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Mi pájaro va a criar, ¿qué debo hacer?

Una vez que hemos conseguido finalizar nuestro ocasional trabajo de “cupidos” y hemos conseguido formar una pareja, debemos plantearnos que el proceso de la cría requiere de una serie de materiales concretos.

Mar Aguilar

La elección del material para criar depende del tipo de ave: los loros necesitarán cajas de resistente madera, capaz de soportar la incesante acción de sus fuertes picos; a los canarios les gustan los nidos planos, los fringílidos, en general, pueden utilizar pequeños nidos “cesta”, o nidos como los de los canarios...

Es nuestra labor informarnos y adecuar las necesidades de nidificación a la especie que tenemos en casa; en general será adecuado proporcionar varios lugares de nidificación para estimular la actividad reproductiva.

Entre los materiales que las distintas especies de aves utilizan para la realización (“forrado” o acabado) de sus nidos están las cortezas de ramas, musgo seco, fibras de coco, pelos de distintos animales (cabra), serrín, madera... El uso de estos materiales depende de cada especie y de la disponibilidad de los mismos en las tiendas especializadas.

Entre las distintas señales de que existe actividad reproductora podemos citar el acarreamiento de los materiales anteriormente comentados al nido... Este comportamiento es un claro indicativo de que la actividad reproductiva está a punto de comenzar.

A partir de este momento debemos tener muy seguro el necesario y especial aporte nutricional, la abundancia de materiales para forrar el nido y, sobre todo, mucha tranquilidad en el entorno que rodee a la jaula de cría.

En los signos de actividad reproductora también podemos observar cambios corporales; como ejemplo la ligera hinchazón alrededor del año de la hembra de periquito, inmediatamente antes de la puesta de huevos. Los excrementos también sufren cambios: son más grandes, sueltos y con olor más fuerte.

Los padres se encargan de la alimentación de los polluelos y nosotros nos ocuparemos solo de los mayores

Lo más habitual es que las puestas se realicen por las mañanas, a intervalos fijos. El número de huevos depende de cada especie, así como el período de incubación.

El período de incubación no suele comenzar hasta que se realiza la puesta del segundo o tercer huevo. Es importante anotar la fecha de la puesta para planificar el día aproximado de eclosión.

Los polluelos suelen nacer con los ojos cerrados y el cuerpo cubierto de plumón. Por lo general, tanto el padre como la madre se encargan de la alimentación de los polluelos, por lo que nuestra labor se reducirá a cubrir de manera adecuada las necesidades nutricionales de los padres.

Depende también de cada especie el momento en el que los polluelos comienzan a hacer “sus pinitos”, salir del nido, alimentarse... A partir del momento en que los más jóvenes se desenvuelven solos, debemos plantearnos su pronta separación de los padres.

Como siempre, y ante una fase tan importante de la vida de nuestras aves como es la reproducción, debemos estar en contacto continuo con los profesionales. Ellos serán los responsables de adecuar las necesidades especificas de cada especie de ave y supervisarán que todas las fases de la reproducción lleguen a buen puerto sin problemas.

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