Cómo educar a tu gato
Educar a un gato, en contra de lo que la creencia popular pueda indicar, sí es posible. Te contamos cómo hacerlo en positivo.

gato-mujer-premio.jpg
Una cosa sí que es cierta y es que la manera que tienen los felinos de aprender es distinta a la de los perros. A lo que nos estamos refiriendo es básicamente a que un gato hará lo que tú le mandes si a cambio recibe algo que le compense (premio comestible o bien un juguete), mientras que los canes obedecen no solo por el premio, que también, sino por docilidad y dependencia hacia su dueño.
En Muy Interesante somos partidarios de la educación en positivo, es decir, aquella en la que no se ejerce el castigo físico (pegar) o verbal (gritos) sino que enseña premiando la buena conducta y “castiga” con la indiferencia, apartando al animal de nuestro lado un breve periodo de tiempo… Y diciendo no a lo que no queremos que nuestra mascota haga.
En el caso de los gatos, más que aprender a hacer monerías, lo que interesa es que cumplan unas reglas básicas de convivencia como no robar comida, no marcar, no limarse las uñas en el sofá… Para ello, cuando lo pilles haciendo lo que no debe, repréndele de forma indirecta como, por ejemplo, haciendo un ruido fuerte y desagradable o rociándole con un spray lleno de agua. Así el animal no asociará el castigo contigo. Para evitar que se lime las uñas en los muebles, cómprale rascadores y pónselos cerca de esas zonas. También puedes rociar con limón o poner papel de aluminio en las zonas donde no quieres que lo haga.
Para enseñarle órdenes a tu gato, del tipo que venga cuando lo llames o que se siente, te recomendamos que te armes de mucha paciencia, que uses palabras cortas para dar la orden y que premies con algo rico cuando el animal haga lo que tú quieres. Es básico practicar unos minutos todos los días. Con perseverancia, paciencia y premios deliciosos, lo conseguirás. Te lo aseguramos.
Una vez que hemos llegado a este punto, el siguiente pase es elegir un premio delicioso a la par que nutritivo. No queremos snacks que puedan dañar la salud de nuestra mascota.
Para elegir con cabeza y no dejándonos llevar por las variopintas formas y sabores que encontramos hoy en día en las tiendas, lo mejor es preguntar a nuestro veterinario de confianza.