El innovador pabellón español en la Expo Shanghái 2010

Para realizar el proyecto del pabellón de España en la exposición, la Sociedad Estatal para Exposiciones Internacionales (SEEI) organizó en 2007 un concurso público al que se presentaron 18 de los estudios de arquitectura españoles de mayor proyección nacional e internacional.

"Una arquitectura de contrastes y líneas sinuosas que combina la calidez de los materiales orgánicos y las nuevas tecnologías" explican desde la SEEI.

Un material tradicional como es el mimbre recubre íntegramente la fachada del edificio. Es la primera vez que se utiliza este material a una escala tan grande.

El pabellón está formado por un esqueleto de 25.000 metros de tubo de acero que soportan 8.524 grandes placas de mimbre que forman la fachada.

Con esta propuesta, los arquitectos ha intentado no caer en el manido concepto de la "caja contenedora" sino que buscan los espacios a la manera de cestos de mimbre que permitan un tránsito fácil y fluido. "La plaza es para la ciudad lo que el patio para la casa, un lugar de respiro, de relax y de fiesta" explica la arquitecta Tagliabue.

En el pabellón se han utilizado materiales naturales y sostenibles. Como explica la arquitecta Tagliabue, "el tejido en fibras naturales, una técnica artesanal de tradición global, utilizada tanto en Oriente como en Occidente, se convierte en hilo conductor entre España y China".

Las tres salas del pabellón cuentan el cambio vivido por las ciudades españolas desde el éxodo del campo a la ciudad, de la década de los sesenta a las cosmopolitas ciudades actuales.

El jurado eligió el proyecto presentado por el Estudio Miralles-Tagliabue, de Barcelona, fundado por el arquitecto catalán Enric Miralles y la milanesa Benedetta Tagliabue.