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El misterio detrás de las amazonas y su práctica de mutilación: ¿por qué se cortaban un pecho?

El mito dice que era para disparar mejor con el arco, pero ¿qué hay de cierto en esta leyenda?

El misterio detrás de las amazonas y su práctica de mutilación: ¿por qué se cortaban un pecho? (Fran Navarro)
Fran Navarro

En un artículo anterior publicado en “Muy Interesante” ya hablamos de la existencia de amazonas reales, mujeres que, más allá de mitos y leyendas, fueron enterradas con ajuares propios de los guerreros de la sociedad a la que pertenecían. El estudio de una tumba y los huesos depositados en ella nos puede ofrecer una rica información sobre la vida (y, lógicamente, la muerte) de la persona enterrada y su cultura. Pero los huesos no pueden sacarnos de dudas ante una de las preguntas más recurrentes acerca de las amazonas: ¿es verdad que se cortaban un pecho?

El combate de las amazonas

El combate de las amazonas de Rubens (c. 1619). Wikimedia.

Una invención griega

Uno de los mitos más sonados sobre las amazonas es que cortaban uno de sus senos (normalmente el derecho) para poder manejar mejor el arco y las jabalinas, sus principales armas para la guerra. Sin duda la idea es lo suficientemente impactante como para perdurar más de dos mil años y seguir vigente en el imaginario colectivo. Sin embargo, esta leyenda no tiene fundamento alguno en lo físico, y más bien podría responder a la condición de bárbaras que tenían las amazonas, extranjeras que no seguían el ideal de belleza femenino de la Grecia clásica, en la que los pechos eran uno de los elementos más destacados. Por si fuera poco:

“Cualquier persona familiarizada con el tiro con arco y el lanzamiento de jabalinas, y desde luego los griegos lo eran (después de todo, su propia diosa de la caza, Ártemis, era una arquera con dos pechos), debería ser capaz de reconocer la nula lógica fisiológica de tal pretensión”.

Podría pensarse que la técnica escita (pueblo donde se encontraban las amazonas reales) para disparar sus arcos curvos mientras galopaban sobre sus caballos era distinta y podía suponer un problema para las mujeres. Pero sabemos que el disparo de flechas con los arcos escitas se realizaba lejos del tronco por lo que los pechos no suponían ningún impedimento.

Ártemis

Ártemis, una arquera de la mitología griega con dos pechos. Wikimedia.

¿De dónde viene este mito entonces?

La investigadora Adrienne Mayor rastreó el origen de la invención de este mito. Los antiguo griegos acostumbraban a rebautizarlo todo según su idioma e incluso buscar sus propios significados en palabras extranjeras en base a algunas similitudes fonéticas. Así fue como en el siglo V a. C. los griegos empezaron a sostener que “amazonas” venía del prefijo “a-” que en griego significa “sin”, y “mazos” que sonaba parecido a “mastos”, es decir, “seno”. Por lo que “amazonas” pasó a significar “sin pechos”.

“Con el tiempo, se llegarían a recrear diversas escenas espantosas alusivas al método de la supuesta automutilación, basadas exclusivamente en este engañoso juego de palabras”.

Desde entonces, la morbosa idea ganó terreno a la realidad y el mito se asentó en el imaginario con fuerza. Una mentira extendida a lo largo de los siglos y culturas que ya resultaba contradictoria en la Antigüedad, pues los pintores y escultores de la antigua Grecia representaron a las amazonas con dos senos. Es curioso cómo en el arte fueron retratadas como bellas heroínas en vez de violentas bárbaras.

Referencias:

  • Antón, J. 2021. Las amazonas recuperan el pecho que les amputó la antigüedad y se apuntan al discurso de género. elpais.com.
  • Mayor, A. 2017. Amazonas. Guerreras del mundo antiguo. Desperta Ferro.

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