Microfotos para detectar anomalías en los coches

Los microscopios electrónicos de barrido (SEM) permiten detectar problemas en las superficies de los materiales y en su estructura más intrínseca de cada a solucionar problemas de seguridad y optimizar la fabricación de los automóviles. De hecho, este tipo de microscopios consigue detalles de menos de un nanómetro (un cabello humano mide entre 0,05 y 0,01 milímetros). En este caso la fotografía podría ser un arrecife de coral en pleno crecimiento y sin embargo es un tornillo ampliado con este tipo de microscopios en los laboratorios de Ford.

Utilizando electrones en lugar de ondas luminosas los microscopios electrónicos de barrido obtienen preciosas imágenes de un micromundo lleno de secretos. Es el caso de esta imagen de una semiesfera de acero que apenas mide cuatro o cinco nanómetros de diámetro.

Como explica el investigador del departamento de ingeniería y prueba de materiales de Ford Europa, Roger Davis, "en algunos casos la razón [de un problema] puede ser una anomalía diminuta, algo que puede detectarse tan solo utilizando un microscopio electrónico de barrido". Es por ello que la utilización de este tipo de tecnología en los centros de innovación y desarrollo se ha convertido en algo más que habitual, prácticamente imprescindible. En este caso la fotografía pertenece a un residuo de combustible.

Gracias a estas imágenes, como esta cavidad en componente de aluminio fundido, los ingenieros de la marca americana Ford pueden observar desde pequeñas roturas en la estructura intrínseca de los materiales hasta la forma real y las más mínimas rugosidades que pueden reducir la efectividad de los componentes del coche.