¿Conoces al gato zorro?
El felino posee una cola que recuerda la de un zorro, es más grande que un gato doméstico y sus caninos están más desarrollados.
Cuentan los relatos populares de los pastores corsos que en los bosques de Asco, un municipio situado en la parte francesa de la isla, habita un animal fantástico. La criatura tiene apariencia de gato pero posee una cola que recuerda a la del zorro. También es más grande que un minino doméstico, sus orejas son más anchas, sus caninos más afilados y sus bigotes más cortos. Dicen los pastores que el gato zorro o ghjattu-volpe, como lo llaman allí, atacaba las ubres de sus cabras y ovejas.
Hoy la leyenda está más cerca de hacerse realidad y es que, tras más de 10 años investigando, agentes de la Oficina Nacional de Caza y Fauna Salvaje (ONCFS) de Francia han identificado 16 ejemplares de gato zorro, parecidos a los animales descritos durante años por los pastores.
Doce de esos dieciséis ejemplares ya han sido examinados, siendo uno de ellos un macho de unos cuatro o seis años de edad que presenta daños en un ojo, quizá consecuencia de una pelea. Los investigadores colocan chips de identificación bajo la piel de los felinos como lo haría un veterinario con un gato doméstico además de ponerles collares GPS durante un tiempo para poder conocer sus movimientos. El primero de estos ejemplares fue capturado por accidente en 2008 dentro de un gallinero. Decimos por accidente porque tanto investigadores como animales estuvieron gran cantidad de tiempo jugando al gato y al ratón.
Pierre Benedetti y Charles Antoine Cecchini, agentes de la ONCFS declararon a la Agence France-Presse que los ejemplares de gato zorro han sido localizados en una zona montañosa y muy escarpada del norte de Córcega, alejada de la presencia humana y donde existe agua y una cubierta vegetal que los protege de su principal depredador, el águila real.
Este felino silvestre tiene hábitos nocturnos y un comportamiento muy discreto.
“Es el ancestro del gato doméstico. Se parece a un gato”, declaró Benedetti en a la emisora gala France Info. “Tiene un fenotipo bien particular y muy homogéneo. Su aspecto, su color, su peso determinan el fenotipo”, añadió.
Los investigadores hablan más de una revelación que de un descubrimiento, pues los pastores de la zona, tiempo atrás, hicieron referencia a este felino que mide 90 cm de la cabeza a la cola. Benedetti y Cecchini partieron precisamente de la leyenda para investigar la existencia del animal. En 2016 consiguieron fotografiarlo con cámaras infrarrojas nocturnas, capturarlo sin dañarlo para estudiarlo brevemente y soltarlo de nuevo en la naturaleza.
Usando una fragancia que atrae a los felinos y un palo de madera contra el que los gatos podían frotarse y dejar rastros de su piel, los investigadores pudieron obtener una muestra de ADN de un gato zorro en 2012. El análisis de la información genética aleja al gato zorro del gato montés europeo (felis silvestris silvestris) y lo acerca al gato salvaje africano (felis silvestris lybica). Benedetti estima que la llegada de este animal a la zona se produjo en la época de la segunda colonización humana, 6500 años antes de nuestra era.
¿Es el gato zorro una nueva especie?
Su físico de gato salvaje con rasgos de zorro hace que la denominación gato zorro le venga como anillo al dedo. Sin embargo, los científicos no han encontrado certezas suficientes para catalogarlo de especie o subespecie. Tampoco para confirmar que se trate de una variante de gato salvaje, resultado de cruces entre gatos silvestres.
Esta última teoría es precisamente la que más convence al director de la delegación regional de la oficina de caza y fauna: “más posiblemente se trataría de un cruce o hibridación, posiblemente de un gato silvestre sardo”, declaró a Le Monde.
Independientemente del veredicto científico, lo que tienen claro los investigadores es la necesidad de reconocer y proteger a este animal. De hecho esperan que se tomen medidas de protección en un plazo de dos a cuatro años. Que así sea.