Cuando una mascota se pone enferma, además de preocuparte por su salud, el dolor que padece y estar muy pendiente de ella, se presenta el momento incómodo de darle la medicación. Muchos animales son fáciles de engañar pero otros siempre se las apañan para escupir la pastilla. ¿Cómo darle la medicación a tu gato sin que todo acabe como el rosario de la aurora?
Darle la medicación a un gato puede ser una tarea sumamente complicada. Hay felinos domésticos que cazan al vuelo la existencia de una pastilla sepultada entre capas de su paté favorito (ese que le das cuando es su cumpleaños o en un momento muy concreto) y la escupen; otros se resisten a tragar y hay quienes tiran de garras causando auténticos desastres en la piel de su humano. En cualquiera de estos casos el resultado puede ser el mismo: el humano pierde los nervios y la mascota no se toma su medicina. ¿Qué podemos hacer?
Para empezar, nuestro gato tiene que estar muy acostumbrado al contacto. Si tu animal es aún cachorro, ve poco a poco habituándolo a abrirle la boca para darle premios, por ejemplo. Cuanto antes interiorice el gesto de darle una pastilla, mejor que mejor.
Imaginemos que ya está más que acostumbrado a que lo cojas, lo acaricies… Ahora toca informarse de si la pastilla puede ingerirse con alimentos, en tal caso, será más fácil dársela bien escondida en su comida favorita, si no y de si se puede partir para hacer más sencilla la toma.
También es buena idea tener una toalla a mano, sobre todo si estás tú solo para darle la medicina y que no te arañe. Deberás cubrirle con las patas dentro de la toalla como si fuera un rollito. La toalla debe ser de tamaño medio, si es muy grande te costará maniobrar.
Una vez cubierto con la toalla y dependiendo de si alguien te va a ayudar a darle el comprimido, tendrás que inmovilizarle, siempre de espaldas a la persona que lo sujeta. Coloca su cabeza mirando hacia el techo, ábrele la boca metiendo tus dedos en el hueco existente entre el colmillo y el diente siguiente e introdúcele la pastilla. Las jeringas que dispensan pastillas te pueden ser de gran utilidad.
No te pierdas esta galería de fotos en la que te contamos con más detalle las mejores maneras de conseguir que el gato se tome su medicina y te damos consejos útiles. Te prometemos que no es misión imposible.
Acostumbra a tu gato al contacto
Mucho tiempo antes de que tengas que darle una pastilla a tu gato, tendrás que haberlo acostumbrado al contacto. Es bueno que desde cachorro se habitúe a que lo acaricies suavemente alrededor de la cara y la boca. Puedes darle premios por dejarse tocar en esas zonas y que lo asocie con algo placentero. Conforme él se vaya sintiendo más cómodo con este tipo de contacto, puedes probar a usar tus dedos para abrirle ligeramente el hocico y darle pequeños bocados sabrosos. Así, el gato se habituará al movimiento que luego emplearás para darle la medicación y además lo asociará con algo positivo.
¿La pastilla se puede acompañar de alimento?
Hay algunos medicamentos que se tienen que dar sin comida, lo que hace la tarea un poco más complicada pero para nada imposible.
¿Los comprimidos pueden partirse?
También tienes que asegurarte de si el comprimido se puede o no partir. Las pastillas de liberación prolongada, por ejemplo, no deben partirse. Pregúntale al veterinario y lee detenidamente el prospecto.
La pastilla se puede tomar con comida
Es la manera más sencilla de darle la medicación. Para ello, elige un bocadito pequeño que le encante a tu minino (la comida húmeda es una muy buena opción) y escóndele la pastilla dentro. Asegúrate de que esté bien disimulada por todos los lados para que no la perciba fácilmente (sella bien el bocado). Una buena idea es darle un bocadito sin pastilla, luego otro con y acabar con otro sin.
Quitarle la comida para que tenga hambre
Si la pastilla se le puede dar con comida, una manera de asegurarse que se va a tomar ese bocadito es retirarle el comedero unas 8 ó 10 horas antes. El hambre no perdona.
La pastilla no se puede tomar con comida y alguien te ayuda
Aquí empieza lo bueno… Lo primero que hay que hacer es colocar al gato en una superficie estable y con la altura adecuada como una mesa. Luego, sujétalo suavemente a ambos lados de los hombros de forma que su cuerpo quede echado sobre sus antebrazos y tú tengas su parte de atrás pegada a tu estómago. Una vez inmovilizado, la otra persona le administrará la pastilla levantándole la cabeza en vertical.
Mantener la calma durante todo el proceso
Es muy importante que no pierdas los nervios en ningún momento aunque el gato te lo ponga un poco difícil. Si mantenemos la calma ayudaremos a que el animal se tranquilice y evitaremos cometer errores.
La pastilla no se puede tomar con comida y estás solo/a
Arrodíllate en el suelo y sujeta a la mascota entre los muslos asegurándote de que no pueda escapar. En este caso, las patas delanteras del gato no están sujetas pero sí su cuerpo.
Cubre al gato con una toalla
Para evitar que te arañe, sobre todo si estás solo, cubre a tu gato con una toalla de tamaño medio, no muy grande. Pon la toalla en el suelo o en la superficie plana en la que vayas a darle el comprimido a la mascota. Cada extremo de la toalla se coloca alrededor de su cuello para envolver al animal suavemente como si fuera un rollito. Las patas obviamente quedarán dentro de la toalla.
Si tu gato es nervioso
Si tu gato es nervioso, enróllalo con una toalla sí o sí.
Cómo darle la pastilla
Hay que levantar la cabeza del animal de manera que su nariz mire hacia arriba y su boca tienda a abrirse. Para sujetar la boca del gato y colocarla mirando hacia arriba, puedes usar el hueco que hay entre el colmillo y el siguiente diente. Toma la pastilla entre el pulgar y el índice de la otra mano y con el dedo corazón ábrele suavemente la boca. La otra mano estará sujetando la boca del animal por el hueco de los dientes ya mencionado. Métele el comprimido en la boca empujándolo hacia atrás. Para que no te muerda, hazlo por el centro de la boca no por los laterales.
La jeringa para dar pastillas
Si no te ves dándole la pastilla a tu gato con las técnicas de las que te hemos hablado porque temes que te pueda morder, debes saber que en el mercado existen jeringas que facilitan la tarea. Solo tienes que introducir el comprimido dentro de la jeringa y metérsela al minino en la boca.
Una vez tragada la pastilla, dale agua
Arrodíllate en el suelo y sujeta a la mascota entre los muslos asegurándote de que no pueda escapar. En este caso, las patas delanteras del gato no están sujetas pero sí su cuerpo.
¿Y si el medicamento es líquido?
En este caso se lo suministraremos con la ayuda de una jeringa. Asegúrate de que está bien limpia y no sea demasiado grande, para que no le impresione. Te recomendamos envolver al animal en una toalla para evitar accidentes e ir introduciendo el líquido poco a poco en su organismo.
RECIBE CADA SEMANA LAS NEWSLETTERS DE MUY INTERESANTE