Adorar a los gatos y que te den alergia es una mala jugada pero tener un cachorrito y que de repente te enteres de que el sarpullido que te cubre medio cuerpo, el picor de ojos, los estornudos y el lagrimeo constante te lo está provocando él… eso ya son palabras mayores. Para algunas personas es como si se les abriera la tierra bajo sus pies, lo viven de una manera muy dramática.
La culpable de la alergia a los gatos es la Fel d 1, una proteína presente en su piel que se libera con la caspa y que los felinos extienden por su cuerpo al lamerse. Cuando se les cae el pelo, esta proteína se esparce. La reacción alérgica se produce cuando la Fel d 1 entra en el organismo de la persona alérgica.
Hay niveles y niveles de alergia y existen medidas que pueden reducir la reacción alérgica en caso de que bajo ningún concepto vayas a sacar al peludo de tu vida. Insistimos en este aspecto, con ellas vas a minimizar las reacciones pero no acabarás con ellas.
La primera recomendación es muy obvia y consiste en no tocar al animal. Si no vas a renunciar a este placer, lávate concienzudamente las manos con agua y jabón tras acariciarle. Sería conveniente que le prohibieses la entrada a tu dormitorio para así mantener un espacio “no contaminado”, además ten en cuenta que en él pasas muchas horas durmiendo. Tener alfombras en casa no es recomendable porque en ellas se va quedar atrapada buena parte del pelo que el gato pierda y que, como ya hemos mencionado, contendrá la proteína alergénica Fel d 1.
Además de estas medidas, existen razas de gatos que sueltan menos pelo, en caso de que sepas que tienes alergia pero vayas adoptar porque te compensan más los pros que los contras. Eso sí, al igual que no existe un perro 100% hipoalergénico, no hay gato que no produzca ninguna reacción en alguien diagnosticado de alergia a la caspa de este animal.
Ahora sí que sí, no te pierdas nuestra selección de medidas para minimizar las reacciones alérgicas a los gatos.
Síntomas de alergia
Los gatos, seguidos de los perros, son los animales que más comúnmente producen alergia en las personas que conviven con ellos. Si eres una de ellas, posiblemente habrás experimentado las molestas consecuencias: picores, irritación en los ojos, tos, estornudos e incluso problemas respiratorios.
Más alergia a los gatos
Según un estudio realizado por la Universidad Politécnica de Valencia, entre el 15% y el 30% de las personas con alergia sufren reacciones alérgicas también a los gatos o perros, aunque la sensibilidad a los felinos es casi dos veces más frecuente que a los canes.
¿Por qué se produce la alergia?
A pesar de la extendida creencia de que el causante de las reacciones alérgicas es el pelo del gato, la culpable es una proteína de su piel. La piel del gato contiene una proteína alergénica llamada Fel d 1 que, cuando se libera con la caspa, es todavía más dañina. Cuando se lamen el pelaje, los felinos extienden estas células de piel seca por todo su cuerpo y, cuando el pelo se desprende, las proteínas alergénicas se esparcen. Cuando entra en el cuerpo de personas con un sistema inmunológico más sensible de lo normal a estas sustancias, la proteína provoca una reacción de alergia. En ese momento es cuando la persona afectada sufre estornudos, tos, picores, etc.
Lavarse las manos
Si tienes alergia y, obviamente, quieres seguir conviviendo con tu pequeño amigo, seguramente te preguntarás qué puedes hacer para mejorar la situación. Cuando una persona alérgica convive con un gato, se deben tomar una serie de medidas para paliar los efectos. En este caso, lo primero que se debe evitar es tocar el animal y, de hacerse, lavarse las manos después.
Prohibido entrar en el dormitorio
Para minimizar los efectos de la alergia, es importante evitar la entrada del gato en el dormitorio, ya que nos pasamos entre el 30 y el 50% del tiempo en esta habitación.
Mejor sin alfombras
Para minimizar la alergia, limpia las mantas y cojines del animal, lávalo y cepíllalo regularmente (de 2 a 4 veces por semana) y ventila la vivienda con frecuencia. Las alfombras son también un foco de concentración de pelos y partículas de piel de los gatos, intenta reducirlas en casa.
Productos contra la alergia
Puedes probar también con un producto que frene la alergia. En el mercado existen algunos productos que reducen considerablemente la probabilidad de sufrir alergia a los felinos (con una efectividad que ronda el 60%). Puedes aplicar la loción sobre tu peludo. Primero tendrás que cepillarlo y posteriormente aplicársela. Es un producto líquido y deberás suministrarlo a favor y en contra de la dirección de crecimiento del pelo, con ayuda de un trapo o algo similar. Este eliminará la caspa sobrante de su piel y, de esta forma, reducirá la posibilidad de provocar alergia.
Gato balinés
El balinés es un gato de tipo oriental y una de las razas que produce menos proteínas alergénicas. Hay que cuidar su pelo para evitar la caspa.
Devon rex
El devon rex es uno de los gatos que menos pelo suelta y, a pesar de que no es el pelo el culpable de la alergia, la poca cantidad del alérgeno que pueda acumular en él tiene menos probabilidades de ser distribuido por el hogar.
Gato sphynx
A pesar de lo que muchos puedan pensar, el sphynx no es un gato apto para alérgicos. Al no tener pelo, muchas personas con alergia a los gatos creen que convivir con un sphynx es la mejor opción, pero se equivocan. Como hemos comentado anteriormente, el causante de la alergia no es el pelo sino una proteína que se produce en la piel y la saliva.
Oriental de pelo corto
Diversos estudios científicos aseguran que hay algunas razas de gatos que son más hipoalergénicas que otras, es decir, que producen menos alérgenos. Eso no significa que no vayan a producirte alergia, simplemente las probabilidades son menores y, en todo caso, el efecto posiblemente será menor. El oriental de pelo corto es una de estas razas.
Oriental de pelo largo
Otras de las razas que producen menos alérgenos son el javanés (mandarín u oriental de pelo largo, en la imagen) y el cornish rex.
¡Al médico!
En el caso de que nada de lo mencionado funcione con la alergia, puedes visitar a tu médico para que te aconseje sobre qué hacer para mejorar la convivencia con tu felino. Consulta también con un especialista en nutrición canina y felina o con un veterinario, para saber qué puedes aplicar a tu mascota para intentar reducir el esparcimiento de esa proteína alergénica.
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