Los gatos son dueños de un carácter y modus operandi muy peculiares que suelen generar entre los amantes de los animales mucha curiosidad y a veces hasta envidia sana.
Con esto de envidia sana nos referimos a ese estado como de meditación en el que parecen estar sumidos permanentemente. No se alteran por asuntos que no les conciernen, se toman la vida con una envidiable calma y solo se activan cuando a ellos les apetece. ¿No te parecería buena idea seguir de vez en cuando su ejemplo?
La independencia es otro rasgo de su carácter pero debes saber que esta se desarrolla cuando el felino pasa la etapa de cachorro, ya que en esta fase es especialmente dependiente de su humano. Cuando crece y se convierte en adulto, el minino buscará momentos para estar solo e irse a un lugar alejado de la familia y echar una cabezada. Con esto no queremos decir que pases poco tiempo con él aduciendo que necesita independencia sino que es un animal que reclama sus momentos para estar solo, todo lo contrario que le ocurre a un perro, que busca estar continuamente acompañado.
De los felinos destaca poderosamente su sentido de la limpieza tanto de su entorno como de él mismo. Es muy raro ver a un gato sucio pues continuamente andan lavándose y no comerá ni beberá de cuencos sucios así como no hará sus necesidades en una bandeja llena de suciedad o dormirá en un espacio que no esté limpio. Así son ellos.
Otra de las características gatunas más llamativas es lo indómitos que son. A diferencia de con un perro, es muy complicado domesticarlo. El gato suele hacer las cosas que él quiere no las que tú le mandas. Además, muchos ejemplares llevan bien fijado el gen de la caza y aunque vivan en pisos cazarán presas de pequeño tamaño como cucarachas, arañillas o polillas. Puedes imaginar el botín de los que tienen acceso a la naturaleza: ratones, pájaros y hasta conejos.
No te pierdas esta galería de fotos con muchas más referencias al carácter de nuestros amigos los mininos. Nunca dejarán de sorprendernos.
Reflexivos
Los gatos se toman la vida con una envidiable calma filosófica y rara vez se alteran con asuntos que ni les van ni les vienen. Por esta forma de ser tan ensimismada parecen disfrutar de la vida con total placidez.
Dormilones
A los gatos les encanta pasar horas y horas tirados en el sillón, en su camita o en sitios cómodos y calentitos. Parece que duermen pero no es así, su sueño casi nunca es profundo. Los gatos se hacen los dormidos pero permanecen alerta ante el más mínimo ruido o movimiento.
Independientes
Aunque los gatos adoran estar rodeados de su familia y seres queridos, hay momentos del día que buscan la soledad, se van a una habitación ellos solos a dormir o no les importa lo más mínimo quedarse solos un rato (¡pero un rato pequeño, ojo!) mientras no les falte comida y agua. Dicho lo cual, a veces tendrás que reprimir el impulso de darle un abrazo de oso a tu peludo, ¡no le agobies!
Curiosos
¿Cuántas veces has oído eso de que la curiosidad mató al gato? Los gatos son unos auténticos cotillas que junto a su gran inteligencia hacen que muestren especial interés por cualquier novedad. Esa costumbre de subirse a sitios altos obedece a ese interés y a su marcado sentido de la territorialidad.
Muy limpios
Los gatos son animales extremadamente limpios, tanto con su cuerpo como con el entorno que les rodea. Se pasan buena parte del día lamiéndose y acicalándose parta mantener su pelo impoluto. Tampoco les verás comiendo o durmiendo en lugares sucios o pestilentes. Una vez que la mascota aprende a hacer sus necesidades en la bandeja, es muy raro que un día las haga fuera.
Dignos y majestuosos
Los gatos casi siempre se mostrarán dignos y majestuosos eso sí, sin manifestar su alegría.
Mimosos
Todos los gatos reclaman mimos pero es cierto que están menos unidos a nosotros que nosotros a ellos.
Huraños
Los gatos son especialmente sensibles y, en muchas ocasiones, cuando se hacen mayores rehúyen a los extraños y tienden a encerrarse en su mundo. Son amorosos y están tan felices… ¡hasta que llegan las visitas a casa!
Indómitos
Los genes de los gatos los predisponen a ser animales más salvajes y difíciles de domesticar. No cazan en grupo ni lo necesitan para sobrevivir como sí ocurre con los perros. Los gatos son cazadores solitarios. Sin embargo, sus primos los leones sí que cazan en grupo.
Perezosos
Los gatos no hacen ejercicio así porque sí. Muy al contrario, tienden a dosificar al máximo sus desplazamientos y no moverse mucho si no es estrictamente necesario, sobre todo cuando son adultos.
Imprevisibles
Los gatos parecen animales de costumbres rutinarias pero tienen muchos comportamientos espontáneos e impredecibles. Sí, ha visto funcionar la lavadora tropecientas veces pero, de repente, un día cualquiera enloquece viendo girar la ropa en el tambor, cosas de gatos.
Nocturnos
Los gatos se vuelven más activos al caer el sol, la noche es su momento preferido. No te extrañe que tu peludo se ponga a correr por todo el salón a altas horas de la madrugada.
Territoriales
Los gatos son animales muy territoriales y es más que probable que si llevas otro minino a casa, tu felino lo hostigue, se muestre enfadado y no le permita estar en los mismos sitios en los que se encuentre él. Debes saber que para él tu casa no es tuya sino suya y que él es el que te permite el lujo de vivir allí.
Las caricias, cuando ellos quieren
Los gatos sí son cariñosos pero cuando ellos quieren. Tu minino demandará tus caricias y atención cuando le apetezca y si en un momento determinado quieres tocarlo y él no tiene ganas, no te dejará.
Cazadores por naturaleza
Es cierto que existen individuos que no muestran ningún instinto cazador pero por lo general los gatos lo llevan en la sangre. Los felinos domésticos que tienen acceso a la naturaleza cazarán presas de mayor tamaño como ratones, pájaros y hasta conejos y los que viven en piso harán lo propio con cucarachas, polillas, arañas…
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