¿Sabes todo sobre la boa constrictor de cola roja?
Esta serpiente procedente del continente americano, puede alcanzar un tamaño considerable y las hembras son incluso más grandes que los machos.
La boa constrictor constrictor, llamada comúnmente boa de cola roja, es una de las serpientes más populares (gracias en parte al cine), y su rasgo más característico es que no es venenosa y mata a sus presas por constricción (opresión), de ahí el nombre que recibe. Tiene una gran fuerza muscular y por ello es considerado un animal peligroso, que de tenerlo en casa se debe tratar con mucho cuidado y respeto, pues son imprevisibles.
Procede, como nos cuenta la bióloga Marta Bravo en el vídeo, de América Central y América Latina, sobre todo la región que comprende desde el norte de Brasil hasta el norte de Bolivia, pasando por las zonas orientales de Colombia, Ecuador y Guyana. Su esperanza de vida suele estar entre los 20 y los 30 años en cautiverio y las hembras pueden tener entre 25 y 30 crías.
Poseen un gran control de la temperatura de su cuerpo a través de la termorregulación, pero es importante proporcionarles un terrario o caja especial que mantenga su temperatura y sus niveles de humedad, con un lado fresco y otro más seco y caliente. Aunque son terrestres, también suben a los árboles, por lo que es buena idea ponerles algún tronco resistente al que puedan subirse y un terrario de mayor altura.
En cuanto a la alimentación, son especiales. Debemos esperar al menos cinco días después de traerla a casa, para que pueda acostumbrarse al nuevo entorno. Estas boas se alimentan (en su entorno natural) de mamíferos y aves, pero en caso de tenerlas como mascotas se les alimenta con roedores, y no se le puede dar comida que sea más grande que la circunferencia de su cuerpo. La frecuencia variará con la edad del animal; una vez a la semana o cada diez días es suficiente para una boa joven, y según crezca la frecuencia disminuirá.
Su visión no es muy buena y emplean la lengua para captar a sus víctimas o a sus “humanos” (o a las hembras en el momento de la cópula). Sus escamas son de tonos rojos, negros y pardos, muy brillantes, aunque, paradójicamente, no todas las boas constrictor de cola roja tienen la cola roja.
En algunas culturas antiguas latinoamericanas se las consideraba un dios, y se vieron mermadas por su empleo para remedios antiguos y también por el comercio irresponsable de ellas como mascotas.