Muy Interesante

Por qué tu gato te lame y luego te muerde

Existen varios motivos y la clave para averiguarlo es saber descifrar el lenguaje corporal del felino.

La situación es la siguiente: estás acariciando tranquilamente a tu gato, él parece estar gozándolo así que continúas masajeando su lomo, te da un lametazo que tú interpretas como que le está gustando y en una milésima de segundo se da la vuelta y te propina un mordisco en la mano. ¿Qué ha pasado? ¿Es que no le gustaba tu masaje y tú has malinterpretado el lametazo? ¿Quiere que dejes de tocarle o está jugando a su manera? La respuesta no es tan exacta como nos gustaría y el hecho de que el gato te haya lamido y luego mordido puede tener distintos significados. Vayamos por partes…

¿Por qué lamen los gatos?

Uno de los muchos motivos por los que los gatos se lamen es para retirar la suciedad de su pelaje (para ello son muy útiles esa especie de espinas que tienen en la lengua y que en ese caso actúan a modo de cerdas de un peine). Por lo tanto, si nuestro minino nos chupa, lo que está haciendo es acicalarnos. De hecho, entre ellos pueden lamerse, eso sí, solo a los miembros de su familia más cercana, como las madres a los cachorros y entre hermanos. Así que, si tu gato te lame, te puedes sentir afortunado. ¡Eres muy importante para él, como de su familia!

También ocurre que ciertos gatos han aprendido que después de lamernos, nosotros reaccionamos de manera cariñosa y les acariciamos, así que lo hacen buscando mimos.

¿Por qué muerden?

En cuanto a los mordiscos, un gato puede morder si está muy enfadado o muy asustado. Este tipo de mordedura es diametralmente distinta a la de un gato juguetón. Además de más dolorosa viene acompañada de un lenguaje corporal muy claro: cuerpo rígido, lomo erizado, bufidos, maullidos de alerta y espalda arqueada. Es bastante fácil de detectar.

Un gato también puede morder durante el juego si se emociona mucho y se descontrola; para avisarnos de que le estamos molestamos o quiere que dejemos de tocarle o jugar con él (la mordida no es tan delicada y seguramente antes el minino te ha mandado ciertas señales corporales) o como muestra de afecto si esta es suave (no muerde con todas sus ganas) y repetitiva.

¿Y si lamen y luego muerden?

Aquí llega el más difícil todavía: el gato después de lamer, muerde. Existen varias explicaciones al respecto: puede ser una muestra de afecto, puede ser una manera de decirnos que dejemos de tocarle o de jugar con él y puede ser parte de su sesión de acicalamiento. Para entender este último motivo hay que tener en cuenta que los gatos mientras se lavan también se dan mordisquitos en el pelo (¡toda una limpieza fondo!).

Como conclusión, te recomendamos, además de observar la intensidad de la mordida (si muerde fuerte ya sabes que no deberías seguir haciendo lo que sea con él), estudiar el lenguaje corporal del gato o si mientras lo tocabas, él se estaba acicalando y ya por extensión te ha limpiado a ti también.

La ventana a un mundo en constante cambio

Muy Interesante

Recibe nuestra revista en tu casa desde 39 euros al año

Suscríbete
Suscripciones a Muy Interesante
tracking