La obesidad no es algo para tomarse a la ligera. Los gatos gordos están más expuestos a sufrir enfermedades cardíacas, diabetes, infecciones… ¡y hasta puede reducirse su esperanza de vida!
Las personas se ponen a dieta cuando ven que su peso no es bueno para su salud ¿no? Pues los animales igual. ¿Sabías que más de la mitad de los gatos de Estados Unidos tienen sobrepeso? De hecho una encuesta realizada por Association for Pet Obesity Prevention asegura que en 2014 existían 55 millones de gatos obesos y el número ha ido aumentando desde entonces.
La mayoría de personas con gatos con sobrepeso no saben que su mascota se encuentra en esa situación ya que no reconocen los síntomas ni saben detectarlo visualmente. El gato doméstico tiene que pesar de media entre tres kilos y medio y cinco kilos y medio aunque esto dependerá de su raza y sexo. Algunas razas de gatos pequeños apenas llegan a los tres kilos y las razas de gatos grandes pueden superar los ocho kilos.
Cuando observes al gato desde arriba es importante que su cintura tenga la forma de un reloj de arena que adelgaza en las costillas. Pero si tu gato ensancha por encima de las costillas y al tocarle sólo notas grasa, posiblemente tenga sobrepeso. Es hora de una dieta. Si no estás seguro de la situación de tu mascota acude a un veterinario a que le pese y le haga una revisión.
Existe un problema y es que en muchas ocasiones incluso descubriendo el sobrepeso del gato, los dueños no se toman la situación en serio. Es un gran error ya que un exceso de grasa puede provocar en el animal otras patologías como, por ejemplo, diabetes, problemas intestinales, problemas en la piel o enfermedades del hígado. Los felinos gordos también pueden sufrir artritis.
Recuerda que los gatos son más propensos a sufrir sobrepeso que los perros y debes hacerles revisiones médicas. Siempre será más fácil prevenir estos problemas que revertirlos. Las claves son una buena alimentación y ejercicio. En el caso de que tu minino ya lo padezca acude a tu veterinario de confianza y empieza a trabajar en ello.
A continuación te damos unos consejos más desarrollados para que tu gato y tú trabajéis en equipo contra su sobrepeso.
Datos poco halagüeños
La mitad de los felinos domésticos pesa más que de lo que debe y uno de cada diez presenta obesidad. Claramente, muchas de nuestras mascotas son gatos gordos.
El día a día
Es fácil comprender cómo se ponen los gatos gordos. Si nuestra mascota, bastante dormilona (duerme unas 18 horas al día), se mueve únicamente parar recorrer la distancia que separa su camita del cuenco de la comida es lógico pensar que va a engordar a la velocidad de la luz.
¿Por qué engordan?
Generalmente el exceso de peso en gatos se debe a que el animal ingiere más de lo que necesita. Sin embargo, la obesidad también podría deberse a factores hormonales, como en el caso de los gatos esterilizados o si el animal tiene ya unos años.
No es una tontería
La obesidad en gatos no es divertida y tampoco es inofensiva. Es un problema muy serio y puede complicarse en otras patologías...
Riesgos de la obesidad
Los gatos gordos tienen más riesgos de sufrir enfermedades graves como diabetes, artrosis, afecciones de corazón e infecciones urinarias. Por si fuera poco, la esperanza de vida se reduce así como su calidad.
Paciencia y constancia
Has decidido que tu mascota va a salir del club de los gatos gordos, ¡perfecto! Además de todos los consejos que te vamos a dar es fundamental que desarrolles la paciencia. Cuando pones a dieta a la mascota, deberás ser muy constante y no esperar resultados de un día para otro ya que el animal perderá peso muy lentamente.
No hagas cambios drásticos
Antes de hacer grandes cambios en la alimentación de tu gato, empieza por ofrecerle raciones más pequeñas.
Reduciendo las grasas
En una dieta para gatos gordos hay que empezar reduciendo la cantidad de grasas. Con 200 g de alimento seco al día, un gato adulto y sano tiene suficiente, está bien alimentado.
No te pases
Los veterinarios dicen que los gatos gordos no pueden perder más de 2% de su peso a la semana. Si tu mascota pesa, por ejemplo, 8 kilos, el tope de pérdida será de 160 g semanales.
¡En marcha!
Intenta que el gato haga ejercicio estimulándole poco a poco. Importante: no le des chuches ni caprichitos entre horas.
¿Tu gato come fuera de casa?
Si tu gato tiene acceso al exterior puede que se esté alimentando de pienso de otros animales o de otros animalitos que caze en sus expediciones. Controla qué come.
Gatos esterilizados
Si tu mascota está esterilizada, aliméntala con un pienso específico y ponle la cantidad que indica el paquete o la que te recomiende el veterinario.
Ojito con los hidratos
Si tu gato vive en un piso y no hace ningún tipo de “excursión”, no debería ingerir demasiados hidratos de carbono ya que hace poco ejercicio y no puede quemarlos.
Fiambres no
Por mucho que a tu peludo le vuelva loco la mortadela, las salchichas o el jamón, lo único que le van a aportar son grasas perjudiciales.
Ayuda profesional
Si después de modificar su dieta tu gato sigue aumentando de peso pide cita en tu veterinario para que te asesore profesionalmente y descarte que haya un problema de salud más allá de la obesidad.
