El salto desde la estratosfera de Felix Baumgartner

Este montaje de Baumgartner con la Tierra al fondo se realizó días antes de conseguir su hazaña el 14 de octubre y tras una primera anulación del salto pocos días antes.

En esta imagen se puede observar a uno de los responsables del buen funcionamiento de la misión observando desde la Tierra el lanzamiento en las pantallas gigantes. Baumgartner se lanzó completamente monitorizado con diversos sensores colocados en todo su cuerpo.

En esta imagen podemos observar al austríaco Baumgartner justo antes de caer al vacío desde más de 39.000 metros, es decir, 128.000 pies (el récord anterior era de 102.900 pies).

Con su salto Baumgartner consiguió superar la velocidad del sonido llegando hasta los 1.342,8 kilómetros por hora en su descenso. Esto supone el récord absoluto de velocidad en caída libre.

Así se vio el salto al vacio de Baumgartner desde el interior de la cabina donde había ascendido hasta más de 39.000 metros de altura.

"Sé que todo el mundo está mirando. A veces tienes que subir muy alto para darte cuenta de lo pequeño que eres" dijo Baumgartner justo antes de lanzarse al vacío desde su diminuta cápsula.

Tras más de 5 minutos de caída libre... el austríaco Felix Baumgartner abría su paracaídas y continuaba su descenso a una velocidad mucho más moderada.

El aterrizaje de Baumgartner fue perfecto. Nada más pisar la tierra levantó los brazos en señal de victoria.

Agotado tras el aterrizaje Baumgartner se arrodilló. En su ascenso y posterior salto este austríaco batió el récord del mayor vuelo en globo tripulado, a 36 km de altura, consiguió el salto desde la mayor altitud (39.000 metros) y fue el primer humano en superar la barrera del sonido en caída libre.

Así de feliz se mostró Felix Baumgartner tras conseguir su hazaña. Aun así todavía le queda un récord por batir, pues su caída libre duró 4 minutos y 19 segundos frente a la marca que había conseguido Kittinger en 1960, que fue de 4 minutos y 39 segundos.

Tras llegar sano y salvo Baumgartner explicó que "la salida fue perfecta, pero luego empecé a girarme lentamente. Pensé que me había girado un par de veces y ojalá hubiera sido así. Pero luego empecé a acelerar. En algunos momentos era realmente brutal. Pensé por unos segundos que iba a perder la consciencia. No pude sentir el estruendo sónico porque estaba muy ocupado tratando de estabilizarme. Tendremos que esperar y ver si realmente rompimos la barrera del sonido. Fue mucho más difícil de lo que pensé que iba a ser". La pregunta ahora es... ¿cuál será su siguiente reto?