Cómo mantener a un perro lejos de la cocina
Con entrenamiento y mucha perseverancia podrás entrenar a tu mascota para que no se cuele en la cocina.
Los perros nos regalan amor incondicional y momentos de diversión. Sin embargo, algunas mascotas son bastante traviesas y se cuelan en la cocina, llegando incluso a robar comida de la mesa o la encimera. Por eso, si quieres evitar que tu perro se cuele en la cocina (llegando a ingerir alimentos que podrían intoxicarle) es mejor que lo mantengas fuera hasta que esté completamente entrenado. Poco a poco tu peludo se irá acostumbrando y podrás cocinar sin riesgos para tu mascota. ¡Toma nota!
Entrenamiento de límites
Para entrenar a tu perro, tendrás que ponerle una correa y utilizar snacks saludables. Camina hasta la cocina y detente justo antes de entrar. Puedes pedirle a tu perro que se siente o decirle que se ponga a tu lado. Además, si tu cocina es abierta tendrás que elegir un lugar para marcar el límite. A continuación, tendrás que darle un premio cada vez que se detenga contigo. Esto le enseñará que detenerse fuera de la cocina es algo positivo.
Repite este entrenamiento hasta que tu perro se detenga por sí solo. Cuando ya esté completamente entrenado, quítale la correa y comprueba sus habilidades. Seguro que con paciencia y perseverancia podrás enseñarle a tu peludo a no meterse dentro de la cocina (aunque no quiera).
Coloca unas barreras
Otra opción es instalar una barrera de seguridad (como las que hay para los bebés) en la entrada de la cocina. Puedes dejarla cerrada todo el tiempo, o cerrarla únicamente cuando estés cocinando y quieras mantener alejado a tu mascota.
Además, es importante que la puerta sea más alta que tu perro, ya que de lo contrario tu peludo podría saltar fácilmente.

perro con cuenco
Pídele que se vaya a su canasta
Si has entrenado a tu mascota para que se vaya a su canasta o jaula, puedes ordenarle o que se quede en su cama mientras estás en la cocina. Por eso, si tu perro es obediente y permanece en la canasta, puede que no sea necesario encerrarlo.
Si tu perro tiene jaula, tendrás que asegurarte de que sea lo suficientemente cómoda y que tenga juguetes divertidos. De esta forma, tu peludo se mantendrá ocupado y no tendrá tanto interés en entrar en la cocina.