Muy Interesante

¿Sufres petofilia?

Disfrazar a tu perro, dejar de lado actividades a las que él no pueda acudir o gastarte cientos de euros al mes en todo tipo de lujos para él son signos que indican que podrías padecer este trastorno.

Te encanta pasar tiempo con tu mascota y proporcionarle todos los cuidados que necesita es una de tus prioridades. Lo entendemos, es normal y así debería ser. De hecho, tener una mascota es bueno para la salud y según un estudio, acariciar perros y gatos reduce el estrés, entre otras bondades. Sin embargo, hay ocasiones en las que el amor por tu pequeño compañero de vida puede convertirse en todo lo contrario, algo enfermizo. Si notas que tu perro o tu gato se ha transformado en el centro de tu vida y roza la obsesión, es posible que sufras petofilia. Porque aunque a día de hoy se vea como algo normal disfrazar a las mascotas, llevarlas a un spa o incluso dormir con ellas, lo cierto es que no lo es.
¿Qué es la petofilia exactamente? Muy sencillo, se trata de un trastorno que surge como consecuencia de profesarle a tu mejor amigo de cuatro patas un amor excesivo. Un problema que comienza cuando los dueños comienzan a personificar a sus mascotas, es decir, a tratarlas como si fueran humanos. Esta patología tiende a afectar más a personas que han sufrido una situación traumática o tienen ciertas carencias emocionales. En esta situación, la falta de cariño lleva a estas personas a refugiarse en el amor incondicional que dan las mascotas. Asimismo, aquellas que poseen problemas para relacionarse con los demás o con una vida social prácticamente inexistente son bastante susceptibles de desarrollarla.

Signos que indican que una persona sufre petofilia

Esta desmesurada dependencia hacia el perro/gato provoca que la persona afectada se vaya alejando cada vez más de su entorno, siendo este uno de los signos más claros de este trastorno. Pero hay algunos otros que pueden ayudarte a identificarla.
Al respecto de esta cuestión ha investigado el periodista Jon Katz. “Por supuesto que no es malo ni patológico querer a un animal, cuidarlo y mimarlo, pero convertirles en personas, vestirlos como muñecas, ponerles joyas o llevarles al spa es ridículo e innecesario. Personificarlos es robarles su verdadera naturaleza y faltarles al respeto”, comentó.
Hay ciertos casos conocidos de petofilia. Sin ir más lejos, Paris Hilton es probablemente una de estas personas realmente obsesionadas por su animal. ¿Sabías que sus perros tienen sus propias mansiones? Sí, como lo lees.
Pero la petofilia no es la única relación poco sana que se puede desarrollar hacia los animales. Probablemente hayas oído hablar del síndrome de Noé, que consiste en llevarse a casa a un gran número de mascotas y acumularlas de manera desmesurada sin proporcionarles unos mínimos cuidados necesarios.

La ventana a un mundo en constante cambio

Muy Interesante

Recibe nuestra revista en tu casa desde 39 euros al año

Suscríbete
Suscripciones a Muy Interesante
tracking