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¿Qué es el método C.E.S. que se hace a las colonias de gatos?

Para que los felinos que vivan en los parques o descampados no continúen reproduciéndose, se ha creado este procedimiento. Te contamos en qué consiste.

El método C.E.S. significa literalmente Capturar, Esterilizar, Soltar y es un procedimiento que llevan a cabo algunas protectoras y/o algunos ayuntamientos que tiene como objetivo que los gatos callejeros no se reproduzcan sin parar.

Lo primero es tener claro que los felinos callejeros van a existir siempre en nuestros barrios, descampados, parques o vecindarios (tendría que cambiar mucho la situación para que esto no fuera así) y que debemos ayudar a los peludos a que vivan de manera agradable y saludable.

Una vez aceptado esto, hay que recordar que tener controladas y protegidas a las colonias es bueno para la ciudad en la que están.

Cuando decimos controladas nos referimos a tratadas sanitariamente así como higiniénicas y con una supervisión de sus relaciones, que los animales se estén llevando bien, no estén atacando a uno constantemente, etc.

Acabar con una colonia de manera poco ética e incluso delincuente no nos llevará más que a ser unos maltratadores de animales. No se conseguirá acabar con los gatos callejeros de la zona porque otros vendrán a coger los recursos con los que sobrevivían los otros.

La verdadera solución para esto, que además es ética y satisfactoria para todos, es el método C.E.S. (Capturar, Esterilizar y Soltar).

El sistema se desarrolla de este modo: los felinos de las colonias son capturados, esterilizados (a la vez que se aprovecha para desparasitarlos y vacunarlos); los animales sociables se ponen en adopción y a aquellos “salvajes” se les hace una señal en la oreja para que se sepa que está controlado y soltado en su territorio. Esa colonia se reducirá debido al envejecimiento natural y final de la vida de sus animales.

Es decir, el método C.E.S. interrumpe el ciclo de reproducción y acorta las poblaciones de felinos.

Las consecuencias serán todas beneficiosas

Sin más camadas nuevas, las poblaciones de gatos callejeros se reducirán progresivamente. Los comportamientos fastidiosos de los gatos en celo (aullidos, marcaje, peleas) cesan. Se vacuna a los peludos y se les alimenta habitualmente. Este cuidado incesante crea una red de protección, llevada a cabo por las protectoras, instituciones y voluntarios que será positiva tanto para los animales como para la localidad.

Antes de la captura

Para capturar a un felino de la calle para seguir este método, lo mejor es que nos ayudemos de un refugio de animales porque ya tienen experiencia en este asunto. Lo primero es cerciorarnos de que el gato no tiene propietario. Lo mejor sería contar con un lector de microchip pero si no lo tenemos, veremos si tiene una marca en la oreja izquierda que nos dirá que ya ha sido esterilizado y soltado.

Contactar con una entidad de protección también nos va a servir para facilitarnos la captura porque suelen tener una jaula trampa. Cogerlo con los brazos, a pesar de que nos hayamos ganado poco a poco su confianza, puede ocasionarnos un mal rato y unos cuantos arañazos.

Preparando la captura

La jaula se debe colocar en un lugar calmado y sin complicaciones, en una zona plana y/o donde esté acostumbrado a recibir comida.

Se pondrá comida suculenta en el fondo de la jaula y en la puerta para “invitarle” a entrar.

La captura no debería durar mucho tiempo y cuando el felino sea capturado, lo envolveremos con una manta o toalla para que la oscuridad deje que el gato sea llevado con la mayor calma posible.

Ya que es inviable saber cuándo va a entrar un gato en la trampa, deberíamos tener en todo momento la colaboración de un veterinario que apruebe la revisión del animal sin que hayamos pedido cita previa.

Antes de enfrentarnos a estas rutinas de captura, sería bueno hacérselo saber a las personas que viven en el área donde trabajaremos.

Devolver al gato

Una vez reconocido el estado de salud del gato recogido, realizada la operación y puestas las prevenciones, lo ideal es que pase 24 horas en la clínica.

Algunas veces, por falta de espacio o recursos, esta opción no es posible. Es conveniente que estos animales tengan una caseta preparada para poder esconderse.

En muchos C.E.S. perfectamente sincronizados, aparte de estos habitáculos existen voluntarios organizados con las protectoras que alimentan y vigilan a los felinos.

Queremos recordar desde Muy Mascotas que la mayoría de los C.E.S. aún son realizados por entidades solidarias o particulares poniendo el dinero y cuidando a los animales ellos mismos.

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