 15 años.
Son muy inteligentes
Estos gatos son muy inteligentes pero no necesitan estar investigando todo el tiempo y descubriendo rincones de la casa como otras razas. Ellos disfrutarán estando a tu lado e ingeniándoselas para llamar tu atención.
Nacen blancos
Los ragdoll nacen totalmente blancos y a partir de la semana de vida comienzan a mostrar los colores de su pelaje.
No son muy habladores
Al contrario que sus amigos los gatos siameses que son muy parlanchines, los gatos ragdoll apenas emiten vocalizaciones y cuando lo hacen son muy suaves.
Buena salud
Esta raza goza de ejemplares fuertes y sanos ya que son algunas de sus características. No obstante, es cierto que debido a su pelaje puede sufrir de bolas de pelo en su aparato digestivo. La solución es fácil: aceite de parafina y peinados varias veces a la semana.
Utilizados para terapias
Gracias a su maravilloso carácter, estos gatitos se han utilizado en terapias con personas de la tercera edad o con la salud delicada porque transmiten mucho cariño y tranquilidad.
Dejan su peso muerto cuando los coges en brazos
Esta cualidad de los ragdoll es única y ha dado mucho que hablar. Cuando coges a algún ejemplar de ragdoll en brazos, afloja inmediatamente sus músculos y se deja caer. Antes se pensaba que no sentían el dolor debido a esta peculiaridad.
Sí, les gusta el agua
Si un día estas en el jardín regando con la manguera o en casa dándote una ducha, que no te extrañe que tu ragdoll se meta debajo del agua. A la mayoría de los ejemplares de esta raza les llama mucho la atención y se divierten con el agua.
No son fans del deporte
Es importante que le estimules y juegues con él porque es un gato tan tranquilo y dormilón que puede sufrir sobrepeso. Una buena alimentación también es clave para evitar que engorde.
No perciben el peligro
Son tan dóciles que no perciben el peligro ni están tan alerta como otros gatos. Se acercarían a un lobo para dormir a su lado.
Se encariñan rápidamente con desconocidos
Sólo necesitan cinco minutos para encariñarse con cualquier persona que no conozcan. Ten cuidado si sale a patios o a la calle porque puede ir persiguiendo a alguien que le dé un poco de atención y perderse.
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