¿Qué significan los tatuajes maoríes?
Los maoríes no tenían lengua escrita. La manera que tenían de dejar constancia de quiénes eran y qué habían hecho fue a través de los tatuajes.

Los tatuajes al estilo maorí han ganado mucha popularidad en los últimos años. Sin embargo, para las tribus nativas de Nueva Zelanda no eran meros diseños que respondieran a una moda, sino que llevaban grabados en su piel toda una historia que los identificaba.

Un jefe maorí con sus tatuajes. Ilustrado por Sydney Parkinson. 1769. Wikimedia.
Cabe destacar que los maoríes no tenían lengua escrita. La manera que tenían de dejar constancia de quiénes eran y qué habían hecho fue a través de los tatuajes. Por tanto, el conocimiento que tenemos acerca de esta práctica es limitado y proviene, en gran medida, de las observaciones de los europeos que llegaron a las islas de Nueva Zelanda a partir del siglo XVIII. James Cook fue uno de los exploradores más destacados en navegar por estas cosas y el botánico de su expedición, Sydney Parkinson realizó en 1769 uno de los primeros dibujos de tatuajes maoríes de los que tengamos constancia. En el cuaderno de bitácora del capitán Cook se puede leer que:
“En general, las marcas son espirales dibujadas con gran delicadeza e incluso elegancia. Un lado se corresponde con el otro. Las marcas en el cuerpo se asemejan al follaje de los antiguos ornamentos cincelados, a las circunvoluciones de la filigrana, pero en éstas hay tal lujo de formas que de cien que al principio parecían exactamente iguales no había dos iguales al examinarlas de cerca”.
La vida tatuada en la piel
El tā moko era la práctica tradicional por la que los maoríes se marcaban la piel con motivos que expresaban su identidad: genealogía, sus logros, su rango, en definitiva, su vida. Es por ello que tenían un carácter sagrado y se empleaba un ritual para elaborar los tatuajes.
Para realizarlos se utilizaba los llamados uhi, unos peines puntiagudos de diferentes anchuras fabricados en hueso que se mojaban en pigmentos oscuros a base de cenizas de raíces. Estos peines eran golpeados con el tā, un pequeño mazo para perforar la piel con el diseño que, una vez cicatrizado, quedaría en la piel.
Se encargaba de hacerlos el tohunga tā moko, una personalidad religiosa experta en el arte de los tatuajes. Esta especie de sacerdote iba haciendo preguntas sobre su vida al tatuado para llevar a cabo el diseño correcto. Un rito que era repetido en varias ocasiones a lo largo de la vida de los maoríes. El primer tatuaje tenía lugar como rito de paso de la juventud a la edad adulta y, en función de sus éxitos como guerrero, el prestigio y demás logros que merecieran una distinción social, se añadirían su correspondiente moko a la piel.
Tatuajes en la cara
Aunque era frecuente que los hombres se tatuaran los glúteos y los muslos, así como otras partes del cuerpo, la zona más destacada para los tatuajes maoríes era la cara. “A través de la iconografía facial se sabía quién era la persona y a quién había matado”. Las mujeres, en cambio, solo se tatuaban los labios y el mentón de manera general, lo cual indicaba que estaba unida a un guerrero.

Retrato de maorí por Louis John Steele. 1891. Wikimedia.
A mediados del siglo XIX comenzó la evangelización de Nueva Zelanda y, con ella, los sacerdotes y misioneros se encargaron de silenciar las tradiciones maoríes. Una cultura nativa más que se ahogó bajo el yugo de las colonizaciones europeas. Sin embargo, el arte maorí se ha extendido más allá de las islas originarias y permanece vigente en otros cuerpos de todo el mundo. Su significado ya no es el mismo, pero con este artículo quizás logremos recuperar un poco el sentido y origen de los tā moko.
Referencias:
- Bonder, N. 2021. Nueva Zelanda. Un viaje por la historia de los tatuajes maoríes. lanacion.com.ar.
- González Boutriau, S. 2018. Viaje al origen de los tatuajes maoríes. elpais.com.