Cómo prevenir una enfermedad en las aves
Nuestras aves no van a mostrarnos su debilidad, por ello es de suma importancia conocer unas pautas para intentar mantener su buena salud. ¡Te contamos cuáles son!
Las aves intentan ocultar su dolor cuando están enfermas como instinto para evitar que los depredadores vean que están vulnerables y son presa fácil, es por ello que cuando nos damos cuenta de que tiene un problema o puede estar sufriendo una enfermedad y le llevamos al veterinario, puede que sea demasiado tarde o su recuperación vaya a suponernos mucho tiempo y dinero. Poner en práctica ciertas pautas de prevención será esencial para mantener sana a nuestra ave y nos libremos de preocupaciones. Sencillo y efectivo.
En demasiadas ocasiones la preocupación real del propietario por su animal de compañía puede llegar a prevenir un gran número de incidencias sanitarias. Desgraciadamente son muchos los casos en que los dueños de un ave acuden a la clínica veterinaria “echándose las manos a la cabeza”, entonando el “mea culpa”, por algo que indudablemente podría haberse evitado.
Es fácil arrepentirse, clamar al cielo, escurrir el bulto, democratizar las culpas con el resto de integrantes de la familia... pero ninguno de estos métodos aportan salud a nuestro plumado amigo. Un buen propietario deberá tener presentes todos los días unas reglas básicas que eviten en lo posible la aparición de problemas. Entre las principales están las siguientes:
Sus necesidades específicas. El propietario deberá tener siempre presentes las necesidades (alimenticias, de entorno, ejercicio, comportamiento...) de la especie de ave que tiene en su hogar. No solo deberá tenerlas presentes, deberá satisfacer plenamente dichas necesidades. Cada ave es distinta y tendrá sus particularidades, si no conoces las de tu plumífero amigo, consulta con un veterinario especializado o un biólogo experto.
Su jaula. La jaula o la pajarera en la que viva el animal deberá:
. Disponer de un lugar en donde el ave pueda aislarse.
. Estar libre de materiales tóxicos.
. Estar construida con materiales resistentes y de fácil limpieza.
Un exceso de colegas plumíferos puede provocar la transmisión de enfermedades
La multitud no es buena. Se tendrá un número de animales que no provoque superpoblación. El exceso de individuos en un entorno provoca alteraciones del comportamiento y transmisión de enfermedades.
Su comida. La alimentación de nuestro amigo plumífero deberá ser adecuada a la especie y a las características individuales de cada ejemplar. No necesitará los mismos nutrientes una psitácida mayor que un polluelo de canario. El hábitat en el que esté viviendo, su temperatura, el estado del animal, si sufre alguna enfermedad... Son algunos de los aspectos a tener en cuenta en su alimentación. Pero, una vez más, hay que consultar con el veterinario de exóticos para saber darle el alimento correcto.
Ave y casa limpia. La aparición de infecciones se prevendrá con adecuadas medidas de higiene: alimentos, agua de bebida y baño...
Tratamientos veterinarios. Se aplicarán los tratamientos preventivos que recomiende el veterinario. Nunca se aplicará tratamiento alguno si no ha sido supervisado por el profesional.
Al veterinario sin demora. Ante la menor sospecha de enfermedad (cambio de comportamiento, inapetencia, letargia, embolamiento...) acudiremos a la clínica veterinaria.
Revisiones periódicas. Aunque desgraciadamente no es una práctica frecuente en aves, es fundamental la realización de revisiones periódicas, al menos una vez al año. En ellas el profesional realizará exámenes coprológicos, cultivos de las coanas, analítica sanguínea...
Teniendo presentes todos estos puntos, la probabilidad de que nuestra ave tenga problemas sanitarios se reduce de forma drástica.
Más abajo encontrarás un vídeo sobre los daños intestinales que provocan los parásitos en las aves.