Consejos para los perros braquicéfalos en verano
Si tienes un perro de hocico achatado, deberás tener aún más cuidado con los golpes de calor en verano.
Como hemos comentado en más de una ocasión, los perros sufren el calor veraniego mucho más que nosotros. Si además tu peludo tiene el hocico achatado, el calor pasa a ser mucho más preocupante y deberás tomar el doble de precauciones. ¡Ojo con las altas temperaturas! Especialmente si tu mascota es un bulldog, un bóxer o un carlino.
Para empezar, es fundamental que sepas reconocer a los perros braquicéfalos. Estos canes presentan un hocico achatado y unos pliegues muy particulares en el rostro. También tienen la cara y los huesos más cortos de lo normal, por lo que su anatomía se ve completamente alterada.
Además, estos perros tienen la cara achatada, tanto que sus orificios nasales son más pequeños de lo normal. Aunque estos peludos tienen una apariencia muy divertida, su hocico achatado les hace estar más expuesto a las altas temperaturas y a los problemas respiratorios. ¡Debes tener mucho cuidado con los golpes de calor!
Razas de perros braquicéfalos
Existen muchas razas de perros braquicéfalos, aunque entre las más habituales se encuentran el carlino, bóxer, bulldog francés, bulldog inglés, pequinés, boston terrier, shar pei y el cavalier king charles spaniel. De nuevo, insistimos en que pidas consejo a un especialista si tu peludo es de alguna de estas razas.
Riesgos para el peludo
Los perros de hocico achatado o braquicéfalos tienden a padecer problemas respiratorios y, como decíamos al inicio, son más sensibles al calor que otros canes. Tanto es así que existe el llamado síndrome del perro braquicéfalo, en el que se recogen las siguientes anomalías respiratorias:
- Orificios nasales más estrechos.
- Paladar blando demasiado amplio. Esto podría causarle a tu mascota un bloqueo parcial de las vías respiratorias.
- Colapso laríngeo. Es una de las complicaciones más graves, ya que se obstruyen al completo las vías respiratorias.
- Diámetro reducido de la tráquea.
A consecuencia de estos problemas, los perros presentan dificultad para respirar y tragar, no pueden realizar ejercicio con normalidad y roncan. Igualmente, cabe destacar que los perros no sudan para regular la temperatura corporal como hacemos las personas. Su forma principal de refrigerarse es mediante el jadeo. En el caso de los canes braquicéfalos, su anatomía hace que se refrigeren con una menor eficacia que otros perros.
Cómo refrescar a perros braquicéfalos
Aunque tenemos que proteger a todos los peludos del sol en verano, con estos canes se deberá tener especial cuidado. ¡Recuerda que es mejor prevenir antes que curar! Por eso, deberías tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Modera el ejercicio diario del peludo. Además, los paseos y las actividades al aire libre tendrás que hacerlos en los momentos de menos calor, a primera hora de la mañana o a última de la tarde.
- Dale agua fresca y limpia. Deberás cambiarle el agua con bastante frecuencia para que se mantenga fresca. ¡A nadie le gusta beber agua caliente en verano!
- Refresca su zona de descanso. Y búscale una zona fresca en la que pueda dormir y estar tranquilo. En el mercado existe una amplia variedad de productos para refrescar a tu mascota, como canastas de verano o mantas refrescantes.
- Utiliza arnés en lugar de collar. El arnés es mucho más seguro, ya que no presiona el cuello ni las vías respiratorias del peludo.
- Dale su alimento en las horas más frescas. Además, también puedes racionar su alimento para facilitarle la digestión.
- Utiliza snacks refrescantes. Aunque no debes cambiar la dieta del peludo, sí que puedes darle frutas y verduras de manera moderada.
Golpes de calor
Cuando hace demasiado calor, el jadeo podría resultar insuficiente para que el peludo regule temperatura. Es imprescindible que reconozcas los síntomas de un golpe de calor y le apliques los primeros auxilios. ¡La vida de tu perro podría depender de ello!
Si tu perro jadea muy fuerte, presenta dificultades para respirar, aumenta su ritmo cardíaco o tiene convulsiones, podría estar sufriendo un golpe de calor. Lo más importante es que refresques al peludo de inmediato, sumergiéndole en una bañera con agua o llevándole a un lugar más fresco.
Intenta que beba agua, nunca helada pero sí fresca, y deberá hacerlo a poquita poco, jamás en mucha cantidad o podría resultar contraproducente. Si no puede moverse, dásela con una jeringa o en tus manos.
Tanto si el perro consigue mejorar como si no, tendrás que llevarle al veterinario para comprobar que no tiene fallos en el organismo. El verano es un momento estupendo para disfrutar con nuestras mascotas, pero siempre tomando precauciones y velando por su salud.