El perro y el miedo a los petardos
Los expertos te dan unos cuantos trucos para que tu perro no se asuste con los petardos y ruidos fuertes.
Muchos perros tienen terror a los petardos, las tracas y el ruido excesivo, como por ejemplo, cuando un grupo de amigos celebran los goles de su equipo con mucha efusividad, cuando se celebra la noche de San Juan, las Fallas valencianas o se da la bienvenida al Año Nuevo. ¿A tu mascota le ocurre lo mismo? Pero, ¿por qué?
El miedo que manifiesta el animal no es más que una respuesta ante una situación que el perro percibe como amenaza a su integridad. En principio no es malo tener esa reacción ya que es la que hace que nos alejemos o nos protejamos de estímulos que podrían ser peligrosos. Gracias a este miedo hemos podido sobrevivir evolutivamente hablando.
El problema aparece cuando la reacción de miedo hacia un determinado estímulo es exagerada. En este caso estaríamos ante una fobia, nada agradable ni adaptativa además de dificultosa para vivir. ¿Notas este síntoma en tu peludo? Lo mejor es que consultes con un etólogo canino para que te dé un tratamiento específico y eficaz. En este vídeo el veterinario Carlos Rodríguez y la etóloga y veterinaria en CEVA, Victoria Ramiro nos ofrecen claves para ayudar a tu perro.
Además de las pautas que te dé el etólogo canino para acabar con el miedo irracional de tu mascota a los petardos, te contamos algunos comportamientos que deberías seguir tú y es que nuestra actitud ante este problema es crucial.
- Cuando se presente la situación temida, mantén la calma para transmitirle seguridad a la mascota y servirle de guía.
- No mostrar ningún tipo de reacción y seguir andando tranquilamente las primeras veces que tiran un petardo es de vital importancia para el perro, ya que le ayudará a gestionar su miedo desde el principio.
- Jamás le regañes por tener miedo. Nos referimos a que no le reprendas por intentar huir, por meterse debajo de la cama… Si le castigas asociará el hecho de que se tiren petardos con cosas malas como el castigo o la regañina.
- No le acaricies ni le hables cuando tenga miedo. Quizá lo que siempre hayas hecho haya sido lo contrario pero con este gesto lo que se consigue, según Ana Jiménez Fernández, licenciada en psicología y adiestradora canina, es reforzar la conducta que pretendemos evitar con las caricias y las palabras cariñosas. El momento de las caricias llegará cuando se tranquilice.
- Ten mucho cuidado si tu perro es de los que salen huyendo sin mirar atrás por miedo. Le podría atropellar un coche así que llévalo atado.