Artemisia Gentileschi: la pintora del barroco que fue violada por otro artista
Pero que debería ser recordada por su enorme talento.

Si le preguntas a alguien sobre mujeres artistas a lo largo de la historia, la respuesta suele sorprender con un importante vacío de nombres en esta lista. Una de las más famosas es Artemisia Gentileschi. Sin embargo, en ocasiones es más conocida por la parte tormentosa de su vida que por su arte. Los avatares (personales y laborales) de Artemisia son el ejemplo más claro para comprender esta carencia femenina en la historia del arte. Ser artista supone plasmar tu expresión, para ello se requiere libertad y esta no ha sido reconocida en mujeres hasta tiempos recientes (y no en todos lados). Por ello, a pesar de un talento artístico comparable con el de Caravaggio, Artemisia vivió repudiada por la sociedad y envuelta en el escándalo. Todo ello acabó reflejado en sus obras, con una violencia y un dramatismo inevitables en las manos de una mujer que sufrió una violación a sus 18 años. El paso del tiempo ha ido dando cada vez más valor a sus excepcionales pinturas hasta convertir a Artemisia en un icono del feminismo y una pintora ubicada entre los grandes de la historia.

Autorretrato de Artemisia Gentileschi como alegoría de la pintura. C. 1638.
Una maestra entre hombres
Artemisia Gentileschi nació en Roma el 8 de julio de 1593 y hoy se cuenta entre las mejores artistas del Barroco italiano. Su padre, Orazio Gentileschi, fue un pintor que gozaba de buena estima como exponente de la escuela de Caravaggio. En su taller aprendió Artemisia a amar y dominar el arte. Cuando apenas contaba con doce años, Artemisia perdió a su madre y tuvo que hacerse cargo de las tareas de la casa y del cuidado de sus hermanos menores. Pero ello no le impidió sacar tiempo para seguir mejorando sus dotes en la pintura.
En el siglo XVII no había ojos que miraran bien a cualquier mujer que osara inmiscuirse en ambientes masculinos, esto es: cualquiera que requiriese cierta libertad y voz propia. Por tanto, los anhelos de Artemisia difícilmente podrían traspasar las paredes del estudio de su padre. Sin embargo, su talento desbordó estos límites, ayudado por el inevitable orgullo de un padre que reconocía en su hija una habilidad especial:
“Quizá ni los principales maestros del oficio alcanzan su saber”.
Orazio no podía permitir que el talento de su hija no fuera admirado como merecía. No podía enviar a Artemisia a formarse como pintora en ninguna academia ni escuela, puesto que no sería admitida, pero sí podía llevar la escuela hasta Artemisia. Orazio conoció a Agostino Tassi mientras trabajaba en unos frescos para la Lonja de la Musas en la residencia de un cardenal. Agostino Tassi era un paisajista de gran nivel, pero escondía mucha maldad bajo su romántica fachada de artista. Le apodaron “lo Smargiasso” (“el Bravucón”), por la actitud descarada que se le reconocía, sobre todo para con las mujeres. No fueron pistas suficientes para Orazio y pidió a Agostino que le diera clases particulares de pintura a su hija Artemisia. Orazio metió un demonio en su propio estudio.
Una artista violada por su maestro
Dos meses antes de cumplir los 19 años, Artemisia estaba en el estudio de su padre a solas con Agostino Tassi. Según contó ella misma en el juicio posterior:
“Cerró la habitación con llave y una vez cerrada me lanzó sobre un lado de la cama dándome con una mano en el pecho, me metió una rodilla entre los muslos para que no pudiera cerrarlos, y alzándome las ropas, que le costó mucho hacerlo, me metió una mano con un pañuelo en la garganta y boca para que no pudiera gritar y habiendo hecho esto metió las dos rodillas entre mis piernas y apuntando con su miembro a mi naturaleza comenzó a empujar y lo metió dentro. Y le arañé la cara y le tiré de los pelos y antes de que pusiera dentro de mí el miembro, se lo agarré y le arranqué un trozo de carne”.
Por entonces no se consideraba que la violación fuera una agresión sexual. Tan normalizado estaba, que Tassi le prometió a Artemisia que dejaría a su mujer y se casaría con ella. Por si fuera poco, pasados unos años, el propio Orazio acabó recuperando la amistad con el violador de su hija. Pesaba más como afrenta al honor de la familia y por el escándalo social que se generaba alrededor de las violadas bajo las retrógradas sospechadas del “algo habrá hecho ella”.

“Judit decapitando a Holofernes”. 1614-20. Galleria degli Uffizi. Florencia.
Un talento de escándalo
Por este escándalo es conocida Artemisia Gentislechi, pero son otros los asuntos por los que merece ser recordada. Ni siquiera debería permanecer en nuestra memoria bajo esa visión romantizada de una artista atormentada más, como tantas abundan en la historia. Artemisia fue una pintora excepcional y sus obras sí que son un escándalo (artístico).
Firmó su primera obra con 17 años: “Susana y los viejos”. No podría ser más significativa para su vida la imagen de una mujer desnuda rehuyendo de lo que le dicen dos hombres. Unos años después de ser violada pintó su obra maestra: “Judit decapitando a Holofernes”. Un óleo que plasma la violencia y oscuridad de la que ella había sido víctima. Algunos estudiosos incluso otorgan a la obra una especie de venganza en forma de redención, en la que Artemisia pudo colocar, consciente o inconscientemente, a Tassi en el papel de Holofernes.
Se casó con un hombre que permitió su libertad a cambio de manutención. A duras penas logró Artemisia huir de los escándalos sociales y ser reconocida por su talento. Pero no le faltó empeño e insistencia. Sus modelos a seguir como mujer fueron protagonistas en sus lienzos: Judit, Diana, Betsabé, Dalila, Magdalena o Cleopatra.
Su rastro se perdió en la epidemia de peste que sufrió Nápoles en 1656. Muchos artistas murieron durante este suceso, pero Artemisia no se recoge entre esos nombres, quizás por tratarse de una mujer. Lo que sí ha dejado un rastro indeleble es su arte. Es en los museos donde hay que buscar hoy a Artemisia y no entre las páginas de la prensa rosa del pasado.
Referencias:
- Genteleschi, A y Menzio, E. (ed.). 2016. Cartas precedidas de las actas del proceso por estupro. Cátedra.
- Mena, M. 2020. Artemisia Gentileschi, de pintora olvidada a icono feminista. elpais.com.
- Uribarri, F. 2022. La pintora más importante del Barroco y su violador. elcorreo.com.