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Mi perro se hace pipí en casa, ¿qué le ocurre?

Si tu perro se hace pipí en casa aun habiendo salido de paseo, podría tener incontinencia urinaria.

Mar Aguilar

En ocasiones, algunos perros no pueden aguantar las ganas de hacer pipí y lo hacen en casa, aun habiendo salido de paseo hace poco. Se trata de una acción que puede tomarse como un hábito del peludo, pero con la que se debe estar alerta ya que podría esconder un problema de incontinencia urinaria.

La incontinencia urinaria es una enfermedad que provoca que el animal no pueda aguantar las ganas de orinar, haciéndolo en cualquier momento y sitio. Conlleva desde pequeños escapes hasta grandes charcos de pipí. Aunque es más común en perros de raza grande y de edad avanzada, puede afectar a canes de cualquier edad, sexo o raza. Además, las hembras mayores o esterilizadas suelen presentar con más frecuencia este problema, al igual que ocurre con algunas razas de perro como el pinscher, el bobtail o el cocker spaniel.

Síntomas

El principal síntoma de la incontinencia urinaria es que el can se orina encima, por lo que es frecuente ver un charco de orina. También puede llamar la atención que su cama, su manta o sus accesorios están mojados. Sin embargo, hay otros síntomas no tan obvios que deben crear preocupación y alerta:

  • El can se lame mucho la zona hasta el punto de causarse enrojecimiento o irritación.
  • La piel de alrededor de la zona genital está inflamada.
  • Infecciones en el tracto urinario.

Causas

Aunque la incontinencia no entiende de edad, sexo o raza, existen numerosos factores que pueden motivarla. La obesidad es una de las causas más comunes, además del síndrome de la vejiga hiperactiva, los problemas de próstata o los desequilibrios hormonales. Asimismo puede desarrollarse por otras razones como:

  • Lesiones de la médula.
  • Infección en el tracto urinario.
  • Enfermedades como la diabetes o enfermedades renales en las que el can bebe mucha cantidad de agua.
  • Algunos medicamentos.
  • En las hembras, un factor influyente es la castración. Suele ser algo temporal y una vez que aprenden a controlar los músculos todo vuelve a la normalidad.

Diagóstico y cuidados

Acudir al veterinario es primordial, ya que un especialista deberá determinar las razones por las que el peludo no aguanta el pipí. De forma general, el veterinario realiza un examen físico y un análisis de orina, aunque podría ayudarse también de otras pruebas como un análisis de sangre, un urocultivo o una ecografía abdominal para confirmar el diagnóstico. El veterinario prescribirá el tratamiento más adecuado según el resultado de las pruebas. Este puede variar desde un medicamento específico hasta la cirugía.

Con el fin de evitar cualquier infección en la piel, es muy importante que el can mantenga una buena higiene. El propietario deberá asegurarse de que su peludo está limpio en todo momento. Además, para mantener su zona de descanso lo más limpia posible es recomendable apilar toallas limpias que ayuden a evitar que la orina traspase a su cama. Otra opción es poner una almohadilla impermeable para que absorba la humedad. Los pañales para canes también son una buena alternativa.

Cuando un perro sufre incontinencia es aconsejable sacarlo a pasear con frecuencia. Para él no es agradable hacer pipí en casa, puesto que se sentirá culpable de hacerlo. Por eso, si le ofrecemos la posibilidad de que lo haga en la calle se sentirá mucho más seguro.

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