El coche que funciona con anillas de latas

En realidad el combustible del vehículo no es únicamente latas de anillas de refrescos sino que es el aluminio en ellas contenido. Cualquier residuo de aluminio mezclado con sosa cáustica disuelta en agua hace funcionar este extraño coche de radio control.

Sus creadores son Aleix Llovet y Xavier Salueña, fruto del trabajo del proyecto de final de carrera de Llovet, dirigido por el profesor Salueña.

Como si de cualquier otro coche de carreras se tratase, podemos observar de cerca el dAlH2Orean, sobre el asfalto del Circuit de Catalunya. La principal diferencia, además de su tamaño, es el combustible que utiliza, restos de aluminio, su velocidad punta, 30 km/h y su autonomía, 40 minutos.

Como si de la película Regreso al futuro se tratara, en la imagen vemos como sus creadores Aleix Llovet y Xavier Salueña, de la ETS de Ingeniería Industrial y Aeronáutica de Terrassa, echan como combustible anillas de latas de refrescos mezcladas con sosa cáustica disuelta en agua. El invento ya ha sido patentado.

El sistema no genera CO2 y cierra el ciclo de vida del aluminio, evitando la contaminación que generaría un automóvil de este tipo alimentado con gasolina.

Según los cálculos realizados, para mover un vehículo de 5CV durante una hora se necesitarían 3 kilos da aluminio. Para vehículos de 60 CV se necesitarían unos 30 kilos.